Uno de los dolores más intensos y difíciles de tratar es el dolor dental, limitando en ocasiones la capacidad de actuación de la persona que lo presenta. Este dolor incapacitante se debe a la estimulación de la raíz nerviosa por agentes térmicos, químicos o mecánicos, que irrita el nervio debido a la pulpitis o inflamación de la cavidad pulpar del diente. Si quieres conocer más acerca de los dolores de muela y qué hacer cuando aparezca, continúa leyendo.
Al existir dolor odontogénico, se debe solicitar la evaluación con el especialista lo más pronto posible para determinar la causa del dolor y las posibles medidas terapéuticas. Mientras que esto ocurre, se pueden establecer las siguientes medidas:
Existen algunos remedios caseros que podemos utilizar, además de las medidas terapéuticas indicadas anteriormente:
Existen diferentes causas por las cuales puede doler una muela, entre las principales destacan:
Aunque existen medicamentos farmacológicos y homeopáticos que ayudan a paliar el dolor, acudir al odontólogo es la única manera que tenemos para poder determinar la causa del dolor y aplicar las medidas terapéuticas correctivas. Estas pueden ir desde la realización de un tratamiento antibiótico si existe infección y colocar un empaste, hasta la realización de una exodoncia o extracción dental.
Este profesional es el encargado de realizar todos los procedimientos concernientes a la salud bucodental y se debe acudir tan pronto sea posible al presentar dolor de origen dental, para evitar consecuencias mayores como infecciones generalizadas.
En casos de dolor en una muela, podemos tener una idea general sobre el sitio del dolor, ya que, vamos a tener una serie de síntomas asociados que nos permiten identificar qué muela es la que presenta el problema como es el dolor al morder, inflamación alrededor del diente, dolor constante exacerbado con frío o calor y supuración con sabor desagradable. El diagnóstico definitivo lo vamos a obtener después de la evaluación con el especialista, quien tras realizar una inspección de cada pieza odontológica, nos indicará cuál es la que se encuentra enferma y qué tipo de incidencia presenta.
En general, si no somos alérgicos a ningún analgésico antiinflamatorio, podemos mejorar el dolor con cualquiera de ellos; como el ibuprofeno, naproxeno o diclofenaco, siempre bajo la estricta supervisión de nuestro médico de cabecera mientras solicitamos la consulta con el especialista en odontología; ya que, aunque el analgésico mejore el dolor, la causa del mismo continúa existiendo y progresando en nuestro diente.
Arlenys Karina Batista Urbaez
Licenciada en medicina y cirugía. Especialista en medicina familiar y comunitaria