La sedación es un procedimiento anestésico que se utiliza para ayudar a los pacientes a relajarse mediante medicamentos. Se provoca una disminución de la excitación nerviosa y del dolor físico, con el objetivo de producir un estado en que el paciente se encuentre relajado y tranquilo.
Se suele administrar antes de realizar algunos procedimientos, en fases previas a inducir la anestesia, para realizar técnicas diagnósticas o terapéuticas o en enfermos graves y antes de realizar cualquier intervención quirúrgica permitiendo que el paciente esté calmado. Los fármacos se administrarán según el sexo, la edad, el peso y el estado físico y mental del paciente.
En la sedación el paciente puede recibir el medicamento a través de una vía intravenosa (en una vena) o una inyección intramuscular. Empezará a sentirse somnoliento y relajado muy rápidamente. Si el médico le administra el medicamento de forma oral (pastillas), el paciente va a sentir los efectos después de 30 o 60 minutos aproximadamente. Durante todo el procedimiento el paciente estará totalmente controlado midiendo la tensión arterial y la respiración.
Puede realizarse una sedación consciente, es decir, permite mantener todos los reflejos del paciente manteniendo la vía aérea libre de forma independiente y continua. Permite también una adecuada respuesta al estímulo físico o verbal en la que hay respuesta a órdenes verbales. El paciente está tranquilo, no dormido.
También en algunos casos puede realizarse una sedación profunda en la cual el paciente no es despertado fácilmente. Puede acompañarse de una pérdida total o parcial de los reflejos de defensa de la vía aérea, que incluye la pérdida de la habilidad para mantener la vía aérea abierta de forma independiente y continua y de responder a los estímulos físicos o verbales de forma intencionada.
El paciente está profundamente dormido, necesita a veces soporte para la respiración, sin llegar necesariamente a intubación endotraqueal (ventilación mecánica). Permite procedimientos más prolongados con niveles de dolor leve a moderado.
La sedación está indicada para:
La sedación se realiza porque:
Los riegos de la sedación consciente normalmente son escasos, siendo un procedimiento seguro. Sin embargo, puede tener riesgos como:
La preparación para una sedación precisa que antes del procedimiento:
La recuperación de una sedación después del procedimiento generalmente:
Los resultados de una sedación son muy efectivos tanto para el paciente porque le permite estar tranquilo y relajado, como para el médico que le ofrece la ventaja de tener control del paciente sin que esté alterado o nervioso para realizar cualquier procedimiento quirúrgico.
La sedación tiene que ser adaptada según las necesidades de cada paciente, con el fin de reducir la ansiedad y el dolor generados la intervención que se vaya a realizar.
Los efectos de la sedación duran aproximadamente de 40 a 60 minutos.
No es lo mismo, la sedación es un medicamento que ayuda al paciente a relajarse. Mientras que la anestesia es un medicamento que ayuda a bloquear el dolor y la sensibilidad.
No es dolorosa la sedación, lo único que sentirá el paciente es un pequeño pinchazo cuando se introduzca el medicamento por vía intravenosa.
El paciente recuperara la conciencia en una sedación profunda después que pase el efecto de la misma, generalmente en menos de una hora. Si se utiliza sedación consciente el paciente estar despierto, pero tranquilo y relajado.
La sedación puede presentar efectos secundarios como: