El hemocultivo es el cultivo de sangre para encontrar el germen que está produciendo una bacteriemia, en la cual las bacterias se encuentran en la sangre en el paciente.
No existen tipos de hemocultivo, es una única prueba, pero en ella el cultivo se hace con diferentes medios que permitan el mejor desarrollo e identificación de las posibles bacterias presentes, también se puede hacer cultivo por hongos si se cree que estos pueden estar presentes en el paciente y ser causa de la infección.
El hemocultivo no tiene preparación previa.
El hemocultivo se realiza mediante la extracción de sangre en tres puntos distintos de forma consecutiva, esto es, se realizaran tres extracciones de sangre diferentes. Se realizan cuando el paciente presenta un pico febril de más de 37,8. Esto es necesario ya que en los casos que no hay pico febril puede ocurrir que no se encuentre la bacteria o el hongo en la sangre.
La complicación del hemocultivo puede ser:
Los resultado del hemocultivo serán negativos, en aquellos casos en que no hay presencia de bacteria, ni de hongos. Esto quiere decir que no hay presencia de infección en la sangre del paciente.
Los resultados positivos serán anormales e indican la presencia de una bacteria o un hongo. Se suele asociar un antibiograma que indica qué tratamiento antibiótico o antifúngico será el más eficaz para tratar la infección del paciente.
La enfermedad que detecta es la bacteriemia, esto se produce cuando hay una infección, que estaba en una zona del organismo y se disemina a través de la sangre por todo el organismo.
Las enfermedades digestivas se pueden producir por las enterobacterias septicemias.
Las enfermedades del sistema urinario pueden producir también septicemia, el germen más común es el escherichia coli.
Los catéteres venoso también pueden producir septicemia por estafilococos.
El tiempo que se tarda en hacer un hemocultivo es igual que el de una extracción de sangre.
Para obtener resultados de un hemocultivo hay que esperar de entre 24 y 72 horas si se trata de bacterias. En los caso de hongos, se puede prolongar más el tiempo ya que tardan más en crecer. En la mayoría de los casos, en 48 horas se conocerá qué bacteria está produciendo la infección y cuál es el mejor tratamiento a realizar. Esto hará que tras un tratamiento empírico con antibiótico de inicio, se pase a cambiar el antibiótico, si este no era eficaz para la bacteria que estaba produciendo la infección.
El cultivo de orina es la prueba diagnóstica en la que la muestra de orina obtenida se sitúa en placas de crecimiento con un caldo de cultivo. Esto permite conocer qué bacteria está produciendo la infección y cómo tratarla.
Para obtener una muestra de orina es necesario desechar el inicio de la micción recogiendo la parte media de la misma, esto evitará que se pueda contaminar por bacterias que se encuentran en la piel y que realmente no están produciendo la infección al paciente.
El cultivo de heces es la búsqueda de una determinada bacteria en las heces de un paciente. Se realiza mediante el cultivo en un medio de cultivo que permite el crecimiento de la bacteria. Dicho cultivo se realiza en un sistema conocido como placa de petri. Las bacterias que suelen buscarse son el clostridium, la salmonella y la shigella, que pueden producir diarreas que precisan tratamiento antibiótico.
El cultivo de esputo es la búsqueda de las bacterias que pueden estar produciendo un proceso infeccioso a nivel del sistema respiratorio inferior.
Para hacer un cultivo de esputo el paciente deberá de presentar tos con flemas, serán estas flemas las que se cultiven en el medio adecuado para encontrar qué germen.
En casos de búsqueda de tuberculosis el cultivo se deberá de hacer sobre una placa con un medio de cultivo conocido con apgar-sangre y puede demorarse hasta 28 días el crecimiento de la bacteria.