La flebotomía se puede definir como la realización de una incisión practicada en la vena por motivos diversos.
En medicina, habitualmente, se utiliza el término flebotomía para referirse a la técnica por la que se realiza una extracción de sangre del organismo mediante una punción en una vena del cuerpo, con fines terapéuticos.
La flebotomía como medio terapéutico se realiza de la siguiente manera:
Primeramente se realiza una limpieza de la piel con un agente antiséptico (para retirar los gérmenes) en la zona donde se va a practicar la punción, habitualmente en la región flexora del codo o en la parte posterior de la mano.
Seguidamente, se coloca una banda elástica en el brazo por encima de donde se realiza la punción, cuya función es limitar el flujo de sangre a través de la vena, consiguiendo con ello que las venas se dilaten al llenarse de más sangre. Una vez identificada la zona donde se va a realizar la punción venosa se realiza la introducción de una aguja en el vaso sanguíneo por donde va a extraerse la sangre. Después se retira la banda elástica del brazo.
El sistema de extracción de la sangre y su almacenamiento es similar al procedimiento de donación de sangre, con la recolección de la sangre en un medio estéril. Puede durar entre 20 y 40 minutos. Habitualmente se extraen unos 400 – 500 ml de sangre (que contienen aproximadamente unos 200-250 mg de hierro). Esa sangre no es óptima para poderla utilizar como donación en otro paciente.
Tras la extracción de la cantidad adecuada de sangre, se retira el acceso venoso y se pone en la zona un apósito, realizando presión para ayudar a la coagulación del punto de salida de la sangre y su cicatrización, durante unos minutos.
Habitualmente este procedimiento se puede realizar una o dos veces por semana según los requerimientos que se precisen para el tratamiento del paciente.
La indicación de la flebotomía como tratamiento se realiza en situaciones en las que existe un aumento patológico de los niveles de hierro en la sangre o de células de la sangre (glóbulos rojos, plaquetas, granulocitos). Esto puede ser producido por distintas patologías como cardiopatías congénitas, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, policitemia vera (aumento del número de glóbulos rojos en la sangre), trastornos del metabolismo del hierro (hemocromatosis) y otras Policitemias secundarias.
La flebotomía se realiza con el fin de disminuir los niveles de determinadas células de la sangre y hierro en sangre que pueden ser perjudiciales para la salud del paciente.
Uno de los riesgos de la flebotomía es que puede producirse una ligera molestia en el momento de la punción del vaso sanguíneo. En pacientes que tienen miedo a las agujas puede producirse mareos y hasta pérdida de conocimiento. Esto igualmente puede pasar si al realizar el procedimiento el paciente presenta como consecuencia de la disminución de fluidos en su organismo una bajada de tensión arterial.
En la zona de la punción posteriormente puede aparecer un hematoma que se resolverá en los días siguientes.
A veces pueden producirse infecciones e inflamaciones en el acceso venoso (flebitis), con aparición de enrojecimiento, dolor y edema en la zona.
Como preparación previa se indica al paciente una adecuada higiene de la piel y acudir con ropa cómoda para la intervención.
No se precisa hacer ayuno. Es recomendable que el paciente beba medio litro de agua en la hora previa al procedimiento.
Los pacientes no deben tener infecciones agudas o presentar fiebre antes de la realización de la flebotomía.
Antes de iniciar la técnica se toma la presión arterial, la frecuencia cardíaca, la temperatura y el nivel de oxígeno del paciente.
Después de la flebotomía se vuelven a tomar las constantes vitales del paciente (presión arterial, saturación de oxígeno, frecuencias cardíaca, la glucemia, etc.). El paciente puede sentirse mareado si su tensión arterial está baja, o la cantidad de azúcar en sangre ha disminuido, por lo que es importante, antes de poder regresar a casa, comprobar que todos estos parámetros están en el rango de la normalidad por parte de los profesionales de la salud que atienden al paciente.
El paciente puede realizar sus actividades normales aproximadamente una hora después del procedimiento. Se deben evitar los esfuerzos y ejercicios intensos y conducir en la siguiente hora tras finalizar el procedimiento
El paciente puede comer sin problemas después de la realización de la técnica. Es recomendable sobre todo que beba tras la realización del procedimiento (agua, líquidos con cafeína, etc.)
Una vez realizada la flebotomía, el paciente puede permanecer con el apósito puesto en la zona de punción durante todo el día hasta la noche o retirarlo si no le sangra el punto de punción.
Los resultados de la eficacia del tratamiento se determinan por los controles analíticos periódicos que los médicos indican a los pacientes, para el control de los valores sanguíneos que se deben vigilar en cada enfermedad (niveles plaquetarios, de hematocrito, de ferritina, hierro, etc).
Esos resultados son explicados al paciente por parte del médico en las revisiones pautadas para el seguimiento de la evolución de sus patologías.
La flebotomía terapéutica es el procedimiento mediante el cual se realiza una extracción de sangre (sangrías) de forma pautada por la existencia de enfermedades que así lo requieran.
Las principales indicaciones de la flebotomía son dos enfermedades: la hemocromatosis (enfermedad en la que se produce un error en el metabolismo del hierro, que desemboca en una sobrecarga progresiva de este elemento en las células) y la policitemia vera (patología de la médula ósea donde existe una proliferación anormal de algunas de las células sanguíneas que produce).
La flebotomía para el exceso de hierro hace referencia al tratamiento indicado para la enfermedad denominada hemocromatosis. En ella se produce un acúmulo patológico de hierro en el organismo que puede ser perjudicial, y cuyo único tratamiento es la extracción de ese exceso de hierro mediante las sangrías periódicas o flebotomías terapéuticas, haciendo extracciones de una determinada cantidad de sangre.
El tratamiento de la hemocromatosis son las flebotomías si existe un acúmulo excesivo de hierro. En caso de que el paciente padezca una enfermedad añadida que contraindique la realización de flebotomías, el tratamiento consiste en la administración de fármacos quelantes del hierro durante periodos de 5-6 días por semana.