Es la cirugía traumatológica destinada a tratar el dedo en martillo. Esta es una deformación congénita o adquirida, habitualmente del segundo dedo del pie, aunque otras veces puede ser otro dedo, que desarrolla una deformidad fija en forma de Z, replegando el dedo sobre sí mismo: la falange proximal (la más cercana) se queda extendida y las falanges mediales (la del medio) y distal (la más alejada) se quedan flexionadas, lo que, además, puede producir la aparición de callosidades dolorosas.
Esta deformidad puede ser por causa genética o por otras alteraciones biomecánicas del pie (frecuentemente por la aparición de hallux valgus o juanete en el primer dedo del pie) favorecidas por la utilización de un calzado corto, de tacón alto o de punta estrecha. Otras causas pueden ser traumatismos anteriores, enfermedades inflamatorias (como la artritis reumatoidea), o alteraciones neurológicas (como la enfermedad de Charcot-Marie-Tooth).
¿Cómo es la cirugía de dedo martillo?
La intervención puede ser realizada mediante cirugía abierta con cortes longitudinales o mediante cirugía poco invasiva, a través de pequeños cortes.
Antes de iniciar la intervención se administrará la anestesia al paciente. Esta puede ser de dos tipos, anestesia general, o de la extremidad que se va a intervenir. E incluso en ciertos casos es posible realizar la intervención bajo anestesia local.
Los tipos de intervención quirúrgica que se pueden realizar para la corrección del dedo en martillo son:
Habitualmente esta intervención va asociada con la corrección del hallux valgus o juanete. Será el traumatólogo quien determine la realización de una u otra técnica, dependiendo de la situación personal de cada paciente.
Para pacientes en los que el tratamiento ortopédico y la modificación del calzado no consigue la corrección de la deformidad ni la mejora de los síntomas, o en caso de lesiones fijas (dedo totalmente rígido) y muy dolorosas.
Se realiza porque con la intervención quirúrgica se recurre al último escalón del tratamiento cuando otros tratamientos han sido ineficaces. El objetivo principal de la operación es aliviar el dolor, corregir la deformidad del dedo y mejorar la marcha, así como prevenir el dolor en la planta del pie y la aparición de otras deformidades.
Las complicaciones posibles derivadas de la cirugía pueden ser:
Aunque el diagnóstico del dedo en martillo es clínico, cuando se decide la indicación de realización de cirugía, se realizará una radiografía del pie para la valoración por parte del traumatólogo de la técnica de la cirugía en la anatomía alterada del paciente.
Se realizará un estudio preanestésico con analítica de sangre, electrocardiograma y radiografía de tórax. En la consulta, al anestesista determinará qué tipo de anestesia está indicada para cada paciente.
Dependiendo del tipo de operación, de la necesidad de reposo y del estado de salud previo del paciente, este puede precisar medicación para disminuir el riesgo de infección o de trombosis.
Se debe informar al médico previamente a la cirugía, de la toma de cualquier medicación y el padecimiento de cualquier enfermedad o alergia.
La mayoría de los pacientes son dados de alta el mismo día. En los primeros días, dependiendo del tipo de operación y de anestesia utilizada, el paciente puede necesitar una sonda de orina.
Durante los primeros días tras la intervención se precisará mantener en reposo el pie intervenido en alto.
Se puede precisar un vendaje corrector o férula de inmovilización durante las primeras semanas.
En las primeras semanas se pueden tener molestias debidas a la cirugía y al proceso de cicatrización y requerir tratamiento analgésico.
Al principio el paciente puede tener una sensación de pérdida de fuerza que recuperará a medida que vaya ejercitando la extremidad.
Habitualmente se recomiendan ejercicios de rehabilitación para la recuperación del movimiento del pie.
Es fundamental resaltar que una causa importante de la aparición de estas deformidades de los pies es el uso habitual de calzado inadecuado (tacones excesivos, puntas muy estrechas). Si después de la intervención se utiliza calzado de este tipo es más probable que las deformidades reaparezcan.
En general los resultados son buenos y se consigue el objetivo fundamental, que es la disminución del dolor. Al inicio el pie puede permanecer durante unos meses algo hinchado, pero progresivamente esa hinchazón desaparece y el paciente puede iniciar una deambulación completamente normal, mejorando su calidad de vida con ello ya que desaparece la limitación de dolor en el pie que tan incómodo resulta.
El “juanete” o hallux valgus es una deformidad del pie en la cual el dedo gordo se desvía hacia los otros dedos, deformándolos secundariamente. La corrección quirúrgica tiene varias opciones, a elegir en función de la gravedad del diagnóstico. Todas las técnicas quirúrgicas consisten en la corrección de la desviación del hueso, para evitar que se produzcan los dedos martillo, además de eliminar las molestias causadas por el propio juanete. El procedimiento más frecuentemente utilizado es la osteotomía mediante el que se realizan uno o varios cortes en el hueso de forma controlada y se cambia su alineamiento, fijando los fragmentos del hueso en la posición deseada con tornillos.
El hallux valgus o juanete es la desviación lateral del primer dedo del pie. Se dice que es bilateral cuando afecta a ambos dedos gordos de los pies.
El dedo en gatillo o dedo en resorte consiste en el bloqueo del movimiento de la flexo-extensión de la segunda falange de un dedo sobre la primera debido a una desproporción entre el grosor del tendón flexor, en un punto determinado, y el calibre de la vaina (estructura que cubre al tendón) por donde se desliza. Se suele localizar en los dedos 2º, 3º y 4º de la mano a nivel de la articulación metacarpofalángica.
Se produce en deformidades del pie en las que se desvía hacia adentro, orientando la planta hacia la parte medial del cuerpo y apoyando el extremo externo del pie.
Es una deformidad en la que el pie mantiene una postura flexionada hacia la parte delantera de la pierna (dorsiflexión) de forma constante. A veces, además, el pie también está desviado hacia afuera eversión (pie talo valgo).