- Dolor en el pecho.
- Palpitaciones.
- Dificultad para respirar o sensación de ahogo.
- Dolor de cabeza.
- Fatiga.
La prueba se ejecutará mediante un electrocardiograma y un controlador del consumo de oxígeno para medir la capacidad funcional pulmonar máxima de un individuo, consiste en caminar sobre una cinta o pedalear en una bicicleta fija mientras se controla el ritmo cardíaco del paciente, la presión arterial y la respiración. Otra posibilidad es que se reciba un medicamento que imita los efectos del ejercicio. El médico podría recomendar una prueba de esfuerzo si tiene signos o síntomas de una enfermedad de las arterias coronarias o un ritmo cardíaco irregular (arritmia).