¿Qué es la cirugía oral?
La cirugía oral es la que se realiza para resolver determinados problemas de la cavidad oral, es decir, aborda quirúrgicamente patologías que se producen en la boca, los maxilares y sus tejidos.
La cirugía oral se realiza para la extracción de piezas como pueden ser las muelas del juicio o cordales, implantes dentales, tratamiento infecciones, prótesis, tratamiento del bruxismo, corrección del frenillo, extracción de restos de dientes incluidos y extracción de quistes o tumores, entre otros.
La cirugía se puede realizar con anestesia local o general. No precisa hospitalización y se realiza en la consulta del odontólogo o dentista de manera ambulatoria.
Tipos de cirugía oral
Los tipos de cirugía oral más frecuentes son:
- Cirugía de cordales: más conocidas como muelas del juicio. Este tipo de cirugía está indicada cuando estas piezas dentales provocan problemas. Al no tener espacio suficiente en la mandíbula, su erupción puede comprometer a las piezas próximas y causar daño. Puede ser causa de inflamación, infección y dolor de la encía.
- Extracción dentaria: sobre todo en aquellas piezas que causan algún problema, como son los dientes rotos que han dejado la raíz dentro del hueso o las piezas que no tienen tratamiento odontológico conservador.
- Cirugía preprotésica: se realiza antes de colocar un implante. En muchas ocasiones, previamente a los implantes dentarios, es necesario adecuar o corregir el hueso de la mandíbula por medio de injertos de hueso, para que el resultado final de un implante sea el adecuado.
- Tratamiento quirúrgico del frenillo: este tratamiento se aplica en niños. El frenillo puede ser labial o lingual y suele generar problemas en el habla o en la colocación de los dientes.
- Cirugía periapical: se aplica en el tratamiento de las infecciones de raíz del diente.
- Cirugía de quistes y tumores como lipomas, fibromas o carcinomas: pueden desarrollarse en cualquier zona de la boca incluidos labios y lengua.
- Cirugía para tratar el bruxismo: cuando el tratamiento de férulas de descarga no ha sido eficaz, se puede hacer una cirugía consistente en la redistribución de las fuerzas, reajustando la oclusión de la mandíbula.
- Patologías de las glándulas salivales.
- Tratamiento de lesiones faciales o mandibulares que afectan a la mala posición de los dientes o abertura de la boca para prevenir complicaciones futuras.
¿Cuándo se realiza la cirugía oral?
Una cirugía oral se debe realizar cuando existe:
- Pieza dental dañada: debido a un traumatismo o a una infección en la cual es necesario extraer el diente.
- Problemas con los cordales o muelas del juicio: su extracción es necesaria cuando implica las demás piezas, problemas de oclusión o mala orientación y alineación.
- Mala posición de la mandíbula, lo que ocasiona una mala mordida y oclusión, afectando también a los dientes.
- Heridas en la zona oral que tardan en cicatrizar más tiempo de lo normal, aproximadamente 15 días.
- Presencia de infección o inflamación en alguna zona oral, pudiendo ser causada por algún quiste o absceso.
- Preparación de la mandíbula previa a una implantología. A veces es necesario realizar injertos de hueso en la mandíbula para poder colocar un implante.
Pruebas complementarias antes de realizar cirugía oral
Las pruebas complementarias previas a una cirugía oral son, entre otras:
- Análisis de sangre completo con coagulación
- Radiografía de la boca (ortopantomografía)
- TAC o escáner de la zona afectada
- Electrocardiograma
- Pruebas de alergia, en caso de alergia a anestésicos
Factores de riesgo de la cirugía oral
Los factores de riesgo de una cirugía oral pueden ser:
- Enfermedades que puedan afectar a la coagulación y, por lo tanto, supongan un aumento del riesgo de hemorragias: la hemostasia es un mecanismo de defensa cuya finalidad es conservar la integridad vascular y evitar la pérdida de sangre.
- Tabaquismo: ocasiona la destrucción de los tejidos de soporte de los dientes, con pérdida de hueso, formación de bolsas periodontales y, ocasionalmente, pérdida dental.
- Pacientes oncológicos, sobre todo, si han sido sometidos a radioterapia y cuya afectación del tejido dental puede ser fibrosis (crecimiento de tejido anormal) u oclusión vascular, aparición de caries tras la radiación, fractura de las coronas de los dientes y necrosis (muerte) del tejido de la mucosa, entre otras.
- Personas con osteoporosis, lo que origina una pérdida de hueso mandibular.
- Personas con edad avanzada y las patologías asociadas a la edad como diabetes, hipertensión o enfermedades cardiovasculares.
- Mala higiene bucal: que puede favorecer la acumulación de una placa bacteriana que puede contener múltiples sustancias que irriten crónicamente la encía y la mucosa de la cavidad oral.
- Falta de hueso en la mandíbula que dificulta la implantación de piezas.
- Mala calidad de los materiales utilizados.
Preguntas frecuentes:
¿Quién realiza la cirugía oral?
La cirugía oral la debe realizar un especialista en odontología y cirugía oral.
La odontología es una de las ciencias de la salud que se encarga del diagnóstico, tratamiento y prevención de las enfermedades del aparato estomatognático, el cual incluye además de los dientes, las encías, el tejido periodontal, el maxilar superior, el maxilar inferior y la articulación temporomandibular.
Se debe realizar en un centro sanitario o consulta de odontología preparada con todos los medios para realizar su función. Además de garantizar la seguridad de las personas que se someten a una cirugía oral.
¿En qué casos es recomendable recurrir a esta cirugía?
Es recomendable recurrir a una cirugía oral cuando aparecen patologías o problemas que afectan a la zona bucal como, piezas dentales dañadas o rotas, infección de la encía u otra zona de la boca, aparición de quistes o tumores, necesidad de colocar un implante, extracción de las muelas del juicio o cordales, problemas de oclusión maxilar o masticación y bruxismo o presencia de frenillo labial o lingual, entre otras.
¿Qué beneficios tiene la cirugía oral?
Este tipo de intervenciones tiene como finalidad tratar aquellos problemas que afectan a las piezas dentales, encía y hueso mandibular y maxilar.
Mejora las funciones básicas diarias como respirar, comer y hablar correctamente.
Desaparece el dolor agudo y crónico, así como la inflamación e infecciones.
Estéticamente se mejora la apariencia dando más seguridad, confianza y estabilidad emocional a la persona, permitiendo que se desarrolle positivamente a nivel social, laboral y personal.