La laringoscopia es la prueba utilizada para examinar la parte final de la garganta a la que no se tiene acceso a simple vista. En esa zona se hallan las cuerdas vocales, y más abajo está la faringe, que es la parte que vemos al abrir la boca normalmente.
Existen varios tipos de laringoscopia:
En el caso de laringoscopia indirecta no hace falta ningún tipo de preparación.
En las laringoscopias flexibles tampoco es necesario ninguna preparación específica, pudiéndose realizar la prueba en consulta y la única indicación previa es no haber comido inmediatamente antes por si se provocan náuseas, aunque aún estas son bastante raras.
La laringoscopia rígida se hace bajo anestesia general y en estos casos si va a ser necesario el realizar una analítica previa y electrocardiograma, ya que la realizarán bajo sedación. Pero en general esto no es una prueba como tal, sino un proceso que se realiza en una situación de urgencia por algún problema grave.
La laringoscopia indirecta se realizará en el momento en la consulta. El médico sujetará la lengua tirando de ella hacia afuera para permitir una mejor visualización de la laringe.
Si se trata de una laringoscopia flexible, se realizará metiendo un endoscopio flexible a través de la nariz y desde aquí a la faringe y la laringe. Si fuera necesario, se puede decidir tomar biopsias a través del endoscopio.
Si la laringoscopia directa es rígida lo que se hace es meter el laringoscopio a través de la garganta y desde aquí hacer una visualización directa de la faringe.
Las complicaciones son muy raras, entre ellas están las náuseas y los vómitos, pequeños sangrados a través de la nariz o de lesiones en faringe y laringe, o espasmos de cuerdas vocales que se pueden producir cuando se trata de coger biopsias o se manipula en esta zona.
En los casos de realizarse con laringoscopio rígido puede haber problemas por la anestesia como con cualquier otro tipo de anestesia en otros procedimientos.
Los resultados son inmediatos en cuanto a visualización, esto es, podemos ver si las cuerdas vocales están bien o presentan alguna úlcera u otra lesión como pueden ser pólipos (partes de tejido adicional que crecen dentro del cuerpo). Permitirá ver también el movimiento de las mismas y si este es simétrico o no.
En los casos en los que se tomen biopsias, los resultados suelen retrasarse unos quince días hasta ser examinados por el laboratorio y dar un diagnóstico preciso de si es una lesión benigna o, por el contrario, es una lesión maligna que necesite un tratamiento más complejo.
La nasofaringoscopia es la realización de la endoscopia o laringoscopia flexible directa, en la cual el endoscopio ( tubo flexible con una cámara en la punta que transmite las imágenes a una pantalla), se introduce a través de las fosas nasales y desde allí se lleva a la faringe, pasando por la laringe hasta llegar a las cuerdas vocales. Este tipo de aparataje permite tomar biopsias o muestras para cultivo si fuera necesario.
La laringoscopia directa es la que permite ver directamente la laringe mediante un endoscopio flexible, o, en otros casos, con un laringoscopio rígido, generalmente ante necesidades quirúrgicas que requieran tomar biopsias o cultivos para examinar lesiones que puedan verse.
La laringoscopia indirecta es la que se realiza a través de un espejo, o sea, que no se ve la laringe directamente, lo que se visualiza es una imagen de ella en el espejo. Este se introduce a través de la boca y se lleva hasta la parte posterior para poder ver la zona inferior de la laringe y las cuerdas vocales. Si se observa alguna lesión no se podrá biopsiar y requerirá estudio posterior. Es una prueba muy rápida de realizar y que no necesita gran aparataje para ello.
La laringoscopia suele durar menos de cinco minutos, en el caso de la indirecta puede durar unos dos minutos. Las indirectas flexibles son algo más largas, pueden ser unos cinco minutos que pueden alargarse si se precisa coger alguna biopsia. Generalmente en ningún caso se extenderá más de 30 minutos.
La laringoscopia no es una prueba dolorosa, aunque en el caso de la indirecta el tirar de la lengua puede ser algo molesto, pero nunca doloroso.
En el caso de la laringoscopia directa no hay dolor, si acaso alguna náusea al pasar por la faringe y una mínima molestia en la nariz, en ningún caso el paciente necesitará analgésicos para el dolor de la prueba.