Consulta preanestésica en cualquier ciudad

La analítica de preoperatorio es un procedimiento obligado que se debe realizar antes de someternos a una intervención quirúrgica de cualquier tipo, y que tiene por objeto dar a conocer al equipo quirúrgico el estado general de un paciente para evitar sorpresas desagradables durante la intervención.

El proceso preoperatorio tiene la finalidad de asegurar, de la mejor manera posible, el bienestar del paciente durante y tras la operación, y para ello es necesario efectuar un conjunto de pruebas que permitan actuar al cirujano y al anestesista.

La correcta evaluación de un paciente, por parte del equipo quirúrgico y por el anestesista, no solamente es de vital importancia para determinar los riesgos individuales en una cirugía. También nos ayuda a determinar si un paciente debe ser descartado como tal o no se le puede realizar una operación dependiendo de su estado general, patologías previas o posibles riesgos futuros.

¿Qué pruebas se deben hacer durante un proceso preoperatorio?

En la medida de lo posible, y teniendo en cuenta el posible factor urgencia, siempre es mejor aportar las que se conocen como Analítica del Perfil Preoperatorio Completo.

Para ello, se debe extraer sangre del paciente y sobre ella se realizarán las siguientes pruebas:

• Hemograma: Se trata de analizar la cantidad y calidad de glóbulos rojos, encargados de la oxigenación de los órganos y tejidos humanos; glóbulos blancos, responsables de la respuesta inmunitaria contra infecciones, hemoglobina y la fórmula leucocitaria. Esta parte se realiza para prevenir y/o detectar anemias o infecciones que puedan poner en riesgo la recuperación del paciente.
• Glucosa: Determinar la cantidad de azúcar en sangre (glucemia). Con ella determinamos la existencia o el riesgo de diabetes y otras patologías derivadas que pueden significar un riesgo potencial durante la cirugía.
• Creatinina: A través de este valor se conoce el estado y el funcionamiento de los riñones del paciente. Los riñones son los encargados de filtrar y eliminar las toxinas de los líquidos orgánicos, entre ellos la sangre, por lo que unos riñones que no funcionen correctamente pueden suponer un riesgo para la vida del paciente.
• Tiempos de protrombina + INR y de cefalina activada: La constatación de estos tiempos de reacción nos indicarán el estado de los factores de coagulación de la sangre, que son esenciales para la correcta cicatrización de las heridas causadas durante el procedimiento. Si los tiempos son excesivos y la coagulación o cicatrización es lenta, esto puede dar origen a hemorragias.
• Proteínas totales: Se analizan principalmente las concentraciones de dos tipos de proteína. Las albúminas, que ayudan a impedir el escape de líquidos de los vasos sanguíneos, y las globulinas, que son esenciales para el correcto funcionamiento del sistema inmunitario.

Además de este perfil, y a criterio del cirujano, se puede solicitar un perfil preoperatorio completo con electrocardiograma o un perfil preoperatorio completo con ECG y placa de tórax.

Con el electrocardiograma (ECG) se estudia la regularidad e intensidad del latido cardiaco y el funcionamiento de las válvulas, y a través de este se valorarán las opciones quirúrgicas del paciente.

La placa de tórax, en principio, debe utilizarse para observar el estado de los órganos contenidos en la caja torácica, y sobre todo del estado pulmonar, ya que gran parte de la anestesia que se utilice en la operación se procesará por medio de los pulmones.

¿Se deben realizar otras pruebas?

Se considera que, protocolariamente, los perfiles completos mencionados anteriormente aportan al equipo quirúrgico la información necesaria sobre la salud del paciente, aunque a veces es necesario, según el perfil individual, realizar otras pequeñas pruebas antes de proceder a la cirugía. Una de estas pruebas sería la prueba de anestesia local.

¿En qué consiste la prueba de anestesia local?

Cuando se va a practicar una cirugía local, o que precisa de anestesia local, se procede a aplicar una cantidad controlada de sustancia anestésica en la zona a intervenir, con anterioridad a la cirugía, para observar y prevenir posibles reacciones alérgicas o incluso resistencia al anestésico. En este caso, el anestesista determinará si es mejor aumentar la dosis prevista o si es aconsejable cambiar de sustancia.

¿Los preoperatorios son diferentes dependiendo del tipo de anestesia?

Las pruebas de laboratorio, ECG y placas de la Analítica del Perfil Preoperatorio Completo suelen ser suficientes para garantizar el bienestar del paciente durante el proceso quirúrgico. Sin embargo, en el caso de algunas intervenciones de larga duración en las que se prevé una estancia en quirófano larga, con anestesia general y con intubación del paciente, es posible que el cirujano solicite la realización de un estudio específico preoperatorio para anestesia general. Dependiendo de los antecedentes clínicos del paciente y de la patología que le requiere una cirugía mayor, se deberán estudiar, además de los valores mencionados en la analítica, otros aspectos como pueden ser el estado general pulmonar o el estado general del sistema respiratorio, empezando por la observación del estado de la tráquea, ya que está prevista una maniobra de intubación con la finalidad de asegurar la calidad y cantidad del intercambio gaseoso durante la operación.

También se deberán evaluar patologías previas, estén o no relacionadas, el consumo de medicamentos, alcohol o drogodependencia, e incluso el consumo excesivo de algunos alimentos que a primera vista pueden considerarse inocuos.

Todas las pruebas que solicite el especialista durante el proceso preoperatorio pueden parecer una molestia, pero en realidad son protocolos de obligada realización encaminados a asegurar el bienestar del paciente desde el momento en que comienza la intervención (asegurando que no sufrirá dolor, molestias, despertares intraoperatorios, etc.) hasta la conclusión satisfactoria del postoperatorio.

¿Quién realiza las entrevistas del proceso preoperatorio?

Dependiendo del hospital, estas entrevistas las realiza:

• Un médico especialista en valoración preoperatoria que actúa en combinación con los distintos equipos de cirugía.
• Directamente el equipo de cirugía.
• Consulta con el anestesista, quien, actuando también en equipo con los cirujanos, y dependiendo de los valores obtenidos de las analíticas y otras pruebas, determinará el tipo de anestesia y fármacos a utilizar, tanto en los procedimientos de inducción como para asegurar un plácido despertar del paciente con el mínimo de efectos secundarios tras la anestesia.