La gasometría es una prueba de laboratorio en la cual se detecta principalmente la concentración de gases en la sangre (la cantidad de oxígeno, anhídrido carbónico CO2, y otras determinaciones). Lo normal es hacerlo en sangre arterial pero en algunas ocasiones también puede hacerse en sangre venosa.
La gasometría puede ser:
La única preparación que precisa es la limpieza con desinfectante de la zona a pinchar, y después debe realizarse una presión enérgica durante al menos 5 minutos sobre la zona para evitar la extravasación sanguínea, sobre todo si el paciente toma anticoagulantes.
En la gasometría se procederá a limpiar con desinfectante la zona a pinchar, que en el caso de la arterial suele ser la arteria radial (comienza en la división de la arteria humeral, aproximadamente un centímetro por debajo de la flexura del codo, y pasa a lo largo de la cara radial del antebrazo hacia la muñeca).
Puede producir cierto dolor, ya que se trata de zona muy sensible; posteriormente se extraerá una pequeña cantidad de sangre (0,5 – 1 cc.) que se enviará al laboratorio, donde será analizada para determinar la cantidad de oxígeno y anhídrido carbónico que tiene la misma, así como si tiene un buen equilibrio ácido-base.
Si la gasometría es venosa se procederá igualmente a desinfectar la zona que se vaya a pinchar, que en este caso será una vena, soliendo utilizarse la de la flexura del codo, y se analiza la sangre de igual modo en el laboratorio.
La única complicación que presenta la gasometría es que, por dificultad en la canalización de la arteria o vena, se produzca una salida de sangre en exceso de la misma, dando lugar a una extravasación sanguínea (salida de la sangre de la arteria o vena por la zona de punción), que puede producir un hematoma en la zona de extracción. Para evitar esto es importante hacer presión durante unos minutos tras la extracción sanguínea, además de colocar un apósito que comprima la zona.
Los resultados de una gasometría se obtienen de inmediato. Si se realiza en la urgencia hospitalaria se hace con carácter urgente, ya que la necesidad de suministrar oxígeno o no dependerá de los resultados obtenidos.
En los casos en los que se hace para control de oxigenoterapia domiciliaria, los resultados no son inmediatos y el médico dispondrá de ellos en unos dos días.
Los resultados se consideran normales si el oxígeno arterial se encuentra entre 80 y 100, y se diagnostica una insuficiencia respiratoria si el valor se encuentra por debajo de 70.
Los niveles de anhídrido carbónico normales se sitúan entre 35 y 45; cuando están por debajo de 35 hablamos de alcalosis respiratoria y por encima de 45, de acidosis respiratoria o hipercapnia (aumento del CO2 en sangre) por retención de anhídrido carbónico.
El pH sanguíneo se valora tanto en sangre arterial como venosa, siendo cifras normales entre 7,35 a 7,45. Si el nivel es más bajo hablamos de acidosis, si es más alto hablamos de alcalosis.
La gasometría arterial normal se produce cuando tras extraer sangre de una arteria los niveles de oxígeno se encuentran entre 70 y 100, y los de anhídrido carbónico se encuentran entre 35 y 45.
Cuando los niveles de oxígeno se encuentran por debajo de 70 estamos ante una insuficiencia respiratoria al no llegar bastante aire a los pulmones, lo cual impide que la sangre se oxigene y lleve suficiente oxígeno a las células del cuerpo.
La gasometría capilar es el método de obtención de una muestra sanguínea en neonatos para analizar los gases de la sangre.
En estos niños no se pincha una vena o arteria si se puede evitar, lo que se realiza es un pinchazo en el talón y, mediante un capilar (tubo de cristal muy fino), se extrae la sangre necesaria para poder analizar los gases sanguíneos.
El material así extraído deberá llegar al laboratorio de forma rápida, ya que no se deben esperar más de quince minutos para su análisis.
La gasometría arterial es la que se realiza pinchando una arteria, generalmente la radial, y nos permite ver oxígeno, CO2 y el equilibrio ácido-base.
La gasometría venosa es la que se realiza pinchando una vena, en general en la flexura del codo donde hay un fácil acceso a las mismas, y sobre todo sirve para conocer el equilibrio ácido-base. La valoración de los gases venosos no tiene utilidad para conocer una posible insuficiencia respiratoria.
La gasometría es una prueba diagnóstica relativamente sencilla, que se realiza con frecuencia. Por ello, el personal de enfermería no suele tardar más de un par de minutos en encontrar el punto de punción adecuado para la misma, y extraer la sangre necesaria para su análisis en el laboratorio. El resultado en el laboratorio no se demora mucho en servicios de urgencias, ya que son necesarias para decidir el tratamiento del paciente.
Las gasometrías arteriales son pruebas que pueden producir dolor en el momento de la punción. Si bien no es un dolor insoportable, pasado el momento el dolor desaparece rápidamente sin necesitar ningún analgésico para su eliminación.
Las punciones venosas apenas molestan como en cualquier analítica de sangre de otra índole.