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Prótesis de Hombro

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Definición

La artroplastia de sustitución del hombro es una técnica de cirugía mayor que consiste en la sustitución de la articulación del hombro que está enferma o fracturada, reemplazandola por una articulación artificial llamada prótesis. Esta sustitución puede ser necesaria de forma completa (prótesis total) o de sólo una parte (prótesis parcial). También se puede realizar un reemplazo de la superficie de la articulación en la parte superior del húmero, a modo de capuchón,  preservando más parte del hueso. Son las llamadas prótesis de reemplazo de superficie. Por último, en las situaciones en las que hay afectación del manguito de los rotadores (grupo de tendones de músculos que están fijos en la articulación del hombro y que le proporcionan estabilidad), se puede implantar la llamada prótesis invertida del hombro, en la que las estructuras protésicas de reemplazo de la articulación se colocan en posición contraria u opuesta a la posición normal anatómica de la articulación.

La artroplastia de sustitución del hombro es una técnica de cirugía mayor que consiste en la sustitución de la articulación del hombro que está enferma o fracturada, reemplazandola por una articulación artificial llamada prótesis.

¿Cómo es la prótesis de hombro?

La cirugía se realiza en el quirófano. Primeramente se coloca al paciente en la camilla en una posición de semisentado. Se administra la anestesia (habitualmente general)  por parte del médico anestesista quien controlará su efecto durante toda la cirugía y la situación del paciente. Se realizan todos los preparativos de colocación de material quirúrgico estéril. Se limpia y desinfecta la zona quirúrgica con aplicación de antiséptico (sustancia que destruye los gérmenes). Se realiza un sondaje vesical (colocación de un tubito en la vejiga para el control de la eliminación de la orina). La operación dura de una hora y media a dos horas.

La intervención consiste en practicar una incisión (corte) en la región anterior del hombro de unos 10 a 15 centímetros, hasta acceder a visualizar todos los elementos de la articulación. Se extraen entonces las piezas dañadas y se da forma al hueso para poder colocar la prótesis. Luego se procede a mejorar la fijación de las piezas para lo que puede ser necesaria la utilización de cemento (sustancia especial para fijación), para unir el o los componentes de la prótesis al hueso. También se pueden unir al tener los componentes protésicos una superficie porosa que se adhiere de forma natural al hueso. Es muy posible que se tenga que realizar un reajuste de los ligamentos (elementos a modo de “cordones” de unión entre las partes de la articulación)  que hay alrededor de la articulación.

Una vez colocada y fijada la prótesis los demás elementos de la articulación, se procede a cerrar la herida quirúrgica y así termina la cirugía. El paciente pasa entonce a la sala de reanimación donde despertará de la anestesia.

¿Para quién está indicada?

La indicación fundamental es calmar el dolor y secundariamente, dependiendo de cada caso, mejorar la movilidad del hombro. Varias patologías pueden afectar a la articulación del hombro causando dolor y discapacidad, lo que puede llevar a la indicación final de su sustitución por una prótesis:

  • La fractura compleja de la parte superior del húmero a veces impide su reconstrucción a través de una fijación de los segmentos fracturados (osteosíntesis) y colocación de los fragmentos en su lugar. Esto es motivo para que el traumatólogo tenga que indicar la utilización de una prótesis de hombro para asegurar la función adecuada del hombro y con ello del brazo.
  • Las enfermedades que conllevan una degeneración de la articulación importante y que agotan todas las vías de tratamiento, son otra de las indicaciones. Dentro de estas enfermedades se encuentran: Artrosis severa (enfermedad en la que se produce un desgaste progresivo del cartílago o tejido que amortigua los huesos del hombro lo que produce que lentamente la articulación del hombro se vuelva rígida y dolorosa). Artritis Reumatoide (enfermedad en la que se produce una inflamación crónica de la articulación que puede dañar progresivamente el cartílago y eventualmente causar su desaparición lo que provoca dolor y rigidez). Artritis postraumática (afectación que se puede producir después de una grave lesión en el hombro, como fracturas de los huesos que componen el hombro o roturas de los tendones o ligamentos del hombro, que pueden dañar el cartílago de la articulación con el tiempo, lo que a largo plazo  causa dolor en el hombro y limita su función)
  • La necrosis avascular (enfermedad que ocurre cuando el suministro de sangre al hueso (parte superior del húmero) se interrumpe. Debido a ésto  las células óseas mueren por no tener suministro de sangre (osteonecrosis), lo que puede finalmente causar la destrucción del hombro.
  • La prótesis de hombro también está indicada en la artropatía del manguito de los rotadores (cambios en la articulación del hombro debidos al desgarro del manguito rotador, que es el desprendimiento del hueso de un grupo de tendones de músculos que movilizan el hombro y hacen que la articulación permanezca estable, y que puede conducir a la artritis con la destrucción del cartílago articular).
  • A veces las prótesis del hombro fracasan, generalmente debido a su aflojamiento, desgaste, infección y dislocación del implante. Cuando esto ocurre, puede ser necesaria la realización de una segunda cirugía de reemplazo de la  prótesis, llamada cirugía de revisión de prótesis de hombro.

¿Por qué se realiza?

El propósito principal de la intervención es aliviar el dolor e intentar mejorar la función articular cuando los tratamientos no quirúrgicos como los fármacos y los cambios de actividad ya no son útiles para aliviar el dolor que la enfermedad produce en el hombro.

Riesgos de la prótesis de hombro

  • Complicaciones derivadas de la propia técnica quirúrgica y de la situación vital de cada paciente según el padecimiento de enfermedades crónicas como la diabetes, la hipertensión, enfermedades del corazón, obesidad, etc. que pueden ser potencialmente serias y afectar a todos los órganos y sistemas, pudiendo llegar hasta un riesgo vital,  y requerir tratamientos complementarios, tanto médicos como quirúrgicos.
  • Fracturas del hueso húmero, durante la intervención o más tardíamente.  
  • Infección de la herida quirúrgica, superficial o profunda (infección del implante, que puede obligar a la extracción de la prótesis si el tratamiento antibiótico fracasa).
  • Lesión de los vasos sanguíneos (los que llevan la sangre por el cuerpo) adyacentes. Si se afecta un gran vaso puede producirse una hemorragia masiva y puede requerir la administración de una transfusión de sangre.
  • Lesión o afectación de los nervios adyacentes, lo que podría ocasionar trastornos de la sensibilidad o del movimiento (parálisis) que pueden ser irreversibles.
  • Producción de trombos (obstrucción) en vasos sanguíneos (venas): trombosis en el brazo o en los pulmones.
  • Complicaciones cutáneas: necrosis o muerte del tejido, cicatrices anómalas (queloides), etc.
  • Luxación de la prótesis (cuando la prótesis se sale de su lugar), o inestabilidad de los componentes de la prótesis que puede exigir su reducción e incluso recambio.
  • Disminución de la movilidad del hombro por posibles variaciones de la longitud del hueso, desequilibrio o los tejidos blandos que forma parte de la articulación o mal posicionamiento de los componentes protésicos.
  • Aflojamiento de la prótesis o desgaste de la misma, que puede implicar la necesidad de un recambio protésico prácticamente siempre, con un peor resultado clínico previsto respecto a la colocación de la prótesis inicial.
  • Calcificaciones de los tejidos que rodean a la prótesis que pueden causar dolor y/o limitar la movilidad de la misma.
  • Rigidez articular post-operatoria.
  • Rotura del Manguito rotador (grupo de tendones del hombro).
  • Hematomas.
  • Dolor, que en general es de menor cuantía que el pre-operatorio.

Preparación

Antes de la decisión de la implantación de la prótesis de hombro, el traumatólogo le indicará la realización de una radiografía de hombro o, si fuera necesario, la realización de una resonancia magnética del hombro, para poder evaluar mejor la situación de la enfermedad y tomar la mejor decisión en cuanto al tipo de prótesis a utilizar.

El paciente se deberá realizar un estudio preanestésico con analítica de sangre, radiografía de tórax y electrocardiograma.

En la consulta de anestesiología, el anestesista le indicará al paciente el tipo de anestesia que se va a utilizar en su intervención.

Debe permanecer en ayunas 8 horas antes de la realización de la cirugía.

El paciente debe advertir de sus posibles alergias medicamentosas, padecimiento de enfermedades como  alteraciones de la coagulación, enfermedades cardiopulmonares, existencia de prótesis, marcapasos. También debe informar al médico de los fármacos que toma o cualquier otra circunstancia.

No se deben portar objetos metálicos como anillos, pendientes, etc.

Cómo es la recuperación de la prótesis de hombro

El alta hospitalaria dependerá del estado general de salud del paciente, de la aparición de complicaciones y del protocolo del centro hospitalario donde se realiza la intervención. Si la evolución es buena, el tiempo de ingreso es aproximadamente de cuatro o cinco días.

En los primeros días el brazo se pone en un cabestrillo. Tras los primeras 24 a 48 horas de la intervención, se iniciará el movimiento progresivo de la articulación en periodos cortos, manteniendo el uso habitual del cabestrillo. Después de unos 10 días se inicia el tratamiento rehabilitador, realizando fisioterapia para que progresivamente, durante todo el tiempo de recuperación, el paciente vaya adquiriendo movilidad en la articulación, mejore el estado de la musculatura que existe alrededor de la articulación y aumente la estabilidad de la articulación.

El tiempo medio de recuperación completa es de unos 6 meses, aunque este tiempo puede aumentar según el estado previo de la articulación y la enfermedad que la afecta, el tipo de prótesis y las características del paciente.

Resultados

Si la indicación es correcta para la patología del paciente y es realizada por un equipo especializado, la tasa de éxito es muy alta.  La reducción del dolor y el aumento de la movilidad es un objetivo conseguido en la mayoría de las intervenciones.

El paciente seguirá las revisiones pautadas por el traumatólogo para ver la evolución de la prótesis y valorar la posible existencia de complicaciones posteriores a la cirugía. Los primeros 2 o 3 años son críticos para valorar el éxito de la cirugía, si no hay complicaciones en ese periodo, normalmente el paciente puede disfrutar de la prótesis unos 15 años después de su instauración, dependiendo del tipo de prótesis, la fijación empleada y la actividad que el paciente realice. De forma progresiva con el tiempo, el paciente puede notar  algo de empeoramiento porque pueda mover menos la articulación, tenga menos fuerza o le duela un poco más. En las revisiones el traumatólogo puede detectar a largo plazo un desgaste del hueso provocado por la propia prótesis que por lo general, no va a afectar a su función ni a provocar dolor intenso.

Preguntas frecuentes

¿Cuánto dura la recuperación de la prótesis de hombro?

Tras la intervención el paciente puede iniciar una movilidad relativa en torno al mes posterior a la intervención, durante la que en la mayoría de ese tiempo tendrá que utilizar un cabestrillo y podrá presentar dolor y limitación importante de los movimientos. La recuperación es progresiva y se puede tardar en alcanzar de forma completa en término medio unos 6 meses, aunque puede aumentar ese tiempo dependiendo del tipo de prótesis utilizada, las características propias del paciente, la existencia o no de alguna complicación posterior a la cirugía, y de la enfermedad inicial que propició la indicación de la prótesis de hombro.

¿Cuál es la artroplastia de hombro sin prótesis?

Una artroplastia sin prótesis hace referencia a la eliminación de la superficie de la articulación del hombro dañadas cuyo deterioro ocasiona dolor e incapacidad de movilización de la articulación. Una vez eliminados el extremo o extremos de los huesos recubiertos de cartílago destruido o desgastado, se pueden dejar así esas partes recreando una articulación fibrosa que no produce dolor pero es inestable y con limitación del movimiento. También se pueden realizar descompresiones en partes de la articulación que producen proliferación o inflamación de estructuras, y realizar reparaciones de tendones que puedan estar rotos en la articulación (como el manguito de los rotadores). El acceso a la articulación en estos casos se suele realizar mediante una artroscopia (introducción de una pequeña cámara por medio de pequeñas incisiones sobre la articulación).

¿Cuál es la rehabilitación de la prótesis de hombro?

Normalmente se comenzará con ejercicios pasivos de movilización al día siguiente de la intervención, pero se utiliza un cabestrillo durante unas tres semanas para permitir una buena cicatrización de los tejidos. Después de este tiempo, comenzará con la realización de actividades sencillas y movimientos activos, pautados por el médico rehabilitador y el fisioterapeuta según el estado del paciente, la patología de base de la articulación y el tipo de prótesis. Se pueden aplicar técnicas de fisioterapia para disminuir el dolor y la inflamación como la cinesiterapia activa y pasiva o la electroterapia.

Tipos de prótesis de hombro:

    • Prótesis total: en ella se sustituyen las dos partes de la articulación,  la parte externa del omóplato (cavidad glenoidea) que tiene forma de media luna y la cabeza del húmero que es la otra parte de la articulación.
    • Prótesis parcial: en ella se sustituye sólo la parte de la cabeza humeral.
  • Prótesis invertida: en ella los componentes de la articulación se colocan en una posición anatómicamente invertida, es decir, la parte superior del húmero es cóncava (forma de media luna hacia arriba), como suele ser de forma natural la parte superior de la articulación que corresponde al omóplato, y ésta última en la prótesis invertida tiene una forma redondeada, como suele ser la parte superior del húmero de forma natural.

¿Qué es la prótesis de hombro invertida?

Es la prótesis de hombro en la que la colocación de las partes de la prótesis se realiza de forma inversa a la forma que habitualmente tiene la articulación del hombro de forma natural es decir, la “bola” del hombro (parte superior del húmero) pasa a estar fijada en la escápula, y la “cavidad” pasa a estar en el húmero.