La reconstrucción de ligamentos laterales de rodilla es una cirugía reconstructiva que consiste en reparar los ligamentos laterales dañados en la misma. Se realiza reemplazando el ligamento lesionado por un segmento de tejido sano de un tendón, de la misma rodilla o de un tejido donante de otra parte del cuerpo. Este procedimiento puede restaurar de forma parcial o completa los movimientos de la articulación.
Los ligamentos laterales se clasifican en ligamento medial o interno y ligamento externo. Su función es dar estabilidad a la rodilla evitando que la pierna se mueva hacia los lados cuando la sometemos a un esfuerzo.
Estos ligamentos se encuentran en la parte lateral y media de la rodilla. El ligamento lateral interno evita que, cuando hacemos un movimiento de la rodilla hacia dentro, se vaya o se doble excesivamente, lo mismo sucede con el ligamento lateral externo pero con el movimiento de la rodilla hacia fuera. Ambos tienen la función de mantener la estabilidad de la parte interna y externa de la rodilla.
Las lesiones de los ligamentos pueden ser por un esguince, una rotura parcial, o rotura completa. Dependiendo de la lesión el especialista le realizará un tratamiento individualizado que le permita tratar y corregir la lesión.
Este procedimiento quirúrgico lo realiza un cirujano traumatólogo mediante una artroscopia. Se empieza administrando anestesia al paciente, que puede ser general o raquídea (en la cual no sentirá nada de la parte inferior del cuerpo).
El cirujano realizará tres pequeñas incisiones en la zona de la rodilla. Por una, introducirá un artroscopio (pequeño instrumento en forma de tubo que permite visualizar la articulación y así tratar la lesión) y por las otras las herramientas quirúrgica para reparar el ligamento. Puede volver a colocar el ligamento desgarrado o reconstruir el ligamento roto con un injerto de la porción de tendón rotuliano (el que conecta la rótula con la tibia).
El injerto puede ser del mismo paciente (autoinjerto) o de un donante. El médico realizará pequeños agujeros en la tibia y el fémur, donde estaba unido el ligamento desgarrado, y donde insertará el nuevo ligamento. Lo fijará con grapas o tornillos quirurgicos y eventualmente el hueso crecerá alrededor del injerto y fijará el ligamento. La incisión se cerrará con suturas o grapas quirúrgicas y se colocará un vendaje estéril.
La reconstrucción de ligamentos laterales de rodilla está indicada para:
La reconstrucción de los ligamentos laterales de rodilla se realiza porque esta es una de las articulaciones que más se utilizan del cuerpo humano por lo que es de las que está más expuesta a sufrir lesiones debido a las actividades que realizamos diariamente o al realizar algún deporte. Las rodillas son las encargadas de darnos movilidad y estabilidad, por lo que si se produce alguna lesión o problema en ellas hay que tratar de solucionarlo lo más pronto posible, para evitar consecuencias más graves.
La rotura de los ligamentos laterales de la rodilla produce dolor en la zona al apoyar el pie en el suelo o simplemente al mover la rodilla, y una gran sensación de inestabilidad (quiere decir que se siente floja o se mueve).
Los ligamentos son fundamentales para el correcto funcionamiento de la rodilla y la lesión de uno o varios de ellos no permite o limita la realización de ciertos movimientos.
Se realiza también cuando el paciente ha sufrido un desgarro o una rotura tras un movimiento brusco.
Generalmente el riesgo en la reconstrucción de ligamentos laterales de la rodilla es mínimo. Podemos encontrar riesgos relacionados con la anestesia, infecciones, o hemorragias. Puede existir el riesgo de desgarro del injerto, rechazo del mismo, entumecimiento de las zonas de la rodilla donde se realizaron las incisiones, rigidez y menos amplitud en los movimientos, así como incapacidad para lograr un alivio de los síntomas.
En general el tiempo de recuperación para la cirugía de reconstrucción de ligamentos laterales de rodilla va en fases y también dependerá de la condición del paciente.
La reconstrucción de estos ligamentos tiene muy buenos resultados, permitiendo que el paciente recupere su movilidad y estabilidad de la rodilla en poco tiempo. Para ello es muy importante la rehabilitación que tiene un papel fundamental de cara a fortalecer la rodilla para su recuperación total.
Si la lesión se maneja de manera adecuada, la mayoría de los pacientes con lesiones en los ligamentos laterales pueden volver a practicar deportes, y retomar las actividades normales de la vida diaria sin ningún tipo de inconveniente.
Los ligamentos laterales conectan la tibia con el fémur en la porción interna de la rodilla, impidiendo parcialmente el desplazamiento de la tibia sobre el fémur, así como el desplazamiento de la rodilla hacia el interior, ayudado en este caso, por el ligamento cruzado anterior que tiene la función de mantener la estabilidad de la rodilla.
La rotura de los ligamentos se produce por un giro del cuerpo con el pie fijo en el suelo, o por golpes en la parte externa de la rodilla provocando un estiramiento excesivo del ligamento.
Las lesiones de ligamentos son principalmente conocidas como desgarros o esguinces.
Una distensión de ligamentos es el cambio en el tamaño o la forma de los ligamentos, ya sea porque se estira o se contrae en exceso de un modo forzado o sobreesfuerzo, como consecuencia de movimientos bruscos de rotación o de flexión.
Los ligamentos son bandas de tejido muy sólido y elástico que unen los huesos en las articulaciones.