Criocirugía del cáncer de próstata en cualquier ciudad

La crioterapia focal es un tratamiento altamente innovador para abordar enfermedades prostáticas de temprano diagnóstico. Gracias al aumento de la prueba Antígeno Prostático Específico (PSA), cada vez más hombres conocen este problema en su próstata. Los tratamientos agresivos como la radioterapia o la prostatectomía radical son demasiado extremos, por lo que esta opción es escogida por cada vez más pacientes. Se centra exclusivamente en la zona enferma, liberando otras regiones de la próstata y disminuyendo al máximo los posibles daños colaterales en la continencia urinaria y la erección. A través de la congelación y con el apoyo de las técnicas de imagen más avanzadas, es capaz de eliminar las células dañadas de una manera eficaz.

Crioterapia de próstata: en qué consiste

Conocida también como crioablación o criocirugía, la crioterapia de cancer de prostata utiliza temperaturas elevadamente frías para congelar y eliminar las células con cáncer de esta zona masculina. Y, llegado el caso, también puede quitar la mayor parte de la próstata.

En realidad, no se trata propiamente de una cirugía. Es una técnica de congelación que se aplica sobre la piel hasta conseguir desnaturalizar las alteraciones metabólicas y las células cancerosas. El uso de sofisticadas tecnologías de imagen 360 grados permite aplicar en las áreas precisas, con gran exactitud y minuciosidad, esos niveles de frío.

La destrucción se genera, fundamentalmente, cuando el tejido se congela de forma rápida y se descongela lentamente.

Cómo se aplica esta técnica

La crioterapia de próstata es, desde luego, menos agresiva que una prostatectomía radical o que la aplicación de radioterapia.

Se lleva a cabo previa administración de una anestesia parcial o total. En el primer caso, se adormece la parte inferior del cuerpo con anestesia epidural o espinal. En el segundo, el paciente queda totalmente dormido.

El procedimiento crioterapéutico a seguir es este:

• A través de una ecografía transrectal (TRUS), u otro sistema similar, varias agujas o sondas huecas son guiadas hasta la próstata. Se hace desde la piel situada entre el ano y el escroto.
• A continuación, se envían por esas sondas unos gases muy fríos. Son los encargados de congelar y destruir los objetivos prostáticos.
• Mediante la ecografía, el especialista médico va observando y dirigiendo cuidadosamente a qué zonas se aplican. Así apenas se causa daño a los tejidos cercanos.
• Con el fin de evitar que la uretra se congele, durante toda la intervención se envía agua salada tibia a la uretra por medio del catéter.
• Con posterioridad, ese catéter se mantiene durante algunas semanas para posibilitar el vaciado de la vejiga mientras se recupera.

Pros y contras de la crioterapia para cáncer de próstata

Enumeramos a continuación cuáles son los aspectos más positivos del uso de esta técnica:

• Es mucho menos agresiva e invasiva que otras alternativas. Se pierde menos sangre, la recuperación es más rápida y el dolor disminuye.
• La hospitalización posintervención es mínima. Algunos hombres vuelven a casa el mismo día; otros permanecen un día en el hospital antes de recibir el alta.
• Los resultados son altamente esperanzadores y la técnica se está perfeccionando día a día.
• Los efectos secundarios son moderados cuando se trata de una primera intervención.

En cuanto a las sombras y aspectos menos positivos, estos son los principales:

• La eficacia a largo plazo de la crioterapia no está tan estudiada y validada como la de la cirugía o la radioterapia.
• Puede ser un tratamiento no adecuado para glándulas prostáticas grandes.
• Si previamente se ha recibido radioterapia, los efectos secundarios se agravan.

¿Qué efectos secundarios tiene la crioterapia de próstata?

Su intensidad va a depender de factores como la persona tratada, el tipo de daño existente, la experiencia del profesional médico y, como ya hemos comentado, de si es la primera intervención o no por la afección.

Los posibles efectos secundarios son:

• Sangrado en la orina durante un día o dos tras la intervención.
• Hinchazón pasajera en el escroto o el pene.
• Dolor en las zonas donde se aplicaron las agujas, también durante un par de días como máximo.
• A veces, sensaciones de ardor y necesidad de orinar o defecar con frecuencia. Ocurre cuando la congelación ha afectado al recto o la vejiga y, normalmente, desaparecen al pasar el tiempo.
• Disfunción eréctil. Es más frecuente tras una crioterapia que tras una prostatectomía radical. Sucede si se dañan los nervios que controlan la erección.
• Incontinencia urinaria. Es infrecuente cuando se trata del primer tratamiento, pero más corriente si antes se ha recibido radioterapia.
• Fístulas entre el resto y la vejiga. Sucede en menos del 1 % de los casos e implica una mala conexión entre ambas partes. En los casos graves, provoca un escape de orina al recto que precisa de cirugía reparadora.

Cuándo se recomienda esta técnica

La mayoría de los médicos no utilizan la criocirugía como primera opción para tratar el cáncer de próstata. Sus dos principales aplicaciones son:

1. Hombres a quienes el cáncer regresó tras la radioterapia.
2. Pacientes que no pueden recibir cirugía o radioterapia y presentan un cáncer de próstata de bajo riesgo en etapas tempranas.

Por el contrario, no es una opción válida cuando se dan estas circunstancias:

1. El afectado ha sido operado previamente por cáncer anal o rectal.
2. El paciente sufre una afección que impide o dificulta el control prostático mediante sonda ecográfica.
3. El tumor existente es demasiado grande, y no puede tratarse sin afectar a los tejidos y los órganos circundantes, en concreto la vejiga y el recto.

Dónde recibir la crioablación

Es fundamental elegir exclusivamente a profesionales altamente cualificados que trabajan en centros médicos bien equipados. En Salvia ofrecemos este servicio en Lyx Instituto de Urología, situado en la calle María de Molina, en Madrid.

Cuál es el precio de la crioterapia

Teniendo en cuenta las características específicas de esta innovadora intervención y todo lo que conlleva, el precio de la crioterapia es elevado.

El tratamiento incluye, entre otros aspectos, la primera consulta de valoración inicial, la criocirugía del cáncer de próstata y los gastos relacionados con el acto quirúrgico, como el personal y el quirófano. El coste se sitúa cerca de los 11 000 euros.