El pie es la base de nuestro organismo y una de las partes más complejas del cuerpo humano. El dolor puede afectar a diferentes zonas de la planta de este y cada dolor es distinto dependiendo de la causa que lo origine, pudiendo ocasionar molestias que impidan caminar correctamente. Es importante tener en cuenta que cualquier dolor o alteración del pie puede afectar a la alineación corporal y, si no se soluciona a tiempo, provocar molestias en otras partes superiores del cuerpo como las rodillas o la espalda.
Los tipos de dolor en la planta del pie pueden ser:
Los deportistas son quienes más tienden a sufrir estas patologías debido a una sobrecarga por exceso de actividad física, por la presión ejercida sobre el comienzo de los dedos al practicar deporte intenso.
Es frecuente que también padezcan este dolor personas que trabajan demasiado tiempo de pie, que hacen un uso prolongado de tacones o lleven un calzado inadecuado, quienes padezcan sobrepeso, personas con pie plano o, por el contrario, con demasiada curva, por torceduras de pie, por tener una mala pisada o una pierna más corta que la otra. También puede ser causado por enfermedades como la artritis o diabetes y, si el dolor se produce en los laterales del pie, puede ser debido a juanetes o callos.
El diagnóstico efectuado por el profesional se basa en los antecedentes médicos del paciente y la exploración física, mediante la cual y por medio de la palpación, comprobará si hay zonas de sensibilidad, enrojecimiento, hinchazón en el pie o prominencias óseas causantes del dolor y, en ocasiones, sobre todo si el dolor es muy intenso, el médico puede solicitar realizar una radiografía o incluso una ecografía o resonancia magnética, para descartar una fractura u otro tipo de lesión.
El principal tratamiento para la mayoría de pacientes consiste en hacer reposo y colocar hielo o frío sobre la zona afectada de inicio, administrar medicamentos antiinflamatorios como el Ibuprofeno o Naproxeno para aliviar el dolor y la inflamación, y se suelen recomendar también una serie de ejercicios de estiramientos o incluso fisioterapia.
Dependiendo de la causa que lo origine, se aconseja además un cambio de calzado, el uso de plantillas especiales, disminuir de peso, acudir al podólogo…etc.
Si tras varios meses de tratamiento convencional se continúa con dolencias, el médico puede recomendar otros procedimientos como el uso de algún dispositivo o calzado ortopédico para aliviar tensiones en el pie, tratamiento mediante ultrasonido con estimulación eléctrica para reducir los dolores, uso de férulas nocturnas para mantener estirada la fascia plantar, estudios biomecánicos de la pisada, u otros métodos más invasivos como inyecciones de esteroides contra las dolencias o cirugía para corregir deformidades óseas.
La fascitis plantar consiste en la inflamación de la fascia plantar, una banda de tejido elástico que transcurre desde el calcáneo del talón hasta la zona metatarsal (debajo de los dedos). El principal síntoma es un dolor agudo en la zona interna del talón, que sobre todo se produce cuando nos despertarnos y queremos iniciar a caminar. Posteriormente suele ir disminuyendo el dolor.
El espolón calcáneo es un bulto que crece en forma de pico o lanza y que se forma al calcificarse el ligamento del calcáneo del talón. Los tejidos que lo rodean pueden irritar y producir un dolor punzante al pisar y cargar sobre el pie.
El ardor o comezón en los pies suele ser provocado por una lesión en los nervios de las piernas y pies, afección conocida como neuropatía periférica y que en ocasiones va acompañada de una sensación de hormigueo.
También se puede padecer por alteraciones en la circulación sanguínea, cansancio y uso de zapatos inadecuados, lesiones en ligamentos o infección en la piel, entre otras posibles causas.
Los hongos en la planta del pie son infecciones causadas por el crecimiento de microorganismos en la piel, suelen provocar sequedad y grietas, sensación de ardor, mal olor y otros síntomas que finalmente derivan en incomodidad y dolor. Por ello es conveniente identificarlos y erradicarlos lo antes posible.
El pie de atleta es una infección entre los dedos de los pies causada por hongos, aunque también puede extenderse a la planta del pie. Es una dolencia común entre los deportistas, de ahí su nombre. Es contagiosa y los síntomas que suele producir son picor y ardor, piel blanquecina y descamación, ampollas y mal olor.