Electrocoagulación criocirugía en cualquier ciudad

La electrocoagulación es una técnica médica, concretamente del campo de la electrocirugía. En esta intervención se utiliza la electricidad para retirar determinados tejidos a modo de coagulación. Estos tejidos son aquellos que resultan molestos, como las verrugas comunes o las queratosis seborreicas, entre otros inconvenientes dermatológicos. La electrocoagulación en dermatología se aplica con la ayuda de una anestesia local. No precisa necesariamente de hospitalización ya que se trata de un tratamiento posible tanto en ambulatorios como en centros de salud.

Motivos para aplicar la electrocoagulación

Esta técnica se ha empleado en distintos tratamientos y especialidades de la medicina, sobre todo a la hora de extirpar lesiones cutáneas como las verrugas. También, en dermatología, se utiliza para eliminar los denominados puntos rubí.

Otro uso frecuente de esta aplicación es el de coagular arterias y venas con el fin de parar hemorragias, además de para la resección de lesiones profundas o de tumores. Por otro lado, en el ámbito de la ginecología, la electrocoagulación es de ayuda cuando queremos eliminar lesiones cutáneas localizadas en el cuello uterino. Estas imperfecciones y verrugas vienen derivadas de la actuación del virus del Papiloma Humano.

Preparación previa a la electrocoagulación

Cabe mencionar que la electrocoagulación es un tratamiento ambulatorio, lo que significa que su espacio de intervención puede ser el de la propia consulta dermatológica. Se aplica anestesia local, aunque no es necesario visitar un hospital para pasar por el quirófano. En este sentido, el paciente que se someta al tratamiento no requerirá de una preparación especial.

Cuidados posteriores a la intervención dermatológica

La electrocoagulación en dermatología se trata de una intervención que no requiere pasar por el quirófano. Aun así, es necesario que el cliente incorpore a su día a día unas rutinas que le permitan recuperarse por completo. Para recuperar su quehacer cotidiano, en la mayoría de los casos, el mejor consejo es evitar la humedad en la lesión. Tampoco es favorable para la recuperación que la zona afectada reciba demasiada exposición solar.

Dependiendo del tipo de intervención, algunas lesiones han de ser más cuidadas que otras. Por esta razón, las lesiones que necesitan curas serán pautadas por el médico especialista. Es importante seguir sus consejos para acortar los tiempos de recuperación.

Crioterapia

Otro servicio ofrecido es el de crioterapia. Esta técnica consiste en la aplicación de espray de nitrógeno líquido sobre una lesión relacionada con el cáncer, ya sea en su fase previa o cuando se han manifestado los síntomas. Este espray congela la lesión y la destruye. Además de esto, la aplicación del nitrógeno líquido también cuenta con propiedades anestésicas, analgésicas y antiinflamatorias. La temperatura a la que está el nitrógeno es de -195 ºC. Es imprescindible tener cuidado en su aplicación, puesto que el gradiente de temperatura en la piel tras su aplicación puede cambiar el flujo de los cambios sanguíneos y provocar lesiones.

Procedimiento de la crioterapia y de la criocirugía dermatológica

El lugar idóneo para realizar el procedimiento dermatológico de la crioterapia es en la consulta del dermatólogo. Este tratamiento es corto, inferior a un minuto de duración. Eso sí, por norma general suelen llevarse a cabo 2 o 3 ciclos de congelación y descongelación. No son procedimientos lesivos, ya que duran pocos segundos, aunque se forma sobre la piel tratada una coloración roja y pequeñas ampollas o erosiones. Esta costra resultante dura aproximadamente entre dos semanas y un mes, y su curación requiere de aplicar las pautas e indicaciones del médico. Por esta razón, para evitar que se infecte, es recomendable emplear curas antisépticas domiciliarias durante los días posteriores a la intervención. Por lo general, en estas curas se aplica una mezcla de agua y jabón, alcohol y povidona yodada. Salvo que la costra roce con la ropa, no es un requisito fundamental que el área tratada sea cubierta con un apósito.

Una variante de la técnica de la crioterapia es denominada como criocirugía. Su aplicación consiste en verter nitrógeno líquido sobre la piel alrededor de 30 segundos durante dos ciclos. El objetivo principal de esta cirugía es el de eliminar una lesión cutánea, especialmente cuando se trata de carcinomas de pequeño tamaño. También es una estrategia ideal para aquellos pacientes que no pueden someterse a la cirugía convencional por sus características específicas. Algunos ejemplos de estos pacientes son los ancianos, individuos con trastornos de coagulación o portadores de marcapasos. Una diferencia clave respecto a la crioterapia es que la criocirugía sí que necesita de una anestesia previa.

Dónde se ofrece la electrocoagulación y la crioterapia y qué precios tiene

La electrocoagulación y la crioterapia son servicios que se encuentran en la página web de Savia. Se localizan en dos clínicas: en la Clínica Ginecológica de la Dra. García Gómez, en Burgos; y en el Institut de la Dona i pediàtric Sabadell, en la ciudad de Sabadell.

En cuanto al precio de electrocoagulación y crioterapia, el importe oscila según el tratamiento. El precio incluye una sesión previa de consulta de la piel. Por este motivo, el precio se sitúa entre los 46 € y 72 €.

Beneficios de la criocirugía y electrocoagulación

Un gran beneficio de estas técnicas es que pueden ser aplicadas a cualquier individuo. Por esta razón, son cada vez más populares entre aquellas personas que por razones concretas no pueden someterse a intervenciones quirúrgicas convencionales. Pero no solo para ellos, también en aquellos casos en los que se debe actuar frente a alteraciones hemorrágicas, marcapasos o el paciente estaba siendo sometido a un tratamiento anticoagulante.

Se aplican en primer lugar sobre aquellas lesiones que se localizan en zonas cartilaginosas del cuerpo, puesto que una característica de los cartílagos es su resistencia a la congelación. El especialista actúa en el cartílago ya que tiene la certeza de que este no se destruye. Por tanto, se eliminan lesiones superficiales sin poner en riesgo la integridad del paciente.

Otra gran ventaja es que se trata de un procedimiento ambulatorio y asequible para todos los bolsillos. Además, es rápido y el paciente puede retomar sus actividades del día a día de forma inmediata.