Radiología simple. Una proyección
Precio final 12 €
Requiere de cita previa
Descripción
En qué consiste
Se trata de una prueba no invasiva que no requiere anestesia, que cualquier médico puede pedir para estudiar el tórax, el abdomen y todos los huesos. En ocasiones se administra un contraste oral, rectal o intravenoso para mejorar su precisión. Supone una radiación mínima del paciente y dura escasos segundos. Si con ella no se llegase a un diagnóstico se pueden realizar otras pruebas (escáner, resonancia magnética, ecografía).
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Saber más
• No se requiere ninguna preparación previa salvo que se tenga que administrar algún contraste. La preparación variará en función de la región anatómica estudiada.
• Se deben retirar todas las piezas metálicas que puedan alterar la imagen y comprometer la eficacia diagnóstica.
• No duele ni se siente nada al realizar la radiografía. En caso de poner un contraste intravenoso puede notarse una cierta sensación de calor al introducirlo y un dolor leve en la zona de la punción de la vena.
• No requiere ningún cuidado tras la realización de la prueba. Si se ha administrado un contraste conviene asegurar una correcta hidratación tras la prueba.
• El nivel de radiación de una radiografía simple es muy bajo y no entraña de manera aislada ningún riesgo para la salud del paciente ni de su entorno.
• Las embarazadas deben advertir de su estado antes de realizarse la radiografía para valorar el riesgo de hacerla o no, proteger al feto con una protección de plomo o pensar otras alternativas diagnósticas que no irradien, como una resonancia o una ecografía.