La migraña es un dolor intenso de cabeza, que muchas veces se manifiesta más intensamente en un lateral de la cabeza. Se producen por cambios que afectan al flujo sanguíneo del cerebro, siendo aún desconocido su origen.
Al padecerlas se pueden derivar en más síntomas como arcadas, vómitos, sensibilidad a la luz y a los ruidos. Las migrañas pueden manifestarse por herencia genética y son más frecuentes en las mujeres que en los hombres.
Las migrañas generalmente son tratadas con medicamentos específicos recetados por un médico, no obstante hay algunos medicamentos genéricos que pueden mitigar sus síntomas en un momento dado.
El tratamiento de las migrañas se puede dividir en dos grupos de productos:
En función de las necesidades del paciente se elaborará un tratamiento personalizado según el grado de dolor, la frecuencia y las incapacidades que le produzcan, valorando también otros factores.
Para aquellas personas que padecen migrañas por diferentes síntomas, bien sea por herencia genética, derivadas de la ansiedad o estrés, cambios en las horas de sueño, ingesta de alcohol o tabaco o por realizar deporte, entre otros ámbitos a determinar por el médico.
La finalidad por la cual se aplica un tratamiento a las migrañas es para eliminar o reducir los síntomas y prevenir futuros episodios.
Generalmente el tratamiento de la migraña no lleva ningún riesgo asociado ya que no es invasivo, pero si tiene efectos secundarios y contraindicaciones.
Está contraindicado para mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, para niños menores de 10 años, si padecen enfermedades cardiacas, y en algunas personas mayores o si padecen alergia a algún componente.
Por otro lado, en relación a los efectos secundarios, hay algunos medicamentos muy potentes que pueden provocar somnolencia y cansancio en el paciente, y el consumo excesivo de ellos puede provocar úlceras y alteraciones intestinales.
Antes de la cita con el médico para establecer el tratamiento es importante que el paciente tome nota de todas las dudas sobre los dolores que padece, los síntomas, y los alimentos que consume con mayor frecuencia cuando sufre los ataques.
Además, si está tomando alguna medicación concreta o suplementos alimenticios también es importante que se lo haga saber al médico.
El tratamiento contra las migrañas puede ser puntual o diario, en cada caso se seguirá un correcto seguimiento del paciente para evaluar si existe una mejoría, y por tanto hace efecto la medicación.
En caso de que no sea así deberán evaluarse otras opciones de medicación, o si por el contrario hay una mejoría se probará a reducir la medicación.
Si la medicación es la adecuada se busca obtener resultados positivos ante el tratamiento de manera que los síntomas desaparezcan o se reduzcan y que los ataques de migraña no se repitan en un futuro.
Frecuentemente la duración de una migraña está entre media hora y 7 horas. No obstante, en algunos casos se pueden alargar hasta dos días.
Es una migraña que se caracteriza porque antes de manifestarse el dolor de cabeza el paciente sufre otros síntomas de carácter visual (destellos luminosos), sensitivo (adormecimiento u hormigueo en diferentes partes del cuerpo) o del lenguaje (problemas de lenguaje o entendimiento), entre otros.
En algunos casos estos síntomas pueden aparecer después.
Una migraña tensional es aquella en la que el paciente que la sufre tiene síntomas adheridos al dolor de cabeza en cuanto a la tensión muscular.
Sufre rigidez o tensión en los músculos de la cabeza y sus alrededores tales como el cuello, el cuero cabelludo y en la cabeza en sí.
Una cefalea normal hace alusión a un dolor de cabeza común por una dilatación de las arterias del cráneo, y que generalmente se debe a una exposición a algún estímulo que afecta al paciente, o por un tema postural.
Por el contrario la migraña es un dolor de cabeza muy fuerte que suele darse en un lado de la cabeza o en ambos. Es más intenso y persistente, y además suele ir acompañado de otros síntomas como vómitos, náuseas o alteraciones visuales, entre otros que pueden darse.