Los bebés con este trastorno presentan una asimetría de la cabeza producida por la presión constante ejercida sobre la misma región del cráneo. Esto lleva a adoptar posiciones erróneas, como mantener la cabeza girada hacia un lado, que el fisioterapeuta, en consulta y mediante una serie de ejercicios, intentará reeducar. Los padres acuden aconsejados por el pediatra.