Broncodilatación basal y tras broncodilatación

Una prueba broncodilatadora es un procedimiento médico utilizado para crear un diagnóstico. Siempre es solicitada y supervisada por un especialista en neumología. La broncodilatación es una dilatación de los bronquios. Es muy habitual tener que someterse a este tipo de procedimiento cuando se sufre alguna afección relacionada con la respiración. Por ejemplo, el asma. De hecho, antes de determinar y diagnosticar una enfermedad pulmonar como esta, tan común en los niños, resulta necesario realizarse esta prueba.

¿Qué es la prueba broncodilatadora?

La prescripción de esta prueba médica siempre es efectuada por un neumólogo. La realización de estas pruebas se ubica en laboratorios de exploración funcional respiratoria. Dentro del área de neumología, hay que ser capaces de evaluar la reversibilidad de las obstrucciones de los bronquios. Estas pueden haber sido provocadas por diferentes deficiencias pulmonares o respiratorias. Cada vez se tiene la oportunidad de hacerse esta prueba más cerca de casa.

¿Cómo funciona la prueba broncodilatadora?

Mediante la medida de las diferencias entre los parámetros funcionales para la respiración habituales y cambiantes en un mismo paciente, se pueden determinar las variaciones y las dificultades que estas pueden acarrear en la respiración, con una actividad normal o excesiva en el día a día. Por eso, es preciso que toda la prueba broncodilatadora esté guiada por profesionales. En algunas ocasiones, el personal sanitario encargado de realizar la prueba puede solicitar la repetición de esta.

¿Cómo se hacen las pruebas broncodilatadoras?

Estos test de la respiración basan su eficacia en el estudio del contraste. Por eso, se miden los parámetros en condiciones normales y también después de la inhalación de unos productos específicos. Estos productos son broncodilatadores. Es decir, son medicinas que hacen que los bronquios se dilaten para que la respiración sea diferente a la habitual. Tras recoger los datos de cada respiración, se estudia la diferencia y se determina la eficacia de cada uno de los medicamentos que han variado la prueba.

Los medicamentos usados en enfermedades pulmonares que se administran de forma habitual para dilatar los bronquios son:

• Salbutamol.
• Terbutalina.
• Bromuro de ipratropio.

Además de estos tres, también hay otros posibles medicamentos que dilatan los bronquios que pueden ser utilizados. La elección de un tipo de broncodilatador u otro responde por norma general a una pauta médica. Es posible que se quiera verificar el funcionamiento de la respiración o de los pulmones solo con una sustancia, con varias, con la mezcla de medicinas, etc. Por lo tanto, cada broncodilatación se usa por norma general a medida para el caso en particular que se estudie. Es decir, personalizándola.

¿Para qué sirve la broncodilatación?

Una prueba broncodilatadora positiva permite que la administración de medicamento neumológico sea la adecuada. Por ejemplo, se puede saber qué significa una prueba broncodilatadora positiva si se trata de asmáticos. El examen positivo muestra la vulnerabilidad de los pulmones a la hora de recibir un medicamento para dilatar los bronquios. Es decir, una broncodilatadora positiva coincidirá con una cambio drástico antes y después de la administración de medicina.

¿A quién se dirige la prueba broncodilatadora?

Las personas con dificultades en la respiración son las que normalmente reciben la prescripción de este tipo de pruebas. Por norma general, si los resultados son positivos, las personas son diagnosticadas con asma. Lo más importante cuando se realiza esta prueba es examinar cuidadosamente los primeros segundos de expulsión forzada de aire. Por eso, lo que se consigue en una espirometría es un ejercicio intenso en la zona abdominal para coger todo el aire que sea posible y soltarlo rápido.

Es muy habitual que los niños tengan asma. Cuando son muy pequeños, no es posible realizarles esta prueba de forma correcta. El motivo es que incluso a los adultos les cuesta en muchas ocasiones comprender cómo hay que soltar el aire para poder someterse a la prueba. Toda la capacidad pulmonar tiene que sostener el aire y, en lugar de soltarlo poco a poco (como cuando se busca tranquilizarse tras una excitación), debe ser rápido y de forma violenta para el cuerpo.

Este procedimiento es difícil de comprender para una persona, sobre todo si no suele practicarse ejercicio intenso. Para un bebé o niño muy pequeño es casi imposible. Por eso, las pruebas broncodilatadoras no suelen realizarse en rangos de edad extremos. Tampoco es factible solicitarla para personas de la tercera edad porque supone un esfuerzo abdominal y pulmonar muy grande, demasiado forzado si el problema es que el paciente cuenta ya con dificultades en la respiración. Puede causar cansancio.

Rangos de precios de una prueba con broncodilatación para diagnósticos neumológicos

Las espirometrías son pruebas sencillas que requieren bastante personal sanitario y tiempo, así como un esfuerzo por parte del paciente. Los resultados son comparados y examinados por un especialista. Después, se puede proceder a realizar un diagnóstico del estado de los pulmones. Todos estos procesos y fases llevan a que la prueba sea de precio moderado, porque requiere mucho trabajo, pero los resultados no se pueden ofrecer al instante. Los costes de una espirometría sin fallos suelen rondar los 41 €.

Dónde se realiza una prueba broncodilatadora

En Clínica Juaneda, situada en Palma, hay un espacio para su realización. El precio, de 41 €, se sitúa en la media y ofrece un servicio de broncodilatación basal. Cada vez hay más localizaciones habilitadas para la realización de este tipo de procedimiento médico. Al no tratarse de una prueba invasiva ni especialmente cara, no compensa moverse de la localidad para conseguir un diagnóstico mediante espirometría. Se puede solicitar la prueba al médico de familia.

En definitiva, la prueba broncodilatadora es rápida y sencilla de utilizar para diagnósticos pulmonares. Los resultados positivos en esta prueba son un sinónimo de padecer asma. Es frecuente que se realicen a diferentes edades, pero lo habitual es que no se recomiende su realización en niños pequeños o en ancianos. Las razones son la dificultad de comprender la forma correcta de expulsar el aire y el esfuerzo excesivo de la capacidad pulmonar y del abdomen que se debe realizar durante la prueba.