Ecografía oftálmica en cualquier ciudad

La ecografía oftálmica, también llamada ecografía orbitaria o ecografía celular, es una prueba médica que debe realizarse en un centro con el fin de comprobar el estado del globo ocular. Se trata de una prueba mediante la cual podemos apreciar con detalle todas las partes de la órbita ocular, así como los diferentes tejidos que encontramos en el ojo.

A través de la realización de la ecografía ocular es posible detectar y diagnosticar un amplio número de lesiones en todo el globo ocular, así como en los diferentes órganos que lo componen. Constituye una prueba totalmente indolora para el paciente y resulta de gran utilidad de cara a un posible diagnóstico médico.

¿Cuáles son los tipos de ecografía oftálmica?

Existen diferentes tipos de ecografías oftálmicas de acuerdo con las necesidades de cada paciente, siempre bajo criterio médico. De esta forma, en algunas pruebas el objetivo es medir el tamaño de las diferentes partes del globo ocular y de sus estructuras. De otro modo, también es una prueba muy recurrente cuando necesitamos conocer cuál es el estado de la visión de una persona, por ejemplo, previo o posterior a una cirugía por cataratas. Los nombres de estos tres tipos de ecografía son los que siguen:

• B. Se trata de la prueba más común, y en ella se obtienen gran parte de los diagnósticos. Mediante este tipo de ecografía recabamos una imagen en blanco y negro de las diferentes partes de globo ocular o de la zona a analizar gracias al ultrasonido utilizado en la prueba.
• A. Este subtipo se lleva a cabo cuando existen dudas tras realizar la primera prueba. En este caso, el estudio se focaliza con más detalle y precisión en una determinada zona.
• Ultrabiomicroscopía. Requiere anestesia y se centra en ciertas zonas del globo ocular como, por ejemplo, el iris, el cristalino o la córnea, entre otras.

¿En qué casos puede ser necesaria una prueba de ecografía?

Existen diferentes situaciones en las que un paciente puede necesitar una ecografía ocular. Algunas de ellas tienen que ver con que la córnea ha perdido parte de sus capacidades y presenta cierta opacidad. Del mismo modo, puede ser necesaria en el caso de que el paciente no pueda ver con claridad por anomalías en la retina. Igualmente, sirve para identificar la existencia de algún lunar en el fondo del ojo, así como para valorar la capacidad muscular del propio órgano y sus movimientos.

¿Quién puede necesitar una ecografía oftálmica?

Las ecografías oftálmicas nos permiten testar la capacidad ocular y determinar si existe algún daño en la córnea o en otras zonas del ojo. Esto es útil, por ejemplo, cuando se han producido hemorragias o desprendimientos de retina y cuando las cataratas se hallan en una fase avanzada. En el caso de que el paciente haya sufrido un golpe o un accidente, esta ecografía facilita descubrir cualquier lesión tras el traumatismo.

Por otro lado, existe otro tipo de ecografías oftálmicas en las que obtenemos una imagen de algún detalle concreto del globo ocular de la mano de una técnica llamada biomicroscopía ultrasónica, mencionada con anterioridad. Se trata de una prueba eficaz en pacientes que han sido diagnosticados de un tumor, que han sufrido algún traumatismo ocular o que padecen de glaucoma. También resulta efectiva en la búsqueda de un diagnóstico.

Cómo se realiza

Para llevar a cabo una ecografía oftálmica no existe una preparación necesaria por parte del paciente, tampoco es preciso acudir antes al centro para dilatar las pupilas. Eso sí, es recomendable no utilizar lentes de contacto las 24 horas previas con el fin de favorecer el descanso de la retina. Por tanto, lo usual es utilizar gafas el día anterior a la realización de la prueba.

Como su propio nombre indica, se trata de una ecografía. Esto quiere decir que el médico extiende un gel especial sobre el tejido o sobre el globo ocular del paciente para abordar la observación. De este modo, al propiciar el contacto entre la sonda y el gel recabamos las imágenes.

Ecografía ocular con o sin anestesia

Estos preparativos pueden variar en algunas pruebas concretas como, por ejemplo, en las de biomicroscopía ultrasónica, ya que puede ser necesario anestesiar la zona de cara a una observación y estudio más precisos. En el caso de que no sea requerida la administración de anestésicos, después de la prueba el paciente puede hacer vida normal, puesto que el aparato no interfiere de manera directa sobre el globo ocular. Tan solo se trata de una prueba de observación. Sin embargo, si se practica la anestesia, el paciente debe tener cuidado en sus actividades debido a los efectos retardantes. Es recomendable, por tanto, no utilizar lentillas, abstenerse de conducir, no practicar ningún tipo de ejercicio físico o llevar a cabo otro tipo de actividades que reclamen cierto grado de esfuerzo.

¿Cuánto cuesta una ecografía ocular?

El precio de la ecografía ocular es de tan solo 34 euros y se realiza siempre bajo prescripción médica. Además, es necesario solicitar cita en el centro en el que se vaya a llevar a cabo.

Dónde puedo realizar una ecografía ocular

El servicio de salud digital Savia lleva a cabo estas pruebas en diferentes centros de España, todos ellos están disponibles en la página web. Igualmente, es posible solicitar estos servicios desde la sanidad privada, así como otro amplio número de pruebas de todo tipo, siempre bajo prescripción médica. En concreto, esta prueba se acomete en ocho centros de la ciudad de Madrid y en uno de la ciudad de Zaragoza. El precio de la ecografía ocular es el mismo en todos estos centros.

¿Puede ser perjudicial para el paciente la ecografía oftálmica?

Después de varias décadas en las que se lleva practicando esta prueba en diferentes centros de todo el mundo, la evidencia científica recabada hasta el momento apunta a que en ningún caso es nociva o invasiva para los pacientes. Se trata de una prueba inocua y con una alta tasa de éxito a la hora de establecer un diagnóstico preciso sobre el estado del globo ocular.