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Otorrinolaringología

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Otitis en Niños
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Otitis en Niños

Una de las infecciones más frecuentes en la infancia son las otitis, pero ¿todo dolor de oído debe ser tratado con antibióticos? Respondemos a esta y otras cuestiones relacionadas con esta enfermedad. ¿Qué es una otitis? Las otitis hacen referencia a la inflamación de alguna parte del oído . Es una infección aguda en el oído producida por algún agente infeccioso y son muy comunes en niños. Tipos de otitis más frecuentes En función de dónde se produce la infección y la inflamación podemos distinguir dos tipos fundamentales: Otitis externa : la infección se localiza en la piel que recubre el conducto auditivo externo. Son muy frecuentes en verano y están relacionadas con las piscinas y la humedad en dicho conducto. Por ello también se llama “otitis del nadador”. A pesar de ser bacterianas, no suelen ir acompañadas de fiebre ni mal estado general, pero sí de un dolor muy intenso. El germen mayormente implicado es la Pseudomona . El tratamiento es muy simple y suelen ser antibióticos en gotas que se aplican dentro del conducto auditivo externo. Para tratar el dolor el pediatra suele pautar algún analgésico por vía oral. El médico puede diagnosticar fácilmente una otitis externa porque al presionar ligeramente la parte delantera del oído es extremadamente dolorosa (es lo que llamamos el “signo del trago”). También podemos observar el interior con un otoscopio (una linterna con luz especialmente diseñada para inspeccionar el oído externo hasta el tímpano) y veremos un conducto externo inflamado y presencia de una secreción acuosa o mucosa. Su evolución es, normalmente, favorable y sin complicaciones. En raras ocasiones se complica y necesita un tratamiento más agresivo. Es importante ser muy cumplido con el tratamiento: una semana de gotas y evitar sumergir la cabeza en el agua, es decir, evitar la playa y la piscina. El uso de bastoncillos o la introducción de objetos dentro del conducto auditivo externos puede causar lesiones en la piel del mismo que se pueden infectar y ocasionar, también, una otitis externa. Otitis media aguda (OMA): a diferencia de las otitis externas, estas son típicas del invierno . Es una complicación muy frecuente de catarros y otras infecciones de las vías altas respiratorias, donde la mucosidad abundante es la protagonista. En este caso, la infección e inflamación se localiza en el oído medio , detrás del tímpano. De hecho, se define la otitis media como la presencia de líquido en la cavidad media del oído. Las bacterias o virus que la causan suelen venir del interior de la nariz o de la boca. El cuadro infeccioso puede empezar directamente con un dolor de oído intenso (otalgia) o bien ser precedido por un catarro de vías altas. El dolor es producido porque el moco y el líquido que produce la misma infección se acumula y queda atrapado en el oído medio, detrás del tímpano. Esto aumenta la presión en el oído medio y provoca un dolor intenso. Este dolor puede causar malestar, irritabilidad y llanto. El niño, además, puede presentar fiebre alta. Oído rojo no es igual a otitis El pediatra puede diagnosticar fácilmente una otitis por la presencia de dolor, fiebre y, si observa el tímpano con el otoscopio, lo verá enrojecido y abombado hacia fuera. Es importante observar el tímpano abombado , ya que sólo su enrojecimiento no es signo de otitis, pues los niños cuando están acatarrados tienen las mucosas enrojecidas, y el oído también. Para diagnosticar una otitis media, deberá tener más signos: llanto, irritabilidad, fiebre, tímpano abombado… Conclusión: oído rojo no es igual a otitis. Durante su evolución, es muy frecuente que el líquido ejerza tanta presión que acabe rasgando o rompiendo el tímpano. En este momento los padres observan que del oído sale un líquido mucoso, amarillo y ligeramente sanguinolento . Es habitual que, tras una noche de llanto y fiebre, amanezca la almohada del niño manchada de ese líquido.  No es nada grave. En este momento, como la presión dentro del oído medio ha caído de golpe, deja de doler. En estos momentos hablamos de una otitis media perforada o supurada. La infección suele durar unos diez días y pueden requerir o no antibióticos . Del tratamiento, sus complicaciones y otros aspectos de la otitis media, hablaremos en los siguientes apartados. La otitis media en el lactante Las infecciones en el lactante suelen ser más diseminadas, es decir, sus síntomas son más inespecíficos y más generales. Son más frecuentes las otitis medias que las externas. El primer signo de una otitis media en un bebé es el dolor durante la succión , es decir, al mamar o tomar el biberón el niño se retira violentamente y llorando. Esto es debido a que el dolor aumenta en el oído cuando el lactante succiona o, lo que es lo mismo, hace presión negativa dentro de las estructuras anatómicas huecas del oído. Es muy frecuente también que presenten vómitos, fiebre, irritabilidad y malestar general.   ¿Por qué las otitis son más frecuentes en los niños que en los adultos? Una de las razones principales es anatómica. Los niños tienen las trompas de Eustaquio más cortas y más rectas que los adultos. En términos médicos, decimos que están horizontalizadas. Esta peculiaridad estructural dificulta el drenaje de líquido hacia afuera del oído, aún en condiciones normales. Si la trompa de Eustaquio se inflama o se bloquea con mucosidad, debido a un resfriado, el líquido no puede salir o drenar adecuadamente, siendo un caldo de cultivo excelente para el crecimiento de los microorganismos. Por otro lado, el sistema inmunológico de los niños es más inmaduro que el de los adultos y su lucha contra las infecciones no tan eficaz. Tratamiento de la otitis media El tratamiento fundamental es la analgesia (medicamentos para controlar el dolor). En los últimos años las sociedades pediátricas han modificado los criterios para tratar las otitis medias en los niños. Anteriormente, cualquier dolor de oído era tratado con antibióticos durante siete o 10 días. Se puede confirmar que el niño tiene una otitis media si cumple estos tres criterios: Otalgia importante (dolor de oído). Inicio súbito o agudo de los síntomas. Otoscopia donde se observa abombamiento del tímpano y enrojecimiento importante. Si el pediatra no tiene claro el diagnóstico, lo más prudente es esperar 48-72 horas y revalorar al niño antes de iniciar un tratamiento con antibióticos . A veces el dolor no se debe a una infección y algunas infecciones del oído mejoran sin necesidad de antibióticos (recordemos que la mayor parte de infecciones en la infancia son víricas y, los virus, no se curan con antibióticos). El uso cuidadoso de los antibióticos ayuda a evitar el desarrollo de bacterias que se vuelven resistentes a ellos. ¿Cuándo se inicia tratamiento antibiótico en una OMA? Se deberá iniciar de inmediato tratamiento con antibiótico en los siguientes casos: Menores de dos años: por el riesgo de complicaciones y recurrencias. En este grupo la curación espontánea es muy infrecuente. Los niños con signos de OMA grave: fiebre mayor de 39º o dolor muy intenso, otorrea (líquido que supura del oído) u OMA bilateral (cuando se afectan ambos oídos). Los niños con antecedentes de otitis media recurrente o persistente o familiares directos con secuelas óticas. El tratamiento antibiótico suele durar de 7 a 10 días. Si no se observa mejoría en 48 a 72 horas, se debe valorar el cambio a un antibiótico de mayor potencia. Es importante saber que los antihistamínicos, los mucolíticos y los descongestivos no son útiles en el tratamiento de las otitis. CUIDADO CON LOS REMEDIOS CASEROS No es adecuado poner nada dentro del oído, por lo que no se recomiendan muchos remedios “de la abuela” para calmar la otalgia, consistentes en introducir sustancias diversas como aceite caliente, ajo licuado o jengibre. Es más efectivo, en cambio, aplicar calor local con un saco de semillas que se pueda calentar en el microondas o una bolsa de agua caliente. Si el niño es mayor, masticar chicle puede ser beneficioso para aliviar la presión en el oído medio y favorecer el drenaje de secreciones. Mastoiditis: la complicación más frecuente de la otitis media aguda (OMA) La mastoiditis es una complicación grave de las otitis infantiles no tratadas, mal cuidadas o severas. Requieren tratamiento inmediato e ingreso hospitalario. La mastoiditis es la infección de la mastoides , un pequeño saliente óseo que podemos palpar justo detrás de la oreja. Su interior está formado por pequeñas cavidades o celdillas que conectan con el oído medio. Esta conexión es la que hace posible que algunas otitis medias deriven en mastoiditis. El diagnóstico es sencillo ya que palpamos un bulto rojo e inflamado detrás del pabellón auricular que suele desplazar hacia delante la oreja, haciendo que de repente el niño tenga “una oreja de soplillo”. Al tratarse de una infección grave el niño presentará malestar, fiebre y dolor. ¿Cuándo debo consultar con un otorrino? Si el niño ha padecido más de tres episodios de otitis media aguda en un periodo de seis meses o más de cinco episodios de OMA en 12 meses en el mismo oído, debe ser valorado por un otorrino infantil. ¿Se pueden prevenir las otitis? La mejor manera de evitar las infecciones del oído es reduciendo los factores de riesgo asociados a ellas. Otra es la lactancia materna a demanda y prolongada. Podemos disminuir los factores de riesgo con estas estrategias: Vacunar de la gripe una vez al año. Vacunar contra el neumococo a todos los niños menores de 2 años, comenzando a los dos meses de edad. Los estudios demuestran que los niños vacunados tienen menos infecciones del oído comparados con los que no son vacunados. Se recomienda sobre todo a los niños que acuden a guarderías. Lavarse las manos frecuentemente: el lavado frecuente de las manos evita la transmisión de virus o gérmenes. Evite exponer al bebé al humo del tabaco : Los bebés que están cerca del humo de los fumadores tienen más infecciones del oído. Nunca acostar al bebé a dormir con el biberón. Evitar el contacto con niños enfermos.  
Qué Debes Saber sobre la Faringitis
Artículo especializado

Qué Debes Saber sobre la Faringitis

La faringitis es la inflamación de la garganta o faringe causada por una infección bacteriana o vírica. Su principal síntoma es el dolor de garganta. Sin embargo, no debe confundirse con una amigdalitis, a pesar de que a veces se usan indistintamente. ACLARANDO CONCEPTOS Dolor de garganta: es la manera de llamar a la amigdalitis y faringitis en términos corrientes, no médicos.     Amigdalitis: inflamación de las amígdalas, que son las estructuras localizadas en ambas partes posteriores de la lengua dentro de los pilares amigdalinos. Faringitis : inflamación de la faringe, conducto de paredes musculares que conecta la boca con el esófago y que forma parte del tubo digestivo y contribuye a la respiración y a la fonación pues comunica con las fosas nasales, las trompas de Eustaquio y la laringe. Las causas de la faringitis La principal causa de faringitis son los virus en un 40-60%, sobre todo rinovirus, adenovirus, enterovirus, herpes virus (herpangina), VEB (virus Epstein-Barr), coronavirus, influenzavirus asociados a otra sintomatología de la vía respiratoria (tos, mocos, etc). La faringitis vírica es la más frecuente en niños de edades comprendidas entre los 12 meses y los 5 años. En menores de 2-3 años es muy poco frecuente la etología bacteriana. La causa más frecuente de faringitis bacteriana es la bacteria estreptococo S.ß-hemolítico del grupo A (s.Pyogenes) que ocasiona el 20-30% de los casos, seguidas de estreptococo de los grupos C y G (5%) (Mycoplasma y Chlamydia pneumoniae) así como (ArKanobacterium Haemolyticum). ¿Hay diferentes tipos de faringitis? Clasificaremos principalmente entre faringitis viral y faringitis bacteriana. Los síntomas se solapan muchas veces como puede verse en la tabla adjunta: Viral Bacteriana Inicio Paulatino Brusco Edad <3 años 5-15 años Estacionalidad No Invierno-Primavera Fiebre Variable Muy elevada Tos Sí No Síntomas catarrales Frecuentes Ausentes Conjuntivitis Sí No Erupciones No Escarlatina Dolor garganta No-leve Intensa Supuración Amígdala Posible-escaso Si, amarillo Vesículas / Aftas Posible No Diarrea Frecuente No Dolor abdominal No A veces Puntos rojos en el paladar y la campanilla No Frecuente ¿Cómo se diagnostica? Es muy importante en caso de sintomatología de faringitis vírica no utilizar antibióticos ya que esto va a convertirlos en menos efectivos a lo largo de la vida del paciente. Nuestro pediatra de referencia efectuará, en el caso de faringitis bacteriana, un test diagnóstico consistente en una prueba de detección rápida del antígeno de estreptococo. Este test puede realizarse en la misma consulta y sus resultados son inmediatos. Es una prueba no invasiva para nuestros pequeños pacientes y en caso de resultado positivo nos recetará un tratamiento a base de antibiótico. No es necesario efectuar siempre pruebas diagnósticas ya que la clínica de nuestros pacientes en la mayoría de los casos es indicativa del tipo de faringitis al que nos enfrentamos. Tratamiento de la faringitis El objetivo del tratamiento de la faringitis va a ser principalmente mejorar la sintomatología y a la vez eliminar la bacteria en caso de la faringitis bacteriana, causante de nuestra enfermedad: En la faringitis vírica, la experiencia de los padres o cuidadores principales pueden ser suficientes a la hora de establecer unas pautas básicas de control de síntomas: medida de la temperatura corporal, vigilar el estado general, mantener una hidratación adecuada, y alimentarlos frecuentemente con pequeñas cantidades. En estos casos, lo más habitual es que los niños prefieran alimentos de baja consistencia o bien líquidos como sopa, leche, yogur o purés , que facilitarán el paso de los mismos por la faringe inflamada. Es importante no olvidarse del control de la temperatura con la administración de ibuprofeno (Dalsy®) y paracetamol (Apiretal ®). Los productos homeopáticos existentes en el mercado también son muy efectivos para el tratamiento de la faringitis. Estos son: echinacea, própolis y cobre en gránulos… Los remedios caseros tampoco deben descartarse. Una infusión de manzanilla, un poco de miel diluida en leche caliente o una infusión templada de tomillo para hacer gárgaras, son efectivas y muy bien aceptadas. En cuanto a la faringitis bacteriana, la trataremos con un antibiótico siempre prescrito por nuestro pediatra. El de primera elección va a ser la Amoxicilina por vía oral durante 10 días en la mayoría de los casos o la penicilina V oral en casos seleccionados. En caso de alergia a la penicilina se utilizará Azitromicina o Claritromicina oral según pauta prescrita. Otras cuestiones prácticas Esta enfermedad no es hereditaria y, como cualquier enfermedad adquirida leve, su curación será siempre de corta duración, entre 8 y 10 días. Es una enfermedad muy contagiosa , aunque de poca gravedad, si se trata adecuadamente, por lo que se aconseja que los niños y adultos afectados permanezcan en casa durante dos o tres días evitando así su contagio tanto a adultos como a niños. La transmisión es siempre vía ora l, a través de la saliva, por lo tanto, unas medidas de higiene adecuadas como el lavado frecuente de manos, los pañuelos de un solo uso y la ventilación de la habitación evitarán su contagio. En caso de infecciones de repetición o resistencia al tratamiento, nos derivarán al otorrinolaringólogo (por ser el especialista en garganta, nariz y oído) para descartar causas estructurales o asociación a enfermedades de otras estructuras de la vía respiratoria o digestiva como pueden ser otitis, reflujo gastroesofágico, rinitis, sinusitis, etc. La faringitis en una enfermedad leve pero que causa malestar, sobre todo en el caso de los niños. Con nuestras indicaciones esperamos ésta sea más llevadera.
Manejo del Tapón de Cera en el Oído
Artículo especializado

Manejo del Tapón de Cera en el Oído

Nuestra intención no es que te saques el tapón de cerumen en tu casa mientras lees el artículo sino, justamente, que conozcas lo que no debes hacer. ¿Qué es un tapón de cera exactamente? En el conducto auditivo externo (CAE) se produce una secreción (el cerumen) de consistencia y color similar a la resina y cuyas funciones son la limpieza, lubricación y protección del oído medio. Al analizar su contenido podríamos observar células descamadas, secreción sebácea y gérmenes contenidos en la flora habitual, entre otros. En condiciones normales, este material no se deposita en el CAE, sino que se elimina de forma fisiológica al exterior, por arrastre. Ahora bien, puede ocurrir que se adhiera en la pared del CAE de forma que su tamaño aumente progresivamente, además de endurecerse hasta el punto de ocluir absolutamente la luz del CAE, formando un tapón . Su diagnóstico puede ser casual (en una exploración convencional) o por los síntomas que ocasiona. Pueden afectar a un porcentaje representativo de la población, aunque es muchísimo más frecuente en la tercera edad. ¿Qué síntomas produce el tapón¿ ¿Cómo sabemos que tenemos un tapón de cerumen? Aunque te parezca una patología poco relevante puede preocupar mucho a la persona que, de repente, aprecia que no oye igual por un oído que por el otro. Otros síntomas que puede ocasionar son: picor, dolor, acúfenos (o ruidos), mareo e incluso tos irritativa. Como es evidente, ante una sordera súbita lo primero que debemos hacer es acudir a visita médica presencial. Nos tranquilizará mucho la confirmación de un tapón de cerumen tras la realización de una otoscopia (visualización directa del CAE mediante un aparato provisto de luz llamado otoscopio). El diagnóstico no requiere más que una exploración física específica y es inmediato. Tengo que decirte que la presencia de un tapón puede acarrear problemas secundarios como puede ser acúmulo de secreción detrás del mismo y sobreinfección , así como dolor por aumento de la tensión en el CAE. Entonces, ¿es peligroso tener un tapón de cerumen? No es peligroso, pero si ocasiona síntomas (hipoacusia, picor, dificultad para la higiene, retención de agua tras la ducha…) debe extraerse. Cuando se aconseja su extracción, es preferible que se realice de forma programada y, normalmente, en la consulta del Otorrinolaringólogo . ¿Cómo se realiza la extracción? Si es posible se recomienda una preparación previa muy simple que facilitará la extracción en la consulta. Consiste en la instilación de unas gotas óticas (cerumenolíticas) cuya finalidad es ablandar el tapón y desimpactarlo de sus paredes de forma que la extracción sea mucho más rápida y menos agresiva. Para extraerlo instilamos agua a presión por detrás del tapón para que se separe y salga despedido hacia el exterior. Suele salir arrastrado por la propia agua instilada. En ocasiones, debe repetirse la maniobra para conseguir su desimpactación (especialmente cuando no se han aplicado las gotas, durante los días previos).   ¿Tiene contraindicaciones? ¡Cuidado! A pesar de ser un método sencillo e incruento puede tener contraindicaciones. Por ejemplo, la aplicación del cerumenolítico estaría contraindicada en personas con antecedentes de cirugía previa de oído (incluida la colocación de drenajes) o con perforación timpánica. Asimismo, la instilación de agua para arrastrar el tapón no está libre de efectos indeseables como pueden ser: dolor, acúfenos, sensación vertiginosa , erosiones en la piel del CAE, otitis externa e incluso la perforación del tímpano. Algunos otorrinolaringólogos optan por la extracción manual del tapón, consistente en su arrastre mediante un material específico (curetas, cucharillas, fórceps o succión). Para entendernos, sería como pinchar el tapón con estos artilugios y retirarlo hacia afuera del CAE. Por supuesto, requiere habilidad para realizarla. ¿Se puede prevenir la formación de nuevos tapones de cerumen? Por descontado, debemos extremar la higiene para evitar el acúmulo de secreción en el CAE. Respecto al uso de bastoncillos decirte que existe una gran controversia dado que es difícil calcular la presión exacta a ejercer para evitar lesiones indeseables. Unas medidas consensuadas serían la instilación periódica de gotas de aceite de oliva y la irrigación del CAE con irrigadores de oído. Sólo en algunos casos se recomendará la aplicación periódica de gotas ablandadoras y siempre bajo supervisión médica.
Consecuencias del Ruido en la Salud
Artículo especializado

Consecuencias del Ruido en la Salud

¿Te preocupa el ruido que nos rodea? ¿Crees que puede afectar a nuestro bienestar? El ruido es uno de los problemas ambientales más importantes . Se define como un caso particular de sonido, una emisión de energía originada por un fenómeno vibratorio detectado por el oído, que provoca una sensación de molestia. Es un sonido no deseado. El nivel de sonido se mide en decibelios (dB) y un pequeño incremento en los decibelios supone un gran incremento en energía sonora. EL RUIDO ES SUBJETIVO La subjetividad inherente a la molestia que provoca un ruido dependerá de estos factores: La cantidad de energía sonora (a mayor energía, mayor molestia). Tiempo de exposición (a iguales niveles de energía, a mayor duración, mayor molestia). Características del sonido (espectro de frecuencias, ritmo, etc.). Sensibilidad individual (influida por factores físicos, sociales, culturales, etc). El oído es el órgano sensorial responsable de la audición y, es concretamente la parte denominada oído interno es la encargada de la transformación de las ondas sonoras recibidas (energía mecánica) en impulsos nerviosos (energía eléctrica), que son finalmente transmitidos al sistema nervioso central (cerebro). Fuentes de ruido Se considera que, en Europa, millones de personas están expuestas a niveles de ruido ambiental que los expertos y profesionales del sector consideran demasiado elevados y que pueden provocar posibles efectos nocivos sobre la salud humana. En la mayoría de las ocasiones, las fuentes que producen el ruido ambiental forman parte de la vida humana cotidiana, como son, por ejemplo: Las actividades industriales : ruido generalmente producido por la maquinaria, en relación a la potencia de la misma.  También la construcción y los trabajos de excavación pueden causar emisiones considerables (grúas, hormigoneras, soldaduras, martilleo, perforadoras…). Otros ejemplos, dentro de la innumerable lista, serían los sistemas de ventilación, los ascensores, la limpieza de calles, la recogida de basuras… Las actividades de comunicación (radio, TV, teléfono, fax…). Las actividades domésticas, vecinales, deportivas y de ocio : voces, fiestas, música de discoteca, utensilios de aspiración en el hogar, el uso de auriculares sin limitador de volumen, determinados juguetes con sonidos intensos, el tañir de las campanas de la iglesia… Los medios de transporte : incluiría los vehículos a motor (aquellos más grandes y pesados son los que emiten más ruido, generado por el motor y por la fricción entre el vehículo, el suelo y el aire); los ferrocarriles (el ruido que generan depende de su velocidad, tipo de motor, el estado de los raíles y sus fijaciones, la rugosidad de las ruedas…); y el tráfico aéreo (aquellos aviones más grandes y pesados producen más ruido, en las operaciones de despegue y aterrizaje, etc). Problemas de salud relacionados. Según la Comisión Europea, la exposición al ruido excesivo puede provocar, entre otros: Problemas de sueño (insomnio; despertares nocturnos o demasiado tempranos; cambios en la duración de las distintas etapas del sueño, en su estructura y fragmentación; mayor necesidad de uso de somníferos o sedantes; somnolencia diurna con el consiguiente descenso del rendimiento cognitivo en trabajo/escuela…). Cambios en los niveles hormonales (estrés) pueden provocar efectos cardiovasculares como la hipertensión o mayor riesgo de padecimiento de infarto agudo de miocardio; déficits de inmunidad, obesidad; depresión y otros desórdenes psíquicos… Efectos auditivos (discapacidad auditiva con o sin padecimiento de acúfenos -ruidos en los oídos cuando no existe fuente sonora externa-, dolor o fatiga auditiva…). Afectación del desarrollo cognitivo infantil. Afectación del comportamiento social (agresividad, protestas, sensación de desamparo) o interferencia en la comunicación oral. Estrategias de intervención El problema del ruido es una preocupación de la población a nivel global y, por ello, está empezando a ser una cuestión importante en salud ambiental para los gobernantes de muchos países. Prueba de ello sería la publicación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de su plan de acción para Europa “Children’s enviroment and health”, cuyo objetivo prioritario es la protección frente a la exposición a niveles nocivos de ruido de los niños, tanto en casa como en la escuela. Existen estudios científicos realizados en España que demuestran que la población general estaría dispuesta a pagar más impuesto s o, incluso también, a a umentar el coste de su vivienda , entre otros aspectos, con la finalidad de conseguir ambientes más silenciosos. Igualmente considera necesaria la actuación en inversión pública con la finalidad de reducir la contaminación acústica.
Hipoacusia o Cuando Falla la Audición
Artículo especializado

Hipoacusia o Cuando Falla la Audición

Todos sabemos que, con el paso del tiempo, perdemos capacidad auditiva (presbiacusia, que sería el equivalente a la presbicia de la agudeza visual). Pero, ¿cuándo se considera pérdida normal (fisiológica) o pérdida anormal (patológica)? Si tengo 40 años, ¿es normal que esté perdiendo audición (hipoacusia) o es demasiado pronto? ¿SABÍAS QUE…? La hipoacusia es una de las pérdidas sensoriales más frecuentes y que se considera una discapacidad sensorial. Afecta alrededor del 10% de la población adulta. A partir de los 65 años casi el 50% de la población presenta presbiacusia. Tipos de sordera La hipoacusia implica una restricción en la relación interpersonal pues se merman sus habilidades de comunicación y ello repercute en la esfera psicológica.  Según el momento en que debuta una sordera podremos clasificarla como: Sordera prelocutiva (aparece antes de que el niño comience a hablar). Sordera postlocutiva (aparece después de aprender a hablar). Atendiendo a su severidad o grado de afectación hablaremos de sordera: Leve (pérdida de 20-40 dB. La persona afecta no oirá bien en ambientes ruidosos). Moderada (pérdida de 40-70 dB. La persona afecta no podrá seguir una conversación) Severa (pérdida de 70-90 dB. La persona afecta sólo oye a corta distancia y sonidos de alta frecuencia). Profunda (pérdida de 90-120 dB. La persona afecta no oye apenas). Absoluta o cofosis (pérdida superior a 120 dB HL): pérdida total de la capacidad auditiva. Según la localización de la lesión en la vía auditiva tendremos tres tipos de hipoacusias: Hipoacusia neurosensorial o de percepción : por alteración en la vía de nerviosa del estímulo auditivo (cóclea, nervio auditivo o a las vías del sistema nervioso central). Hipoacusia de conducción o de transmisión : por dificultad para la transmisión del sonido (afecta a conducto auditivo externo, membrana timpánica u oído medio). Mixta (combinación de las dos anteriores). ¿Cómo se llega al diagnóstico de hipoacusia? Normalmente es el paciente quién acude a visita médica indicando haber observado disminución de su audición. También es frecuente que su familiar refiera dificultad de interrelación. Para confirmar el diagnóstico es preciso realizar un interrogatorio exhaustivo , en el que debemos indagar el tiempo y la forma de evolución, la forma de inicio, si existe un posible desencadenante, si empeora en lugares ruidosos, si existe presencia de otros síntomas acompañantes, etc. Posteriormente, realizaremos una exploración empezando por una otoscopia con la que visualizaremos el conducto auditivo y la membrana timpánica. Para cuantificar y calificar el tipo de hipoacusia precisamos realizar unas pruebas específicas de la función auditiva. Las más frecuentemente empleadas son: Prueba del susurro: el explorador susurra palabras que el paciente debe repetir. Acumetría mediante el diapasón (es un artilugio metálico con forma de horquilla, utilizado para valorar la transmisión del sonido a través de la vía aérea y ósea respectivamente. Audiometría de tonos: se realiza en un ambiente silencioso o en una cabina insonorizada. Se evalúan diferentes frecuencias.  Se obtiene un registro con dos curvas para cada oído, una curva corresponde a la vía ósea y otra a la aérea. Así mismo, la audiometría nos permite cuantificar la pérdida auditiva. Con los estudios mencionados ya podemos conocer el tipo de sordera del paciente y el grado de afectación. Es posible que para estudiar el posible origen de la sordera precisemos pruebas de imagen como la resonancia magnética (permite un mejor estudio del nervio estatoacústico y del SNC) o la tomografía computarizada (permite valorar el estado de las estructuras óseas) ¿De qué tratamientos disponemos en la actualidad? El tratamiento dependerá de la causa, localización y gravedad de la hipoacusia. Podrían ser tratamientos médicos, quirúrgicos o audífonos convencionales . Para la hipoacusia de percepción o neurosensorial el tratamiento de elección es la adaptación de audífonos. Están indicados en la pérdida de al menos 50 dB en las frecuencias conversacionales. La hipoacusia de transmisión o conductiva puede tener muy diferentes causas: otitis externa o media, tapón de cerumen, perforación timpánica…Normalmente se realiza tratamiento médico o quirúrgico, según sea la causa. Enfermedades que causan pérdida de audición No quería dejar de hablarte de unas enfermedades con entidad propia. Estoy segura de que has oído hablar de ellas en alguna ocasión: el trauma acústico, el barotrauma y la sordera súbita. A pesar de que son motivo de abordaje individualizado tan sólo una mención de cada una de ellas: Trauma acústico: es el que sufren los trabajadores sometidos a un ambiente ruidoso de determinada intensidad y de forma continuada. El único tratamiento eficaz es la prevención mediante protectores auditivos. Barotrauma: es el daño físico causado por una diferencia de presión entre nuestro espacio aéreo interior y el que lo rodea. Es típico cuando un individuo pasa de un entorno de mayor presión a otro de menor presión, por ejemplo, en el caso del submarinista o del pasajero de un avión. Suele tratarse con maniobras de compensación. Sordera súbita: se considera una urgencia médica. Suele acompañarse de acúfenos o ruidos en los oídos y, a veces, con sensación vertiginosa. La forma de presentación más característica es la pérdida brusca de audición, sobre todo al despertarse. Se acompaña casi de una fuerte sensación de presión o de ocupación en el oído. Suele tratarse con corticoides. Para finalizar ,una pincelada de optimismo. En la actualidad se ha evolucionado a pasos agigantados respecto al diagnóstico precoz y abordaje temprano de la sordera. Es posible realizar pruebas de cribado para la detección precoz de enfermedades y prevención de minusvalías en recién nacidos.  Lo recomendable es hacer el cribado entre las 12 y las 48 horas de vida, antes de salir de la maternidad. En cualquier caso, debe ser realizada en el primer mes de vida. La identificación y el tratamiento temprano de los bebés con sordera congénita (presente desde el nacimiento) facilitará el desarrollo de su lenguaje más adelante.
Cómo Combatir la Candidiasis Oral en Bebés y Niños
Artículo especializado

Cómo Combatir la Candidiasis Oral en Bebés y Niños

La candidiasis oral o muguet está provocada por la levadura Candida albicans . Es un hongo que suele provocar síntomas por sobrecrecimiento, ya que forma parte de la flora normal de la boca y la zona genital. En bebés, se considera habitual que tengan muguet en algún momento de las primeras semanas de vida. Lo mismo ocurre en personas ancianas, diabéticas o debilitadas por la edad o los tratamientos que alteran las defensas. ¿Tienes dudas? Regístrate ahora en Savia y habla gratis con nuestro médico especialista en Pediatría. ¿Cuándo es más frecuente? Se observa muguet con mayor frecuencia entre el nacimiento y los seis meses de edad, es decir, en lactantes. Es más frecuente en los niños prematuros o en aquellos debilitados por alguna enfermedad. En condiciones normales la levadura Candida está en la boca del bebé formando parte de su flora, y su crecimiento se controla con un equilibrio con el resto de la flora . En situaciones de desequilibrio de la flora (disbiosis) es cuando la Candida crece y prolifera en exceso provocando las manifestaciones clínicas. Es frecuente que este desequilibrio aparezca de forma fisiológica, debido a la inmadurez del sistema inmunológico del bebé. También es frecuente tras tratamientos con antibióticos o corticoides, que acarrean una alteración del sistema inmunitario local. Puede ocurrir en la madre que está dando el pecho, afectando el pezón y la areola mamaria , y contagiando al niño durante la lactancia. ¿Qué aspecto tiene? El muguet se manifiesta por placas blancas en la lengua, el paladar o la mucosa de las mejillas, con un aspecto que recuerda a la leche, el requesón o el yogur sin deglutir. Al intentar limpiarlas vemos que no se desprenden con facilidad, o que lo hacen dejando un fondo sangrante . Es frecuente que haya afectación también en las comisuras de los labios, o grietas y enrojecimiento alrededor de la boca. Si el bebé tiene una capa blanca en la lengua que se aclara y desprende fácilmente, lo más habitual es que sean en realidad restos de leche. No es raro que el muguet oral se acompañe de candidiasis en la zona del pañal, otra zona donde típicamente puede producirse sobrecrecimiento de Candida. ¿Tienes dudas? Regístrate ahora en Savia y habla gratis con nuestro médico especialista en Pediatría. ¿Cómo se trata? En muchas ocasiones la infección es pasajera y cura sin tratamiento. A criterio del pediatra o el dermatólogo, se recetarán al niño soluciones o geles antifúngicos (generalmente miconazol o nistatina) que se aplicarán con suavidad en el interior de la boca afectada. Algunos pediatras añaden también suplementos de probióticos para mejorar la disbiosis, como los yogures que contienen lactobacilos.   ¿Y cómo se previene? Sólo en algunos casos es posible la prevención . Se trataría de candidiasis provocadas o empeoradas por contagio con el pezón infectado de la madre, o con objetos contaminados, como biberones, muñecos o chupetes, que deben siempre estar limpios y desinfectados . En el caso de una madre con los pezones afectados por candidiasis, debería interrumpir la lactancia materna hasta la curación, y aplicar una crema antifúngica . ¿Tienes dudas? Regístrate ahora en Savia y habla gratis con nuestro médico especialista en Pediatría.
Qué Debes Saber sobre las Paperas
Artículo especializado

Qué Debes Saber sobre las Paperas

Muchos identificamos las paperas con la inflamación de la zona próxima a las mandíbulas. Y es que el virus que provoca las paperas puede infectar muchas partes del cuerpo pero lo hace especialmente en las glándulas salivares parótidas , que son las que se encuentran en la parte posterior de ambos pómulos, en las áreas comprendidas entre las orejas y la mandíbulas, cuya misión es la producción de saliva. Cuando una persona tiene paperas, estas glándulas se inflaman y se vuelven dolorosas . Incubación y contagio Las paperas o parotiditis es una enfermedad infecciosa producida por un virus del grupo Paramixovirus, que predomina en invierno y primavera. Su periodo de incubación es de 14 a 24 días y el contagio abarca desde 24 horas antes del inicio de la tumefacción o inflamación de la glándula parótida hasta tres días después de su desaparición. La transmisión se produce a través de partículas de saliva llamadas Pflügge. Ayer y hoy Esta enfermedad se identificó hace ya varios siglos y fue muy extendida hasta la aparición en 1967 de la vacuna antiviral XRP que contiene virus vivos atenuados de sarampión, rubeola y paperas. Desde su aparición, el número de casos se ha reducido en menos de 1000 al año y las  epidemias son prácticamente inexistentes. En la actualidad, la enfermedad se más frecuentemente entre los 5 y 14 años . Los casos de adultos jóvenes infectados han ido en aumento progresivo durante los últimos 20 años. El primer año de vida del bebé es prácticamente indetectable. Una vez se contrae la enfermedad la probabilidad de reinfección es prácticamente nula aunque existen otras causas de inflamación de la glándula parótida que puede hacernos pensar que el paciente ha pasado la enfermedad más de una vez. ¿Qué síntomas da? Fase inicial o prodrómica : rara en niños. Cursa con fiebre superior a 39ºC, dolor de cabeza, dolor muscular, mal estado general y pérdida del apetito. Fase de estado : empieza con dolor y tumefacción en una o ambas regiones parotidias ya descritas. Pueden verse afectadas ambas, inflamándose una durante varios días antes que la otra o inflamarse solo una. Esta fase dura de uno a tres días y es poco frecuente la afectación de otras glándulas salivares. La inflamación se aprecia mejor mirando que palpando al paciente ya que incluso llega a borrar el ángulo mandibular. La zona inflamada es sensible y dolorosa al tacto, y es un dolor que aumenta con la ingesta de líquidos ácidos. La inflamación de la laringe y el paladar blando, así como la tumefacción de las glándulas submandibulares y sublinguales pueden acompañar a esta enfermedad infecciosa. Fase de curación : a partir del tercer-séptimo día va disminuyendo paulatinamente la inflamación. Complicaciones Las paperas pueden provocar: Meningitis (inflamación de las meninges) y encefalitis (inflamación del cerebro). Orquitis o inflamación de los testículos . Esta complicación se produce en casos de adolescentes o adultos varones. Un testículo se inflama y es muy doloroso entre siete y 10 días después de la inflamación de las parótidas. Al mismo tiempo, encontraremos que el paciente tiene fiebre elevada, escalofríos, dolor de cabeza y dolor abdominal fácilmente relacionado con una posible apendicitis si el afectado es el testículo derecho. A pesar de su resolución, una complicación (poco frecuente) es la esterilidad del paciente. Ooforitis o afectación de los ovarios en las mujeres : causa dolor y sensibilidad al tacto. Pancreatitis : dolor y sensibilidad epigástrica. Riesgo de hiperglucemia. Artritis : dolor articular una o dos semanas después de la curación del proceso de las paperas. Abortos espontáneos : algunos estudios han demostrado que las paperas en el primer  trimestre del embarazo se asocian a una tasa más alta de abortos espontáneos, pero no hay evidencias de que pueda causar malformaciones fetales. Contagio de las paperas El virus de las paperas es muy contagioso y las gotitas de saliva de la boca o la nariz son su trasmisor al estornudad, toser o reír. Será imprescindible el aislamiento en casa del paciente durante cinco días desde el inicio de la inflamación de la glándula. El virus se contagia también por contacto directo mediante pañuelos o vasos ya usados por el enfermo. Una vez más, una buena higiene será imprescindible para controlar su contagio. ¿Cómo se diagnostican? Su diagnóstico es principalmente clínico . Son poco útiles los análisis de sangre en los casos no complicados. En la actualidad es una enfermedad de declaración obligatoria por lo que debemos acudir al médico ante la sospecha de enfermedad. La principal prueba diagnóstica es el aislamiento del virus en saliva desde una semana antes de la tumefacción hasta 5 días después. El profesional realizará la recolección de saliva en un bote estéril que se enviará al laboratorio para su análisis. ¿En qué consiste el tratamiento? Si se sospecha que el paciente ha contraído las paperas realizaremos un tratamiento sintomático consistente en: dieta blanda en la que se eviten los ácidos, cuidados locales de la boca, ibuprofeno, e ingestión de abundante líquido. No debe administrase ácido acetil salicílico. En caso de complicaciones ya descritas acudiremos al servicio de urgencias o a un especialista como urólogo o ginecólogo. La vacuna triple viral es nuestro mejor aliado para combatir las paperas , así que vacúnate.
Evitar que la Rinitis se Convierta en Aguda
Artículo especializado

Evitar que la Rinitis se Convierta en Aguda

Llega la primavera y, con el buen tiempo, también las dichosas rinitis… Ten presente estos consejos para combatirlas. Cómo se produce la rinitis La mucosa nasal tapiza la superficie interna de la nariz y actúa como barrera de protección y filtro ante agentes externos, provocándose una reacción tisular. La rinitis se define como una situación de inflamación de la mucosa de las fosas nasales , secundaria a múltiples posibles causas: infecciosas, alérgicas, funcionales, metabólicas, traumáticas, físico-químicas, farmacológicas u ocupacionales, que pueden presentarse de manera aguda o persistir en la cronicidad. Se considerará rinitis crónica cuando el estado inflamatorio o de irritación de la mucosa nasal persiste más allá de 12 semanas. La rinitis puede coexistir o complicarse con otras enfermedades respiratorias como sinusitis, asma u otitis media. Tipos de rinitis Rinitis infecciosas. Pueden ser virales (son las más frecuentes y el 30% están causadas concretamente por los rinovirus) o bacterianas. Representa al menos el 40% de las infecciones respiratorias agudas. En las bacterianas, la rinorrea (secreción nasal) es purulenta y se acompaña, además, de dolor facial y presión, entre otros síntomas. Los rinovirus son responsables de epidemias en colectividades, sobre todo en primavera. Rinitis alérgica o atópica . Es una reacción inmunológica de hipersensibilidad desencadenada generalmente por aeroalérgenos (sustancias suspendidas en el aire que se respira). Dentro de este grupo existen, a su vez, dos subgrupos: la rinitis intermitente y la rinitis persistente y, éstas pueden ser leves, moderadas o graves.  Los alérgenos más habituales son los inhalantes domésticos tales como ácaros, epitelio de animales (gatos, perros, aves, roedores…), esporas de hongos, y pólenes. Rinitis hormonal. Es debida a embarazo, menopausia o alteraciones endocrinas como el hipotiroidismo (déficit de tiroides) o la acromegalia (exceso de hormona del crecimiento), principalmente. Rinitis vasomotora . Es una rinitis no alérgica persistente, con hiperrespuesta nasal a desencadenantes de tipo cambios de temperatura, humedad, humo de tabaco o fuertes olores, que intensifican sus síntomas. Predomina la obstrucción y la rinorrea. Rinitis atrófica . La mucosa nasal se degenera y desgasta, condicionando la presencia de abundantes costras, sequedad, obstrucción nasal, hiposmia (sensación olfativa disminuida) y cacosmia (percepción de mal olor constante). Cuando la rinitis atrófica es crónica y afecta de una forma limitada a la región anterior de la fosa nasal se llama “Rinitis seca” y se da con más frecuencia en ambientes con polvo y secos, en estados de carencia nutricional o anemia. Otros tipos como : rinitis inducidas por medicamentos, rinitis emocionales, rinitis ocupacional… Signos y síntomas Los síntomas más característicos son: Congestión u obstrucción nasal. Rinorrea (goteo acuoso nasal persistente). Estornudos. Tos. Prurito (picor). Cefalea (dolor de cabeza por embotamiento). Trastornos del gusto y del olfato. Síntomas faríngeos, oculares, óticos… En el caso de las rinitis infecciosas víricas, el cuadro comienza con una fase prodrómica o de incubación de uno a tres días en la que predominan síntomas inespecíficos tales como astenia (cansancio), mialgias (dolor muscular), junto con irritación faríngea (picor) y la resolución espontánea suele acontecer hacia el décimo día. DE RINITIS AGUDA A RINITIS CRÓNICA Algunos de los factores favorecedores, que pueden provocar reagudizaciones que mantienen la inflamación constante de la mucosa , pueden ser: Factores anatómicos: desviación del septo nasal, hipertrofia adenoidea en niños (vegetaciones)… Factores infecciosos concretos. Factores inmunitarios (sistema de defensa). Factores agresores físico-químicos: humos, tabaco, contaminación ambiental, drogas inhaladas, sequedad ambiental, exposición continuada al frío. Factores hormonales o endocrinos. Factores alimentarios: carencias nutricionales y vitamínicas. Padecimiento de enfermedades sistémicas: metabólicas, cardiopatía. Uso de medicamentos: vasoconstrictores… Diagnóstico Podremos llegar a establecer el diagnóstico con la historia clínica , realizándose un interrogatorio exhaustivo de los signos y síntomas que se padecen y tras una exploración física minuciosa. Las pruebas cutáneas positivas a alérgenos pertinentes nos darán pista sobre las rinitis alérgicas. Tratamiento Se adoptarán las medidas terapéuticas oportunas en función del tipo de rinitis que se padezca. El objetivo del tratamiento es disminuir los síntomas y usar medicamentos con los menos efectos adversos posibles . La terapia de las rinitis infecciosas virales estará basada en el alivio sintomático del cuadro, al no disponer de medicamentos concretos para su erradicación. Los analgésicos como el paracetamol o el ibuprofeno serán los indicados. Un lavado nasal con agua y sal, ayuda a remover la mucosidad de la nariz.  Normalmente se recomienda antes de aplicarse el medicamento nasal. Disminuye los síntomas de congestión nasal y la secreción nasal posterior, por un corto periodo de tiempo. Los antihistamínicos actúan mediante su acción de sedación central, produciéndose con ello disminución de la rinorrea y los estornudos y, además, facilitan el sueño. Los esteroides inhalados se usan con frecuencia para disminuir la hinchazón y los síntomas: Rhinocort® (budesonide) y Nasonex® (mometasone). Los esteroides orales se usan solamente en situaciones especiales, debido a los efectos adversos. Su médico puede recetarlos por un corto periodo de tiempo (de tres a siete días) para controlar los síntomas más severos. Los descongestivos nasales (oximetazolina) de uso tópico nasal son muy efectivos, aunque precisan control en cuanto a la duración de su uso. Los médicos recomiendan la inmunoterapia (vacunación sistemática de desensibilización) para la rinitis alérgica cuando no hay duda alguna acerca de los alérgenos específicos causantes y la persona no responde bien al tratamiento o los síntomas persisten durante varias estaciones o durante todo un año. Pronóstico Podemos considerar la rinitis como una afección leve y benigna, pero sin banalizarla pues sus síntomas pueden afectar a la calidad de vida de paciente de una manera considerable, causando importantes efectos socio-económicos por bajas laborales, escolares… En los pacientes inmunodeprimidos y de edades extremas puede convertirse en una patología grave que desencadene complicaciones.
Qué es el Tapón Mucoso
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Qué es el Tapón Mucoso

En la recta final del embarazo, muchas mujeres expulsan el llamado tapón mucoso. Esto no significa que se tenga que ir corriendo al hospital pues, aunque es indicativo de que el proceso del parto se pone en marcha, a veces llegan a pasar incluso días hasta el gran momento. Qué es El tapón mucoso es una secreción formada en parte por las células del cérvix uterino de la embarazada, que empieza a formarse en las primeras semanas de embarazo (entre la cuarta y sexta). La composición del tapón es, sobre todo, agua (hasta en un 90%).  Además, contiene proteínas, cloro, calcio, sodio, enzimas, fosfatos e inmunoglobulinas, en concreto del tipo Ig G y Ig A. Está formado también por mucopolisacáridos, que son las moléculas que le confieren la consistencia mucosa. ¿Qué funciones tiene? El tapón mucoso constituye una barrera físico-química, pero también inmunitaria, por eso es importante que esté íntegro durante el embarazo, de cara a evitar que posibles agentes infecciosos penetren en el útero. Es decir, el tapón mucoso protege el embarazo al crear una separación física entre la cavidad uterina y la vagina, ya que en ésta hay siempre presencia de hongos y otros gérmenes saprófitos (beneficiosos), pero también constituye en sí misma una puerta de entrada a otros microorganismos que pueden ser patológicos. Tanto como barrera física como barrera inmunológica el tapón sirve para cuidar al futuro bebé durante las 40 semanas de gestación. ¿Cuándo se expulsa? El tapón permanece en el canal endocervical hasta el final del embarazo . A veces no se expulsa hasta la fase de dilatación del parto, aunque hay situaciones en las que se puede expulsar en parte por la presencia de contracciones que producen modificaciones en el cuello del útero. Todos esos cambios no tienen que ocurrir de forma acelerada, más bien poco a poco, y además de manera no muy evidente. Es más bien como una fase preparatoria para el parto . La expulsión del tapón suele durar hasta varios días , y suele pasar de ser un flujo transparente, como clara de huevo, a ser un flujo de aspecto mas amarillento. En ocasiones, puede estar teñido con sangre, a veces más marrón, como sangre oscura, o sólo como unos hilillos rosados-rojizos.   ¿Por qué se expulsa? La expulsión del tapón es indicativa del inicio del parto , aunque puede faltar mucho tiempo, incluso días, hasta que se desencadene del todo. No significa que cuando se inicie la expulsión tengas que ir corriendo al hospital, pero sí debes extremar las medidas de higiene , sobre todo tienes que evitar los baños de inmersión, cambiarte de ropa interior frecuentemente si notas humedad… medidas para evitar una infección. Por el contrario, sí que debes acudir al médico si la expulsión del tapón mucoso va acompañada de un sangrado de aspecto rojo intenso y abundante. Si la expulsión del tapón se produce antes de la semana 37 habrá que examinar muy bien el cuello uterino, y lo primero que hay que hacer es visualizarlo colocando, sin forzar, un espéculo en la vagina. Después, hay que realizar una ecografía transvaginal y medir su longitud. Si se confirma que el cuello se está modificando y que se puede desencadenar un parto prematuro hay que tomar ciertas medidas para evitarlo. Por un lado, pondremos medicación para frenar las contracciones que están dando lugar a la modificación cervical y, por otro, administraremos a la embarazada corticoides para acelerar la maduración pulmonar y neuroprofilaxis. ¿Sabré identificar la expulsión del tapón mucoso? La expulsión del tapón mucoso se puede confundir en ocasiones con la rotura de membranas , es decir, con la salida del líquido amniótico, motivo por el cual también debes acudir al médico porque es uno de los síntomas de inicio del parto. La rotura de membranas y la pérdida de líquido amniótico se identifica como un liquido claro que sale por vagina, incoloro, no maloliente, a veces ligeramente rosado por estar teñido de sangre. No obstante, ante la duda de si estás expulsando el tapón o de si has roto la bolsa de las aguas, debes acercarte al médico y comprobar que todo se encuentra en perfecto estado , sobre todo si eso sucede en semanas cercanas al momento de dar a luz. Haz nuestro test de embarazo y averigua todo lo que debe saber una embarazada. Descubre todos los consejos y cuidados de las mujeres embarazadas.
Cómo Evitar Complicaciones en la Amigdalitis Infantil
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Cómo Evitar Complicaciones en la Amigdalitis Infantil

La faringoamigdalitis aguda es un trastorno habitual en la infancia. Te explicamos más acerca de esta infección, sus síntomas, cómo tratarla y si puede complicarse. ¿Qué es? La faringoamigdalitis es un proceso agudo febril que cursa con inflamación de las mucosas del área faringoamigdalar y pueden presentar eritema, exudado, úlceras o vesículas. Muchos virus y bacterias pueden causar amigdalitis aguda. En la mayoría de los casos está causado por virus y cursan con una evolución benigna y autolimitada. Las bacterias principales son el estreptococo beta hemolítico del grupo A y el estreptococo pyogenes. En los niños menores de tres años los virus son el principal agente causal. En un 30% de los casos no se identifica ningún patógeno. Muchos episodios de faringoamigdalitis suceden en los meses más fríos. Los rinovirus tienen un pico de prevalencia en otoño y primavera, coronavirus en el invierno, el virus de la gripe de diciembre a abril. Podemos encontrar brotes de fiebre faringoconjuntival en verano, que cursa con faringitis y conjuntivitis. ¿Cómo y a quién afecta? La infección es más frecuente en invierno y comienzo de la primavera en niños en edad escolar entre los cinco y 15 años. La transmisión está favorecida por el contacto íntimo como, por ejemplo, en las escuelas. El periodo de incubación es de 12 horas a cuatro días. Sin tratamiento es contagiosa mientras dura el episodio agudo y una semana más tarde. Qué síntomas produce Los síntomas típicos de la amigdalitis vírica son: Rinorrea. Afonía. Tos. Conjuntivitis. Diarrea. Aftas. Inflamación de las amígalas. Petequias (manchas de color rojo vivo) en paladar blando. Los síntomas de la amigdalitis bacteriana en mayores de tres años más típicos son: Comienzo brusco y fiebre de cualquier grado. Dolor de garganta de intensidad variable asociado o no a dificultad al tragar. Generales: dolor de cabeza, mialgias, náuseas, vómitos y dolor abdominal. Y los signos en la amigdalitis bacteriana : Enrojecimiento difuso, inflamación de la faringe y úvula (campanilla) e hipertrofia de tejido linfoide en faringe posterior (amígdalas). Amígdalas eritematosas, inflamadas con exudado púltaceo o blanquecino-amarillento. Petequias y /o lesiones anulares (donuts) en paladar blando, úvula o faringe posterior. Adenopatía cervical anterior, dolorosa al tacto (30-60%). Mal aliento. Otros indicadores de infección por EbhGA (estreptococo B hemolítico del grupo A): Erupción escarlatiforme. Ausencia de: tos, rinitis, ronquera, conjuntivitis, aftas. La intensidad de los signos y síntomas depende de la edad del niño y del tiempo que tardemos en visitarlo. En niños con enfermedades crónicas (diabetes mellitus…), niños que estén realizando algún tratamiento inmunosupresor (quimioterapia)… la intensidad de los síntomas va a ser mayor. ¿Puede complicarse? La amigdalitis aguda bacteriana es un proceso que, sin tratamiento, puede causar complicaciones como: La fiebre reumática es excepcional en países desarrollados (poco frecuente si se hace tratamiento antibiótico correctamente). Las complicaciones supurativas locales por extensión a zonas adyacentes también son raras: Otitis media. Sinusitis. Mastoiditis. Adenitis purulenta. Abceso periamigdalino o retrofaríngeo. Estas complicaciones se encuentran sólo en 1-2% en niños con tratamiento incorrecto o sin tratamiento o en aquellos que no cumplen la pauta completa del antibiótico. Las complicaciones no supurativas son: Enfermedades del riñón : glomerulonefritis aguda postestreptocócica, que consiste en la inflamación del riñón debido a la diseminación en sangre de la bacteria. De hecho, también es muy importante guardar reposo durante cualquier proceso infeccioso amigdalar, para evitar procesos como éste. Artritis reactiva : consiste en la inflamación de una articulación con edema, dolor e impotencia funcional debido a la diseminación de la bacteria o el virus en la sangre. En caso de amigdalitis viral se suele resolver en tres o cuatro días, pero si es una artritis reactiva por amigdalitis bacteriana es frecuente el ingreso en el hospital para tratamiento endovenoso. ¿Cómo se trata? Se puede empezar con un tratamiento no farmacológico ante las primeras molestias y esperar 24 horas, tras las cuales habrá que consultar con el pediatra, que será quien instaure el tratamiento más adecuado. Las medidas no farmacológicas pasarían por: Manzanilla, miel y limón en una mezcla para hacer gárgaras tres veces al día. Echinacea en spray. Es un producto homeopático que se aplica tres o cuatro veces al día. Ingesta de agua en abundancia, caldos tibios… Para su prevención, no olvidar seguir una dieta rica en frutas y verduras. El tratamiento farmacológico se instaurará según el niño sea alérgico o no a la penicilina, y deberá seguirse tal cual indique el pediatra.
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Somos conscientes de que los conceptos médicos pueden resultar confusos si no te los explican con claridad. Para evitar esto, le hemos pedido a nuestros profesionales que preparen estas fichas en donde podrás acceder a información relevante sobre enfermedades que te ayudará a entender de una manera sencilla por qué se producen y por qué es necesario su tratamiento.
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Absceso Periamigdalino
Enfermedad

Absceso Periamigdalino

¿Qué es el absceso periamigdalino? El absceso periamigdalino es el acúmulo de pus y bacterias que se sitúa en la zona que rodea la amígdala , al extenderse la infección fuera de la misma tras haber sufrido una amigdalitis, en especial, si esta se produce por un estreptococo. Tipos de absceso periamigdalino Los abscesos periamigdalinos suelen ser unilaterales , pero hasta el 3% de los casos son bilaterales, afectan a las dos amígdalas, derecha e izquierda a la vez. Causas del absceso periamigdalino La causa del absceso periamigdalino es la infección por estreptococo B hemolítico , o bien, por estafilococo que se extiende hacia el tejido adyacente desde la amígdala y que suele ser secundario a una falta de tratamiento antibiótico. Síntomas del absceso periamigdalino Los síntomas del absceso periamigdalino son odinofagia (dolor de garganta) y dificultad para tragar con babeo continuo . Puede aparecer también dolor en el oído del lado afecto, mal olor del aliento, y suele acompañarse de fiebre importante. Tratamiento del absceso periamigdalino El tratamiento del absceso periamigdalino se puede dividir en tratamiento médico y tratamiento quirúrgico. El tratamiento médico se realiza mediante antibióticos, entre ellos, la penicilina o la amoxicilina con clavulánico. En el tratamiento quirúrgico se puede proceder al drenaje mediante aguja fina del absceso, puede ser necesario en los casos más complicados abrir el absceso, sedando al paciente y, tras ello, se realiza un corte y se aspira todo el contenido de su interior. Posteriormente, se indica al paciente que continúe tomando antibiótico. En casos con infección muy extendida y abscesos muy grandes, puede resultar necesario, no solo drenar absceso, sino también proceder a la extirpación de la amígdala. Pruebas complementarias de un absceso periamigdalino Entre las pruebas complementarias, además del examen físico, se pueden realizar pruebas de imagen como ecografía, TAC (escáner) y resonancia magnética nuclear , que permiten ver la extensión del absceso. Factores desencadenantes del absceso periamigdalino El factor desencadenante del absceso periamigdalino es la extensión de la infección desde la amígdala al tejido que le rodea , suele ser secundario a una falta de tratamiento antibiótico para el proceso amigdalar. Factores de riesgo del absceso periamigdalino Son factores de riesgo para el absceso amigdalino: la edad, entre 20 y 40 años, fumar, la enfermedad periodontal y la infección en la garganta o los dientes. Complicaciones del absceso periamigdalino Las complicaciones son la extensión de la infección hacia el cuello, produciendo celulitis, dificultad para la respiración y sepsis, infección endocárdica o neumonía .   Prevención del absceso periamigdalino La prevención para el absceso amigdalino es no fumar y el tratamiento precoz con antibióticos de las infecciones bacterianas de la garganta. Especialidades a las que pertenece La especialidad que trata el absceso periamigdalino es la otorrinolaringología . Preguntas frecuentes ¿Qué antibiótico es bueno para un absceso? Son varios los antibióticos que se pueden usar en un absceso, el más usual es la combinación de amoxicilina con ácido clavulánico , pero también se puede usar la doxiciclina y la cloxacilina y, en caso de alergia a estos antibióticos, eritromicina. ¿Qué es un absceso de grasa? Un absceso de grasa es una infección sobre un lipoma, que es un acúmulo de grasa subcutánea , dando lugar a un absceso que necesita de tratamiento antibiótico y en algunas ocasiones de un drenaje quirúrgico. Es la complicación más frecuente de los lipomas. ¿Qué es un flemón periamigdalino? El flemón periamigdalino o absceso periamigdalino es la extensión de una infección amigdalar, en general por estreptococo o estafilococo que se extiende a los tejidos blandos periamigdalinos (al paladar blando y los pilares amigdalinos), dando lugar a una tumoración que contiene pus en su interior. Resulta necesario un tratamiento antibiótico, con drenaje quirúrgico en algunos casos para lograr su total resolución. ¿Qué es un drenaje de un absceso? El drenaje de un absceso es la técnica quirúrgica que se usa para solucionar un proceso de absceso. El absceso es una tumoración purulenta que se produce por la concentración de bacterias en una determinada zona , sobre estas bacterias actúan los glóbulos blancos que dan lugar al pus. En el drenaje quirúrgico se procede a poner anestesia local y, posteriormente, se realiza una incisión sobre el mismo para drenar el material purulento. Para evitar el cierre de esta incisión se puede poner una tira de gasa en el interior del absceso, en otras ocasiones, se pone tan solo una mecha que hace que el material drene al exterior, con el fin de impedir que el absceso se vuelva a repetir. Es necesario realizar curas diarias hasta conseguir el cierre total del absceso. ¿Qué son los abscesos internos? El absceso interno es el que se produce en la profundidad del organismo y no en la piel. Se pueden producir abscesos en diferentes órganos como es el caso del pulmón, cerebro o hígado, pero también pueden producirse en cavidades como los abscesos peritoneales o en el saco de Douglas. Los abscesos se producen por una concentración de bacterias en una determinada zona, sobre estas bacterias actúan los glóbulos blancos, dando lugar al pus, que debe ser tratado con antibióticos de amplio espectro y, al igual que los abscesos superficiales, pueden ser necesarias técnicas quirúrgicas para su resolución.
Otitis externa
Enfermedad

Otitis externa

¿Qué es la otitis externa? La otitis externa es la infección e inflamación del conducto auditivo externo . Dicho conducto se sitúa entre el pabellón auricular y el tímpano. La membrana timpánica es el límite entre el odio medio y el oído externo Tipos de otitis externa Existen diferentes tipos de otitis externa: Otitis externa química: es la que se produce por la irritación del cloro de las piscinas. Otitis externa fúngica: es la que se produce por infecciones por hongos, secundaria a la humedad mantenida en el oído. Los más frecuente son la cándida y el aspergillus niger. Otitis externa eccematosa: se produce un eccema en la piel del conducto, dando lugar a picor y enrojecimiento del mismo. Otitis bacteriana: se produce la infección por bacterias, las más frecuentes son pseudomona y estafilococo aureus. Causas de la otitis externa Las causas de la otitis externa se relacionan principalmente con la humedad , esto da lugar a una alteración del ph de la piel, haciendo más posible su colonización por bacterias, hongos y virus. Síntomas de la otitis externa El síntoma más frecuente que suele hacer acudir al médico es la otalgia (dolor de oídos), seguido de una sensación de taponamiento auditivo y de humedad. Puede producirse también secreción a través del conducto auditivo, y acompañarse de hipoacusia. En los casos eccematosos o por irritación, suele aparecer picor intenso.   Tratamiento de la otitis externa El tratamiento de la otitis externa suele ser tópico, en forma de gotas, siendo los más frecuentes polimixina B en caso de hongos, y antibióticos como el ciprofloxacino en los casos de infecciones bacterianas, pueden indicarse también corticoides y ácido acético, que permite tener el oído seco evitando el proceso. El tratamiento oral es usado ante la sospecha de una otitis media maligna que se produce por pseudomona. Para el tratamiento del dolor es necesario el uso de paracetamol o ibuprofeno . El paciente debe ser reevaluado a las 48 horas si el proceso no ha mejorado. Pruebas complementarias de la otitis externa La única prueba necesaria para el diagnóstico de una otitis externa es la otoscopia, en ella se visualiza el conducto auditivo externo inflamado, pudiendo visualizar en caso de bacterias, un exudado purulento y, en el caso de hongos, un exudado blanquecino . Esto permite hacer un diagnóstico certero y establecer el tratamiento de modo adecuado. Factores desencadenantes de la otitis externa El factor desencadenante principal de la otitis externa es la humedad , que daña la piel del conducto haciendo más posible que se infecte. Se produce en lugares de mucha humedad como los países tropicales, pero también en nadadores, en especial en piscinas y lagos. Factores de riesgo de la otitis externa Los factores de riesgo para la otitis, en especial para la otitis externa maligna , es la diabetes mellitus, que hace más fácil la colonización por pseudomona del conducto. Los pacientes con atopia y eccemas de repetición, también sufren con más frecuencia este proceso. Complicaciones de la otitis externa La complicación más frecuente de la otitis externa es la llamada otitis externa maligna , en ella se produce una infección por pseudomona que puede llegar a ser grave. Es más probable en pacientes diabéticos, hace necesario el tratamiento sistémico y, en casos más graves, puede ser requerido un drenaje quirúrgico. Prevención de la otitis externa La prevención de la otitis externa consiste en utilizar, de forma correcta, tapones para practicar natación en piscinas y lagos , y no introducir elementos dentro del conducto, como bastoncillos, que pueden dar lugar a heridas en la piel o a pequeños residuos del mismo que favorezcan la infección en el oído. Especialidades a las que pertenece La especialidad a la que pertenece es pediatría, dada la frecuencia de esta otitis en los niños, medicina de familia y, en los casos más complicados que pueden necesitar un drenaje quirúrgico, es tratada por el especialista en otorrinolaringología. Preguntas frecuentes ¿Cuál es la bacteria que produce la otitis ? Las bacterias que con más frecuencia producen la infección en las otitis externas es el estafilococo aureus y, en segundo lugar, el pseudomona aeruginosa que es más frecuente en pacientes inmunodeprimidos o en pacientes diabéticos, en quienes puede dar lugar a una infección grave. ¿Cuánto dura el tratamiento de la otitis externa? El tratamiento de la otitis externa suele ser un tratamiento tópico con gotas que se deben introducir en el conducto auditivo externo. Es mejor que el paciente se introduzca las gotas tumbado, permaneciendo en esta posición unos 5 minutos y, preferiblemente, que se las ponga alguien para asegurarse de una correcta instalación. El tratamiento con gotas es de 7 días, en algunos casos de otitis leve, se puede reducir a unos 5 días. ¿Qué puede causar un dolor de oído? El dolor de oídos se produce por la inflamación en el oído, puede tener lugar en el oído externo a nivel del conducto auditivo externo, en el oído interno cuando se produce un acúmulo de moco en la trompa de Eustaquio y, por último, infecciones en la mastoides, en los dientes o muelas, o en la garganta pueden originar un dolor referido hacia el oído. ¿Qué antibiótico es bueno para la otitis? Hay diversos antibióticos que se pueden usar para la otitis, siendo diferente según el germen que se sospeche y si es un otitis externa o media . El ciprofloxacino, la amoxicilina, la eritromicina, el cefaclor o la cefixima, son algunos de los fármacos que se usan en estos procesos. ¿Qué es una Otomastoiditis? La otomastoiditis es la infección que afecta tanto al oído como a la mastoides, tiene riesgo de producir meningitis o laberintitis, siendo necesario el tratamiento antibiótico sistémico para su resolución. Es un proceso potencialmente grave.
Rinitis Alérgica
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Rinitis Alérgica

¿Qué es la rinitis alérgica? Es el trastorno sintomático que se produce como respuesta de hipersensibilidad inmediata a diversos alérgenos mediados por Inmunoglobulina E y la secreción de histamina y leucotrienos , y que se manifiesta con estornudos, prurito nasal (picazón), rinorrea (mucosidad) y obstrucción nasal. La Rinitis Alérgica es el trastorno sintomático que se produce como respuesta de hipersensibilidad inmediata a diversos alérgenos mediados por Inmunoglobulina E y la secreción de histamina y leucotrienos, y que se manifiesta con estornudos, prurito nasal (picazón), rinorrea (mucosidad) y obstrucción nasal.   La rinitis alérgica es una de las enfermedades alérgicas más frecuentes en el mundo, sobre todo en países desarrollados. En España, la prevalencia es del 20%, más frecuente en el sexo masculino y, se manifiesta en el 75% de los casos , en edades pediátricas, siendo el mayor pico de incidencia a los 5 años de edad. Es la principal causa de consulta en el departamento de alergias de los hospitales y centros de salud y tiene un gran impacto en la calidad de vida de los pacientes. Tipos de rinitis alérgica La rinitis alérgica puede dividirse en diferentes tipos como son: Intermitente: duración inferior a 4 días a la semana o menor a 4 semanas. Persistente: duración superior a 4 días a la semana o mayor a 4 semanas. Leve: los síntomas de la rinitis no alteran la actividad diaria, deporte, tiempo libre o sueño normal. Moderado-grave: presenta uno o más de los siguientes síntomas que afectan al paciente: sueño alterado, alteración de la actividad física diaria, del deporte o del tiempo libre. Estos subtipos pueden combinarse entre sí como, por ejemplo: intermitente leve o intermitente moderada-grave . También puede ser clasificada como rinitis perenne o aperiódica con síntomas a lo largo del año y, en la mayoría de ocasiones, a la presencia de alérgenos inhalatorios (polvo, pelos de animal, hongos, etc.), alimentarios (pescado, mostaza, leche, etc.) o bacterias ; y rinitis alérgica estacional, la cual ocurre solo en cierta época del año y es producida principalmente por el polen de las plantas como las gramíneas, el olivo, la parietaria, artemisa y arizónica. Causas de la rinitis alérgica Las principales causas de la rinitis alérgica es la exposición a algunos de estos alérgenos, los cuales el cuerpo los identifica como no propios, desencadenando una serie de síntomas para rechazarlos. Los principales agentes alérgenos son: Ácaros del polvo: son insectos microscópicos y la causa más frecuente de alergia, habitan en alfombras, almohadas, colchones, juguetes de peluche, y en cualquier lugar donde se acumule polvo. Factores ambientales: los cambios bruscos de temperatura, así como la humedad y el moho que se produce, puede causar la aparición de los síntomas riníticos. Productos químicos: algunos productos químicos irritantes pueden causar síntomas nasales en personas sensibles, igualmente olores fuertes como pinturas, lejía,  ambientadores o gasolina. Tabaquismo: al ser el tabaco un irritante respiratorio, no es raro que solamente olerlo (fumador pasivo) cause síntomas nasales. Polen: es la principal causa de la alergia de rinitis estacional. El polen de determinados árboles como arizónicas, olivos y gramíneas, entre otros, en la estación de mayor polinización como lo es la primavera, produce el mayor número de rinitis alérgica. Animales: la mayoría de las moléculas que producen alergia provienen de la saliva, pelo, escamas y plumas de animales. Además, también pueden causar alergias por contacto tipo urticaria. Los insectos o animales pequeños como las cucarachas y polillas, pueden ser causantes de rinitis alérgica estacional. Síntomas de la rinitis alérgica Los síntomas son generales, pueden presentarse en otras enfermedades, pero lo que lo hace específico es la presencia previamente del agente que produce la alergia. Algunos de estos síntomas son: Congestión nasal y mucosidad. Fatiga e irritabilidad. Sensación de oídos tapados. Disminución del sentido del olfato. Tos y estornudos. Edema palpebral o conjuntivitis. Odinofagia (dolor de garganta). Cefalea (dolor de cabeza). Tratamiento de la rinitis alérgica El tratamiento farmacológico se basa en los siguientes medicamentos: Antihistamínicos vía oral o, en el caso de embarazadas o madres lactantes, administración tópica. Como efecto adverso se encuentra la sensación de somnolencia de algunos antihistamínicos, principalmente los de primera generación. Descongestionantes nasales: aunque son por vía tópica y ciertamente eficaces, los efectos adversos como insomnio, temblor, ojo seco, palpitaciones e hipertensión, no los hace de primera elección. Corticosteroides: por su acción antiinflamatoria son los fármacos más eficaces para el tratamiento de todos los síntomas. Existe la vía nasal con escasos efectos adversos y la vía oral que no debería ser utilizada a largo plazo por los efectos secundarios de los corticoides. Inmunoterapia: es la administración sistémica de cantidades gradualmente crecientes de algún extracto alergénico, disminuyendo la reactividad en la sintomatología y acortando su duración. Hoy por hoy es un tratamiento eficaz si se lleva a cabo por un especialista. Su administración es subcutánea y se preparan vacunas para cada agente productor de alergia (no deben mezclarse). Desensibilización: es el único tratamiento que puede modificar la respuesta inmunitaria. Consiste en administrar gradualmente el alérgeno para reducir los síntomas de la exposición. Inhibidores de los leucotrienos: tratamiento que actúa inhibiendo la síntesis de sustancias denominadas leucotrienos, encargadas de producir los síntomas alérgicos. El tratamiento tiene una duración mayor (al menos 3 meses). Pruebas complementarias de la rinitis alérgica Dentro de las pruebas complementarias se pueden encontrar las siguientes: Pruebas cutáneas: consisten en la inducción de los alérgenos en la piel por vía intradérmica y el resultado es la aparición de ronchas o eritemas antes de los 20 minutos. Esta prueba puede ser realizada a cualquier edad, pero está contraindicada en pacientes con asma grave o no controlada, lesiones en piel como eccemas o enfermedad cardiovascular inestable. No deben utilizarse antihistamínicos la semana previa a su realización. Pruebas de sangre: es la medición de la Inmunoglobulina E específica, es menos específica que las pruebas cutáneas, pero puede realizarse en tratamiento con antihistamínicos. Factores desencadenantes de la rinitis alérgica Los factores desencadenantes son los mismos que las causas que producen la rinitis.  Esta exposición puede ser de forma continua o intermitente. Factores de riesgo de la rinitis alérgica Entre los factores de riesgo de la rinitis alérgica están: Historia familiar de rinitis alérgica y atopias. Pacientes que viven en zonas con alto nivel de contaminación. Pacientes con mascotas en casa. Ausencia de exposición a antígenos (ambientes estériles), hacen que no exista proceso de sensibilización y la primera exposición puede provocar reacción alérgica severa. Complicaciones de la rinitis alérgica Las complicaciones de la rinitis alérgica son: Respiración bucal Asma Infecciones respiratorias recurrentes Faringitis, amigdalitis o sinusitis Goteo post nasal crónico con ronquidos y cefalea Prevención de la rinitis alérgica La prevención se basa en la reducción a los factores desencadenantes. Algunas recomendaciones son: No utilizar alfombras o aspirarlas con periodicidad Lavar la ropa de cama con agua caliente para matar al ácaro Utilizar fundas hipoalergénicas en almohadas y colchones Lavar cortinas y peluches con frecuencia Evitar mascotas en el hogar o, si se tienen, bañarlas periódicamente y lavar los sitios donde se posen Controlar la humedad en la casa En periodos de polinización, mantener las ventanas cerradas y usar deshumidificador Especialidades a las que pertenece Las especialidades médicas a la que pertenece la rinitis alérgica son, principalmente, alergología, medicina familiar y medicina interna . Preguntas frecuentes ¿Qué es la rinitis alérgica estacional y perenne? La rinitis alérgica estacional es aquella cuyos síntomas tienen una duración menor a 4 semanas y la exposición al alérgeno es de manera temporal ; en cambio, la rinitis perenne sucede cuando los síntomas duran más de 4 semanas o no presenta carácter estacional. ¿Qué hacen los antihistamínicos? Los antihistamínicos bloquean de forma reversible las células que liberan histamina , la encargada de producir los síntomas de la rinitis y, como consecuencia, se disminuye la sintomatología de la misma. ¿Cómo se disuelve el montelukast? El montelukast puede ingerirse directamente por la boca , o mezclado con una cucharada de alimentos blandos y fríos como yogur o helado. ¿Cuándo tomar cetirizina? El médico de cabecera o alergólogo es el encargado de aconsejar al paciente tomar la cetirizina cuando presente los síntomas de rinitis alérgica o sospeche exposición a alérgenos en personas previamente diagnosticadas. ¿Qué es bueno para la rinitis alérgica? La prevención de la exposición a alérgenos es muy importante. Si se sospecha que se padece esta enfermedad, se debe acudir al especialista para realizar las pruebas complementarias y aislar el agente que causa los síntomas . Adicionalmente, el médico recomienda la utilización de medicamentos orales o tópicos para mejorar los síntomas cuando estos se presenten.
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¿Qué es la rinitis? La rinitis es una inflamación de la mucosa nasal (su revestimiento interno), que produce síntomas característicos como congestión nasal, moqueo (rinorrea), estornudos y picor (prurito). Cuando esta inflamación se extiende a la mucosa de los senos paranasales (estructuras en forma de cavidad que se encuentran en el macizo facial), se denomina rinosinusitis. La rinitis más frecuente es la de origen alérgico afectando hasta a un 30% de las personas adultas. Este tipo de rinitis se asocia muy frecuentemente como síntoma acompañante en los pacientes diagnosticados de asma . Se puede considerar esta patología como de gravedad moderada, ya que supone una alteración en la calidad de vida del paciente muy importante, interfiriendo en su desarrollo laboral, personal, etc. Tipos y causas de la rinitis Hay distintas clasificaciones de la rinitis. Se pueden dividir los tipos de rinitis en : Rinitis alérgica : producida por una reacción exagerada del sistema de defensa a nivel de la mucosa de la nariz en respuesta a la toma de contacto con sustancias que producen esta reacción al inhalarlas (epitelios de animales, ácaros, inhalantes domésticos, pólenes, etc..). Dependiendo del tipo de sustancia que produce la alergia podrá presentarse de forma estacional o perenne. Rinitis no alérgicas : se producen por distintas causas. En este grupo podemos encontrar: Rinitis infecciosas producidas por un microorganismo como virus o bacterias. Rinitis vasomotoras: se producen por una hiperfunción del sistema nervioso (parasimpático). Rinitis ocupacionales: son debidas a una respuesta en la mucosa nasal ante agentes presentes en el trabajo (animales, graneros, maderas, látex, agentes químicos…etc.). Pueden ser debidas a una reacción alérgica o no. Rinitis producidas por alteraciones hormonales (durante el embarazo, la menopausia, toma de anticonceptivos, en los pacientes que presentan alteraciones tiroideas, etc.) Rinitis desencadenadas por la toma de fármacos como antiinflamatorios, reserpina, metildopa, inhibidores de la ECA, betabloqueantes, anticonceptivos orales, vasoconstrictores, clorpromazina, etc. Rinitis emocionales: desencadenadas principalmente por el estrés y la estimulación sexual. Rinitis seca anterior: la inflamación de la mucosa se produce en los ⅔ anteriores de la fosa nasal y se desencadena por factores ambientales de sequedad, contaminación, aire acondicionado, etc. Rinitis crónica atrófica: también denominada ocena. Es un estado más avanzado de una rinitis seca en el que se ha producido una alteración de la mucosa nasal persistente. Rinitis no alérgica con eosinofilia (NARES): en esta hay un aumento de eosinófilos en la mucosa nasal (un tipo de células de defensa) de forma perenne. Síntomas de la rinitis Los síntomas principales de las rinitis son congestión nasal, moqueo (rinorrea), estornudos, picor (prurito), sangrado nasal (epistaxis) y dolor de cabeza (cefalea). Puede ser uní o bilateral Dentro de cada una de las rinitis, pueden presentarse ligeras diferencias entre los síntomas que presentan. Así en algunas predomina la congestión nasal y dificultad para la respiración por la nariz, esto se da por ejemplo en la rinitis producida por una infección vírica en el catarro común, en el que aparece un moqueo (rinorrea) inicialmente acuosa y después más viscosa con disminución del olfato, con enrojecimiento en la zona nasal, acompañado de fiebre y malestar general. En la rinitis alérgica la congestión es el síntoma predominante acompañado de estornudo en salvas, picor nasal y/o ocular y rinorrea acuosa, apareciendo más frecuentemente en personas jóvenes. Así mismo, la rinitis vasomotora también establece como su síntoma principal la obstrucción nasal acompañada de crisis de moqueo o rinorrea clara con episodios de estornudos, apareciendo en pacientes de edades medias. En la rinorrea crónica no alérgico con eosinofilia (NARES), se presenta la obstrucción nasal con principal síntoma, sin picor ni estornudos. Esta enfermedad se asocia frecuentemente a la presencia de pólipos nasales (crecimiento de tejido anormal en la mucosa de la nariz) y asma. En la rinitis crónica hipertrófica aparece obstrucción nasal alternante, “habla” nasal y moqueo denso. En otras rinitis el síntoma más predominante es la sequedad nasal. Así pasa, por ejemplo, en la rinitis seca anterior en la que pueden aparecer costras nasales y sangrado (epistaxis) frecuente). En la rinitis crónica atrófica (ocena) además es característico que se produzca mal olor, aparecen costras en la mucosa y dificultad para oler. Tratamiento para la rinitis La consideración inicial fundamental es el evitar los desencadenantes que puedan estar asociados. Además, se aconseja lavados nasales con suero fisiológico. El tratamiento farmacológico puede basarse en antihistamínicos orales, para alivio de los estornudos el picor y la rinorrea. Además, pueden indicarse en ocasiones antihistamínicos tópicos, que mejoran los síntomas excepto la sensación de obstrucción nasal. Otra alternativa a nivel tópico son los descongestionantes tópicos (oximetazolina, fenilefrina, etc.), cuya principal desventaja es que no se pueden utilizar durante más de 7 días ya que pueden producir un efecto rebote. El tratamiento de primera línea en la rinitis alérgica son los corticoides tópicos (por ejemplo, mometasona, fluticasona, etc), empleados mientras duren los síntomas aunque sin cronificar su uso ya que pueden alterar la mucosa y además absorberse de forma sistémica . Los corticoides orales en ciclos cortos se utilizan en casos muy severos de rinitis alérgica. Otros tipos de fármacos son el bromuro de ipratropio, la inmunoterapia específica subcutánea, etc. El cromoglicato disódico está indicado en mujeres embarazadas y niños. La cirugía está indicada en aquellos casos que se precise la corrección de deformidades anatómicas, extirpación de pólipos , etc. Pruebas complementarias del tratamiento de la rinitis Rinoscopia anterior . Se trata de la visualización del aspecto de la mucosa nasal en la mitad anterior de las fosas nasales, con objetivación del moco, detección de pólipos, cuerpos extraños que se hayan podido meter, etc. Analítica de sangre y junto con las características de presentación y manifestación de la rinitis, se valora el aumento de eosinófilos. Pruebas cutáneas alérgicas (Prick-test) que confirman el diagnóstico por posible origen alérgico Estudio microbiológico de las secreciones nasales para detectar los microorganismos que pueden estar produciendo la infección y síntomas de rinitis. Pruebas de imagen como radiografías de cavum para descartar al aumento de las adenoides (vegetaciones) en los niños. En caso de sospechar patologías primarias que, de forma secundaria, produzcan la rinitis, se realizan otras pruebas de imagen como TAC o Resonancia Magnética, descartando así la presencia de tumores, pólipos, etc. Endoscopia nasal , con la introducción de un pequeño tubo flexible con una cámara en su extremo y una luz permite una visión directa del trayecto nasal   Rinomanometría (estudio del flujo de aire que pasa a través de las fosas nasales a diferentes presiones durante la inspiración y la espiración), rinometría acústica (prueba que valora la geometría de las fosas nasales basándose en la reflexión de una onda acústica), que se realizan en casos seleccionados. Factores desencadenantes de la rinitis Los factores desencadenantes pueden ser la toma de ciertos medicamentos (IECAs, AINEs, anticonceptivos u otros tratamientos hormonales, beta-bloqueantes, inhibidores de la 5-fosfodiesterasa…), traumatismos o cirugía en la nariz, alteraciones hormonales, exposiciones ambientales o laborales a sustancias (cambios de temperatura, exposición al humo del tabaco, a fuertes olores, etc.) Factores de riesgo de la rinitis Factores genéticos predisponentes (tener familiares de primer grado con rinitis). Padecer otras enfermedades que se asocian a la aparición de rinitis (asma, dermatitis atópica, etc.). Exposición a sustancias que provocan la reacción anómala del sistema inmune y la aparición de los síntomas (polvo de semillas, madera o textiles, productos químicos, epitelio de los animales, ácaros, alimentos etc.) Complicaciones de la rinitis Pueden aparecer por la obstrucción y aumento de secreciones son: Desarrollo de infecciones como otitis, sinusitis, etc. Aparición de pólipos nasales . Hipertrofia de cornetes. Deformación de la boca con paladar ojival . Alteración de la calidad de vida (interferencia en la vida laboral, escolar, actividades de ocio, etc.) Insomnio. Aparición de halitosis (mal olor del aliento) Irritación de la piel de las aletas nasales (sus lados), al hacer fricción y roce de forma continua con pañuelos Irritación ocular con aparición de conjuntivitis asociada . Prevención de la rinitis Evitar la exposición a todas aquellas sustancias que actúan como alérgenos y desencadenan la sintomatología de la rinitis (polen, epitelio de perros…etc.) Uso de vacunas (inmunoterapia) destinadas a disminuir la reacción exagerada del sistema inmune en las alergias. Adecuada higiene de manos para evitar la transmisión de enfermedades infecciosas de vías altas que producen rinitis (catarros, sinusitis, etc). Especialidades a las que pertenece la rinitis La rinitis es una patología cuyo diagnóstico inicial y tratamiento puede realizarlo el médico de atención primaria. Si él detecta alguna alteración grave, será remitido al médico especialista en otorrinolaringología. Preguntas frecuentes: ¿Qué es la alergia? La alergia es una alteración en el sistema inmune que puede detectar si una sustancia de anómala es un agente lesivo para el organismo, reaccionando de forma exagerada y activando una cascada de procesos inflamatorios dispares en el organismo que se convierte en algo lesivo para el propio cuerpo. ¿Es la rinitis un síntoma de la alergia? Dentro de las manifestaciones de alergias a sustancias que se inhalan puede manifestarse la rinitis de forma frecuente como síntoma de una alergia. ¿Puedo desarrollar alergia en cualquier momento de mi vida? Sí, en cualquier momento de la vida se puede producir una respuesta anómala del sistema  de defensa ante cualquier agente (alimentos, químicos, pólenes…) aunque suele ser una  alteración que se presenta de forma más frecuente desde la edad infantil. No se sabe con  certeza por qué hay alergias que se originan cuando la persona tiene más edad, pero se ha  asociado a posibles alteraciones hormonales o por disfunciones del sistema inmunológico . ¿Qué es la rinoconjuntivitis? Es la asociación de rinitis y conjuntivitis (inflamación de la mucosa nasal y la conjuntiva  ocular “el blanco de los ojos”) que aparecen frecuentemente asociados cuando el paciente  presenta alergia a una determinada sustancia (polvo, pólenes, etc.). Aparece congestión  nasal, moqueo persistente acuoso, lagrimeo, ojo rojo, picor nasal y ocular. ¿Qué es la rinitis crónica? Es la aparición de los síntomas de rinitis de forma persistente debido a la repetición  sucesiva de episodios de rinitis aguda que generan fenómenos inflamatorios que no  desaparecen de la mucosa de la nariz. Aparece obstrucción nasal intermitente/persistente ,  disminución del olfato y moqueo.