El láser es dirigido de forma selectiva hacia los folículos pilosos, destruyéndolos y provocando que el vello existente se caiga y no vuelva a crecer, sin dañar los tejidos circundantes. La zona mediana puede incluir media espalda, brazos, medias piernas, zona íntima o el rostro. En caso de sensibilidad, se puede aplicar una crema anestésica tópica.