La inmunoterapia es un conjunto de tratamientos farmacológicos destinados a mejorar el sistema inmunológico del paciente, dando lugar a que este se defienda del tumor.
La inmunoterapia en el cáncer pretende estimular las células inmunológicas del paciente a través de diferentes formas. Es la llamada inmunoterapia pasiva, ya que no se activa el sistema inmune del paciente. Los principales fármacos que se administran son:
La inmunoterapia está indicada para algunos tipos de cáncer, ya que no es efectiva en todos:
La inmunoterapia se realiza porque el estímulo de la inmunidad del paciente da lugar a que el propio organismo actúe contra las células tumorales. Además es un sistema que permanece en el tiempo y evita las recidivas de los tumores.
En el caso de las vacunas como las indicadas para el papiloma, se evita que el virus infecte las células y de, más tarde, lugar al desarrollo de un proceso cancerígeno.
Los riesgos de la inmunoterapia son menores que los de la quimioterapia e incluyen:
No se precisa preparación especial para recibir una inmunoterapia, solo se debe de seleccionar el tumor correcto y la mejor forma de combatirlo con la inmunidad del paciente. Si se administra de forma intravenosa requiere canalizar una vena previamente.
La inmunoterapia del cáncer presenta una recuperación que puede ser compleja, ya que puede presentar efectos secundarios importantes producidos porque la respuesta inmune no solo ataque al tumor sino a otros órganos, dando lugar a complicaciones que deben ser tratadas en algunos casos con gran rapidez.
Los resultados son variables dependiendo del tipo de tumor a tratar. Se han conseguido muy buenos resultados en melanomas y tumores de pulmón, en ambos casos se ha logrado disminuir el desarrollo de metástasis. En otros tumores se ha conseguido alargar la vida del paciente.
Hay que tener en cuenta que no es una terapia exenta de posibles complicaciones, y que en algunos casos estas pueden llegar a ser muy graves y poner en peligro la vida del paciente.
La duración de una sesión de inmunoterapia es algo variable. No todos los inmunoterápicos se van a poner a traves de un sistema intravenoso.
La inmunoterapia no es un tratamiento doloroso. En el momento que se canaliza la vena y se introduce el fármaco el paciente sentirá el mismo dolor que cuando se le realiza una analitica de sangre.
Los lavados vesicales son procesos molestos pero no dolorosos.
La inmunoterapia tiene efectos secundarios como:
En la quimioterapia se administran fármacos que va a actuar directamente contra las células cancerígenas, impidiendo que se reproduzca e intentando dañarlas para que mueran.
La inmunoterapia se basa en que el propio sistema inmune del paciente sea el que ataque las células y las destruya. Esto permite que la situación no solo se de en el momento de suministrar el medicamento, si no que el sistema inmune continúe funcionando. Es un sistema más selectivo, que no daña a otras células del organismo como sí ocurre con la quimioterapia.