La sequedad en los ojos o queratoconjuntivitis seca, vulgarmente conocida como “ojo seco”, es un trastorno ocular originado en un mal funcionamiento de la glándula lagrimal, ya sea porque produce poca cantidad de lágrima o porque esta es de una calidad deficiente. Es un proceso muy frecuente (se da más en mujeres y en personas mayores), que comienza con leves molestias que los pacientes definen como escozor o sensación de arenilla en el ojo pero que en caso de no tratarse se corre el riesgo de padecer erosiones y abrasiones corneales.
Existen dos tipos de sequedad en los ojos en función del mecanismo de acción que la provoca:
No siempre es posible conocer las causas que provocan la sequedad en los ojos pero suele estar producida por alguno de estos factores:
No es fácil el diagnóstico correcto ya que no hay una prueba con la especificidad y sensibilidad óptima por sí misma ni tampoco hay establecidos unos criterios consensuados entre los especialistas para su definición
El diagnóstico ha de realizarse mediante una anamnesis (entrevista clínica basada en los síntomas), una exploración física con inspección ocular, y el uso de algunas pruebas que ayudan al diagnóstico.
El tratamiento más habitual para la sequedad ocular es el uso de lágrimas artificiales de 2 a 4 veces al día, evitando aquellas que llevan conservantes, si bien no todas tienen igual composición, por lo que conviene que sean recomendadas por un oftalmólogo en función de su valoración.
Se recomienda también realizar una dieta rica en omega 3 (pescado azul y frutos secos) y vitamina A (disponible en hortalizas como el brócoli o la zanahoria).
También ayudan a mejorar los síntomas del ojo seco las siguientes medidas: beber dos litros de agua al día, no fumar y evitar los espacios con humo, hacer pausas en el uso del ordenador, así como humidificar el ambiente de las salas en las que se esté.
En general los colirios humectantes o lubricantes, conocidos popularmente como lágrimas artificiales. Hay que hacer la consideración que no todos tienen la misma composición ni todos los procesos de sequedad ocular son producidos por las mismas causas, por lo que es aconsejable que sean recomendados por un especialista. Se han de evitar aquellos colirios que lleven conservantes.
El síndrome de Sjögren es una enfermedad autoinmune (producida por el propio organismo), que tiene un origen multicausal y aparece en individuos con cierta predisposición genética. Se inicia con unos síntomas muy característicos como son la sequedad de boca (xerostomía), y la sequedad ocular (xeroftalmia), aunque puede manifestarse en otros órganos y asociarse a otras enfermedades autoinmunes. Llega a convertirse en una enfermedad crónica con muchas complicaciones multiorgánicas que provocan un importante deterioro en la calidad de vida de los pacientes.
El lupus eritematoso sistémico (LES) es una enfermedad sistémica autoinmune que puede afectar a muchos órganos: piel, articulaciones, riñones, corazón, pulmones…etc, pero que generalmente donde más se manifiesta es en la piel (eritemas con forma de alas de mariposa) y en las articulaciones. Se trata de una enfermedad crónica, que cursa con brotes episódicos y periodos de remisión afectando principalmente a mujeres y siendo más frecuente que se en las etapas juveniles de la vida.
La polimiositis es una enfermedad inflamatoria que provoca debilidad en los músculos, especialmente en brazos y piernas,y que va empeorando progresivamente. Su causa se desconoce pero se cree que está relacionada con una reacción autoinmune o con un cuadro infeccioso. Es más común en mujeres en edad adulta.
Los principales factores externos que producen sequedad de ojos son la polución, los ambientes poco húmedos, la calefacción excesiva, el aire acondicionado, la sobreexposición a dispositivos electrónicos y el uso de ciertas lentes de contacto como las lentillas.