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Somos conscientes de que los conceptos médicos pueden resultar confusos si no te los explican con claridad. Para evitar esto, le hemos pedido a nuestros profesionales que preparen estas fichas en donde podrás acceder a información relevante sobre enfermedades que te ayudará a entender de una manera sencilla por qué se producen y por qué es necesario su tratamiento.
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Derrame Ocular
Enfermedad

Derrame Ocular

¿Qué es un derrame ocular? El derrame ocular es la aparición de sangre entre la conjuntiva y la esclerótica , por ruptura de los vasos sanguíneos de esta última, apareciendo una lesión hemática en la parte anterior del ojo, sostenida por la conjuntiva, que no permite que salga al exterior ni traspase a la córnea. El derrame ocular o, como también se conoce, hemorragia subconjuntival o hiposfagma, es una patología bastante común multifactorial, y de resolución espontánea con el paso de los días en la mayoría de ocasiones. Tipos de derrame ocular Existen diferentes tipos de derrame que suceden en el interior del ojo: Hemorragia vítrea: es un tipo de hemorragia intraocular que no se ve a simple vista, ya que se encuentra en el humor vítreo del ojo y, en condiciones normales, es transparente. Al sangrar pierde su transparencia, por lo que la luz no puede atravesarlo y se expresa como pérdida de visión o visión borrosa, según su gravedad. Este tipo de hemorragia intraocular requiere una exploración oftalmológica completa, incluyendo fondo de ojo y, a veces, valoración en cámara de hendidura. Hifema: es la acumulación de sangre en la zona frontal del ojo, entre la córnea y el iris, pudiendo cubrir parcial o totalmente el iris. Se origina por una rasgadura del iris. En ocasiones, puede ser confundida con una hemorragia subconjuntival, ya que es una hemorragia visible, pero, a diferencia de esta última, los hifemas son dolorosos. Hemorragia subconjuntival: es la más benigna y de resolución espontánea. A diferencia del hifema y la hemorragia vítrea, esta no afecta a la agudeza visual, ya que el vaso implicado en el sangrado no altera los medios transparentes del ojo y solo permanece en la conjuntiva. Causas de un derrame ocular Las causas del derrame ocular más frecuentes son: Causas idiopáticas o sin razón aparente que ceden en periodo inferior a 5 días. Traumatismos, muy frecuentes en deportistas por lesiones directas severas en el ojo que afectan a los vasos sanguíneos. Malformaciones de los vasos sanguíneos que pueden ocasionar hemorragias espontáneas. Inflamaciones de la conjuntiva o úvea que pueden ocasionar como complicación hemorragias subconjuntivales Oclusión venosa en la retina. Elevación de la presión en los capilares, por elevaciones de la presión arterial sistémica o por realización de maniobras de valsalva en pacientes sensibles, como puede ser realizar grandes esfuerzos, estornudar o toser fuertemente. Trastornos de la coagulación sanguínea, déficit de vitamina K, algunos tipos de anemia e intoxicación por anticoagulantes. Cirugía de cataratas, puede ocasionar una hemorragia subconjuntival como reacción secundaria. Diabetes Mellitus, aunque no es la lesión más frecuente, los cambios de estrechamiento y obliteración a nivel de capilares pueden ocasionarla. Diferencias de presión, en recién nacidos, a través del canal del parto. Síntomas de un derrame ocular El síntoma más característico del derrame ocular o hemorragia subconjuntival es una zona roja delimitada en conjuntiva por la presencia de sangre. Esta, con el transcurso de los días, puede ir modificando su estructura, ya que desciende a través del ojo y disminuye de tamaño espontáneamente. No se debe presentar ningún tipo de secreción, dolor o pérdida de la visión, ya que estos son signos que hacen sospechar la presencia de otro tipo de hemorragia intraocular que no son la subconjuntival benigna. Tratamiento de un derrame ocular En general, el tratamiento de un derrame ocular es sintomático. La lesión en la conjuntiva desaparece en el transcurso de los días o semanas, ya que se va reabsorbiendo poco a poco conforme a su tamaño. Si el ojo se encuentra irritado, se pueden indicar lágrimas artificiales. El uso de antibióticos o corticoides no ofrece ninguna mejoría significativa y, por lo tanto, no se prescriben. Es importante medir la tensión arterial y valorar los factores desencadenantes, como el uso de anticoagulantes o trastornos de coagulación, para su oportuna corrección .   Pruebas complementarias de un derrame ocular El diagnóstico de un derrame ocular o hemorragia subconjuntival puede realizarse a través de una simple valoración oftalmológica que debe incluir fondo de ojo para descartar otro tipo de hemorragias intraoculares. En el caso de la aparición de dolor en el ojo o traumatismo previo, es importante, además del fondo de ojo, realizar un escáner del globo ocular y de las estructuras contiguas, así como la evaluación, a través de la cámara de hendidura, para detallar todas las estructuras internas del ojo. En pacientes con trastornos de coagulación y anemia, es conveniente realizar una analítica buscando alguna alteración, sobredosificación de anticoagulantes o déficit de vitamina K.   Por último, y no menos importante, se debe medir la tensión arterial. Factores desencadenantes de un derrame ocular Lo factores desencadenantes son similares a las causas del derrame subconjuntival. En ocasiones, se pueden sumar, como por ejemplo un traumatismo ocular en un paciente con trastorno de coagulación o un paciente con emergencia hipertensiva, quienes además tienen un tratamiento con anticoagulantes. Factores de riesgo de un derrame ocular Los factores de riesgo son: Pacientes con hipertensión arterial, sobre todo, aquellos con hipertensión arterial poco controlada. Pacientes con diabetes mellitus mal controlada que como complicaciones crónicas tengan dificultades en la microvasculatura (capilares). Pacientes con trastornos de coagulación o déficit de vitamina K. Uso de antiagregantes y/o anticoagulantes. Pacientes con malformaciones congénitas en los capilares sanguíneos. Complicaciones de un derrame ocular Las complicaciones de un derrame ocular o subconjuntival son poco frecuentes, si aparece dolor, fotofobia, pérdida de la agudeza visual o dolor de cabeza, se debe acudir al médico inmediatamente, ya que probablemente no sea el diagnóstico correcto. La mayoría de estos derrames subconjuntivales desaparecen espontáneamente en el transcurso de 3 semanas aproximadamente . Si es un gran área de sangrado subconjuntival, la zona afectada puede elevarse debido al gran cúmulo de sangre, pudiendo ocasionar en la conjuntiva sequedad ocular o molestias en el párpado, que pueden mejorar con lágrimas artificiales. En los casos de traumatismo, puede surgir un desprendimiento de retina, pero no debido a la hemorragia, sino al traumatismo. Prevención de un derrame ocular Ante la presencia de sobredosificación por anticoagulante o déficit de vitamina K, se debe tratar de no realizar esfuerzo físico severo o maniobras de valsalva, así como tampoco frotar muy fuerte los ojos. Si se presenta algún traumatismo ocular, hay que evitar el ejercicio físico durante las 48 horas posteriores al traumatismo. Para el resto, no existe ningún tipo de prevención adicional . Especialidades a las que pertenece La especialidad a la que pertenece es oftalmología y medicina de atención primaria. Preguntas frecuentes ¿Qué son los vasos sanguíneos del ojo? Los vasos sanguíneos del ojo son estructuras arteriales y venosas que transportan sangre desde y hasta el ojo, a través de pequeños micro capilares, hasta formar la arteria y vena central de la retina. En la conjuntiva, por su extrema delgadez , los capilares son más propensos a romperse, originando hemorragias subconjuntivales sin mayor significación, no ocurriendo lo mismo en otras partes del ojo como el vítreo.   ¿Qué pasa cuando el ojo se llena de sangre? Si el ojo se llena en la conjuntiva de sangre, no afectando al iris y sin pérdida de la agudeza visual, no tiene mayor importancia que la parte estética o cierto prurito (picazón) o sequedad ocular. Ahora bien, si el sangrado va acompañado de dolor ocular , dolor de cabeza o pérdida de agudeza visual, se debe acudir inmediatamente al oftalmólogo para descartar otras enfermedades más graves del globo ocular, que pueden dejar incapacidad permanente o parcial en el mismo.   ¿Por qué el ojo palpita? El ojo no palpita, lo que palpita realmente es el músculo orbicular del párpado, provocando una falsa impresión de palpitación del globo ocular. Aunque no existe una causa específica, se cree que puede estar relacionada con estrés, insomnio o déficit de vitamina B12 . ¿Qué es la Hiposfagma? La hiposfagma es otra manera de denominar a la hemorragia subconjuntival que se produce por la rotura de pequeños capilares entre la conjuntiva y la esclerótica. ¿Cuáles son los síntomas de presión en la vista? Los síntomas más frecuentes de presión en la vista son: pérdida gradual de la visión, ojos rojos, cefalea, dolor ocular y, en ocasiones más graves, náuseas y vómitos.
Uveítis Anterior
Enfermedad

Uveítis Anterior

¿Qué es la uveítis anterior? La uveítis anterior es una inflamación del segmento anterior de la úvea . La úvea es la capa intermedia del ojo. La uveítis anterior afecta al iris (iritis), el cuerpo ciliar (ciclitis) y se denomina iridociclitis anterior. La inflamación puede estar asociada con enfermedades autoinmunitarias , pero en la mayoría de los casos se presenta en personas sanas. Se manifiesta en forma de dolor, enrojecimiento ocular y fotofobia (sensibilidad ante la luz). Este trastorno puede afectar únicamente a un ojo y es más frecuente en personas jóvenes de mediana edad. Se trata de una condición potencialmente grave, que requiere atención inmediata para prevenir la pérdida de la visión. Tipos de uveítis Los tipos de uveítis son: Uveítis anterior: es la forma más común. Implica la inflamación de la parte frontal del ojo (se denomina iritis) y puede afectar al cuerpo ciliar (ciclitis). La inflamación puede estar asociada con enfermedades autoinmunitarias, pero en la mayoría de los casos se presenta en personas sanas. Se manifiesta en forma de dolor, enrojecimiento ocular y fotofobia (sensibilidad ante la luz). Uveítis posterior: afecta la parte posterior de la úvea y compromete principalmente a la coroides (que son una capa de vasos sanguíneos y tejido conectivo en la parte media del ojo). Este tipo de uveítis se denomina coroiditis y si la retina también está comprometida se llama coriorretinitis. Esta afección se puede presentar si ha habido una infección generalizada  o una enfermedad autoinmunitaria. Uveitis intermedia : También llamada pars planitis , existe cuando se produce disminución de la agudeza visual (visión de moscas volantes), en ocasiones puede presentar fotofobia (sensibilidad a la luz). Se presenta con frecuencia en hombres jóvenes y generalmente no está asociada con ninguna enfermedad. Sin embargo, existe alguna evidencia que puede estar ligada a la enfermedad de Crohn y posiblemente a la esclerosis múltiple. Causas de la uveítis anterior La causa de la uveítis anterior es desconocida. Sin embargo, en algunos casos puede deberse a un traumatismo o a una infección . Las agudas, que aparecen solo en un ojo en cada episodio pero que pueden alternar ambos ojos en diferentes episodios, se asocian con frecuencia a enfermedades reumáticas como la espondiloartropatía y suelen tener un marcador genético que es el HLA-B27. Las infecciones asociadas con la uveítis anterior incluyen: enfermedad de Lyme, sífilis, tuberculosis, toxoplasmosis, virus del herpes y paperas. Las crónicas son procesos más graves porque, a menudo el ojo no está enrojecido y suelen existir ya múltiples secuelas en el momento del diagnóstico, puede asociarse a enfermedades reumáticas de la infancia como artritis idiopática juvenil. Síntomas de la uveítis anterior Los síntomas de la uveítis anterior son: Ojos enrojecidos. Dolor intenso. Lagrimeo. Visión borrosa. Sensibilidad a la luz (fotofobia). Pupila pequeña o de forma irregular. Disminución de la agudeza visual. Tratamiento de la uveítis anterior El tratamiento de la uveítis anterior se basa en aliviar los síntomas y reducir el cuadro inflamatorio para mejorar y preservar la visión. También es importante tratar las causas subyacentes de la uveítis anterior. La uveítis anterior se puede tratar con: Colirios con corticoesteroides para controlar la inflamación. Antiinflamatorios no esteroides (AINE). Agentes ciclopléjicos (dilatadores de la pupila) para ayudar a disminuir el dolor, la fotofobia y para evitar que el iris se adhiera al cristalino que está debajo. Agonistas beta de uso tópico para ayudar a aliviar la presión intraocular. Antibióticos sistémicos y locales. Reposo. Pruebas complementarias de la uveítis anterior Las pruebas complementarias para el diagnóstico de la uveítis anterior deben iniciarse con una completa historia clínica, un examen ocular más profundo del interior del ojo, las pupilas, y los músculos extraoculares. Factores desencadenantes de la uveítis anterior No existen factores desencadenantes. Factores de riesgo de la uveítis anterior Los factores de riesgo de la uveítis anterior están relacionados con algunos trastornos inmunitario y problemas de salud como son: Espondilitis anquilosante Sarcoidosis Artritis reumatoide VIH Enfermedades inflamatorias intestinales Virus del herpes Complicaciones de la uveítis anterior Las complicaciones de la uveítis anterior son: Glaucoma secundario Desprendimiento de la retina Catarata Ceguera Prevención de la uveítis anterior. Actualmente, no existen pautas para prevenir la uveítis anterior. Especialidades a las que pertenece La especialidad médica a la que pertenece la uveítis es la oftalmología, que es la rama de la medicina que se encarga de tratar las enfermedades de los ojos. Preguntas frecuentes ¿Qué es el Tyndall en los ojos? El Tyndall en los ojos se refiere a la presencia, en la cámara anterior del ojo, de pequeños corpúsculos flotando en el humor acuoso y que está constituido por células inflamatorias y proteínas. Aparece en los procesos inflamatorios del cuerpo ciliar. ¿Cuánto dura el tratamiento de la uveítis? El tratamiento de la uveítis va depender de las causas que lo provoquen y del tipo de uveítis que el paciente tenga. Suele durar de tres a cuatro meses . Si el paciente tiene recaídas la duración del tratamiento puede variar. ¿Qué es la uveítis en los ojos? La uveítis en los ojos es una inflamación de la úvea (capa intermedia de ojo entre la retina y la esclerótica, o lo que es lo mismo, la parte blanca del ojo). Consiste en una inflamación en el interior del ojo que afecta a una o más partes de la úvea: el iris (que da color a los ojos), cuerpo ciliar (detrás del iris donde se produce el humor acuoso) y coroides (parte detrás de la retina). ¿Qué es un glaucoma? El glaucoma es una neuropatía óptica que deteriora progresivamente el nervio óptico hasta su atrofia total, con asociación de pérdida de campo visual . El principal factor de riesgo es el aumento de la presión intraocular y los daños de fibras retinales. ¿Qué es la iridoclitis? La iridoclitis es la inflamación del iris (que da color a los ojos) y el cuerpo ciliar (detrás del iris donde se produce el humor acuoso).
Síndrome de Reiter
Enfermedad

Síndrome de Reiter

El síndrome de Reiter también conocido como artritis reactiva, es una afección que comprende desde una reacción inflamatoria hasta una infección en algún sitio del cuerpo. Suele aparecer después de una infección de las vías urinarias, el tracto genital o digestivo. Es una afección que atañe a los ojos causando conjuntivitis y/o uveítis; a las articulaciones provocando artritis reactiva, a la uretra y, en ocasiones menos frecuentes, también a la piel causando lesiones cutaneomucosas. Es más frecuente en hombres que en mujeres y predomina en edades comprendidas entre los 20 y los 40 años de edad. Es una afección rara y poco grave aunque es importante tratar los síntomas para evitar complicaciones mayores. Tipos de síndromes más comunes El síndrome de Reiter no tiene otros tipos de síndromes. Causas del síndrome de Reiter Las causas exactas del síndrome de Reiter se desconocen, pero pueden considerarse como posibles causas las siguientes: Infección urogenital: con frecuencia empieza en el tracto urinario o genital y es ocasionada por la bacteria clamidia trachomatis , que se contagia mediante la actividad sexual. La infección también puede iniciar en el aparato digestivo después de comer alimentos contaminados con la bacteria, usualmente shigella , salmonella o campylobacter . Alrededor de una a cuatro semanas después de la infección se puede desarrollar el síndrome de Reiter. Genéticamente puede que una persona sea más propensa a contraer la afección, sobre todo en los casos donde algún familiar haya sufrido el síndrome. Estos pacientes tienen un factor genético específico llamado HLA-B27 (o el gen B27). Síntomas del síndrome de Reiter Los síntomas del síndrome de Reiter envuelven tres sistemas corporales: el tracto genitourinario, los ojos y las articulaciones. En el tracto urinario y aparato reproductor masculino se produce dolor o dificultad al orinar , secreción en el pene, dolor en el pene, escalofríos y fiebre. En el tracto urinario y aparato reproductor femenino, ocasiona sensación de ardor al orinar, cistitis, hematuria y vagina inflamadas. En los ojos se produce un enrojecimiento ( conjuntivitis ), dolor, irritación, visión borrosa, lagrimeo, sensibilidad al sol y párpados hinchados. En las articulaciones es frecuente que aparezca inflamación, dolor y enrojecimiento, principalmente en la rodillas, tobillos y pies, dolor en el talón, acortamiento y endurecimiento de los dedos de las manos y los pies, dolor y rigidez de espalda. Otros síntomas pueden ser el sarpullido , especialmente en las palmas de las manos y plantas de los pies, úlceras en la boca o la lengua, pérdida de peso, falta de apetito, fatiga, etc. Tratamiento del síndrome de Reiter El síndrome de Reiter no tiene cura . Sin embargo, el tratamiento de la infección puede alentar o detener el curso de la enfermedad. Los pacientes se recuperan del episodio inicial a los seis meses. Aunque algunos pacientes pueden desarrollar arteritis crónica. El objetivo del tratamiento es aliviar los síntomas. Entre los tratamientos más comunes están: el reposo en cama que ayuda a relajar las articulaciones, terapia física con ejercicios específicos para mantener los músculos fuertes y mover las articulaciones. Los medicamentos que se deben pautar son los analgesicos y antiinflamatorios , inyecciones de corticoides (sólo están indicadas si la inflamación persiste por largo tiempo), cremas tópicas con esteroides y, en casos de infecciones, antibióticos. Pruebas complementarias del síndrome de Reiter Las pruebas complementarias para el diagnóstico del síndrome de Reiter son: análisis de sangre para ver la velocidad de sedimentación globular que mide el grado de inflamación en determinadas partes del cuerpo, examen de orina para observar el factor genético asociado al síndrome (HLA-B27), extirpación del líquido sinovial de las articulaciones para buscar infección, radiografía de las articulaciones, ecografía, resonancia magnética y tomografía axial computarizada. Factores desencadenantes del síndrome de Reiter No existen factores desencadenantes. Factores de riesgo del síndrome de Reiter Los factores de riesgo del síndrome de Reiter son : Los hombres tienen más probabilidades de desarrollarlo que las mujeres. Miembros de la familia con el Síndrome de Reiter. Tener una enfermedad de transmisión sexual. Heredar el rasgo genético (HLA-B27). Ingerir alimentos manipulados incorrectamente. Complicaciones del síndrome de Reiter Las complicaciones en término general del síndrome de Reiter son raras, pero entre éstas se incluyen: Pulmonares : Neumonía o derrame pleural. Sistema nervioso : Neuropatía o cambios en el comportamiento. Cardíacos : Insuficiencia aórtica, pericarditis, arritmias y necrosis aórtica. Ésta última secundaria al tratamiento. Oftalmología : Uveítis o cataratas. Articulares : Artritis recurrentes, artritis crónica ó sacroileítis y espondilitis anquilosante. Prevención del síndrome de Reiter La prevención del síndrome de Reiter es: Evitar las enfermedades de transmisión sexual. Se recomienda que los pacientes se realicen pruebas de clamidia y otras infecciones similares para evitar que degeneren en el síndrome de Reiter. Lavarse las manos antes de comer y cocinar. Consumir alimentos que hayan sido guardados y preparados adecuadamente para evitar las infecciones intestinales. Especialidades a las que pertenece Las especialidades a las que pertenece el síndrome de Reiter son urología, reumatología, oftalmología y medicina interna. Preguntas frecuentes: ¿Qué es la artritis reactiva? La artritis reactiva es un trastorno que causa tres síntomas aparentemente no relacionados como son: artritis, enrojecimiento de lo ojos (conjuntivitis) y problemas del tracto urinario. Es un grupo de enfermedades que causan inflamación en el cuerpo. ¿Es contagioso el síndrome de Reiter? El síndrome de Reiter no es contagioso , pero la causa subyacente es con frecuencia una infección que puede propagarse mediante contacto sexual o por transmisión de la bacteria que la produce. ¿Se cura la artritis reactiva? La artritis reactiva no tiene cura, sólo se tratan los síntomas de esta afección. ¿Qué es considerada una enfermedad rara? El síndrome de Reiter es considerada una enfermedad rara, también conocida como “enfermedad huérfana”. Las enfermedades raras son aquellas que afectan a un pequeño porcentaje de la población.
Endoftalmitis
Enfermedad

Endoftalmitis

¿Qué es la endoftalmitis? La endoftalmitis es la infección que afecta a todo el globo ocular , y cuya causa más frecuente es postquirúrgica, siendo muy poco frecuente, aproximadamente un 0.28% de los casos. La cirugía donde hay más incidencia de endoftalmitis es la de cataratas . Es una enfermedad grave que pone en peligro la visión del enfermo. Tipos de endoftalmitis La endoftalmitis se puede clasificar en función de cómo se produce la infección. Endoftalmitis exógena : es la entrada de la infección al interior del ojo por un trauma, por una cirugía o erosión. Es una de las complicaciones más graves de la cirugía ocular. Endoftalmitis endógena : se da cuando el interior del ojo se infecta a través del torrente circulatorio. Suele darse en pacientes con sepsis severa o déficit de su sistema inmunitario. Causas de la endoftalmitis La causa de la endoftalmitis es la entrada de algún germen en el interior del ojo, que debería de ser estéril, ya sea por cirugía o por otras causas. Síntomas de la endoftalmitis Los síntomas de la endoftalmitis serán dolor, calor, enrojecimiento local, alteración de la visión y/o dolor producido por la luz . En el caso de cirugía ocular, esta se produce en los dos primeros días tras la misma. En casos menos graves, se produce a los 5 días de la cirugía, y en los casos de cirugía de glaucoma siempre hay riesgo de estas infecciones. Tratamiento de la endoftalmitis El tratamiento de la endoftalmitis será, en primer lugar, con antibióticos , que serán tanto a nivel de tratamiento local como a nivel intravenoso. En algunos casos puede ser necesaria la cirugía, mediante  una vitrectomía para tratar de retirar el material infectado de dentro del ojo. La vitrectomía es la extracción del humor vítreo, inyectando en su lugar un gas o sustancia gelatinosa que puede tener que retirarse posteriormente. Pruebas complementarias de la endoftalmitis Las pruebas complementarias son: extracción de material del ojo para cultivo y antibiograma , y como prueba de imagen se realiza la ecografía, la cual nos dará información tanto de la extensión de la infección como de la severidad de la misma. Factores desencadenantes de la endoftalmitis Son factores desencadenantes de la endoftalmitis los traumas oculares o las cirugías, que pueden producir la entrada de gérmenes el interior del ojo. Factores de riesgo de la endoftalmitis Los pacientes con inmunodepresión como son los diabéticos o pacientes con HIV tienen mayor probabilidad de sufrir una endoftalmitis. Complicaciones de la endoftalmitis Pérdida de la visión del ojo afecto. Pérdida del ojo afectado. Prevención de la endoftalmitis Uso de antibióticos tópicos previos a la cirugía. Control adecuado postoperatorio con uso de antibióticos tópicos Especialidades a las que pertenece la endoftalmitis La endoftalmitis debe de ser controlada y tratada de modo adecuado por el oftalmólogo. Preguntas frecuentes ¿Qué es un hongo intraocular? Al hablar de un hongo intraocular, nos referimos a la infección de hongos en el interior del ojo . Dicho hongo invade los fluidos internos del ojo que deben ser estériles. También pueden dar lugar a queratitis, que es la infección de la córnea, que se produce sobre una zona ulcerada de la misma. Está relacionado en muchos casos con las lentillas o con procesos de úlceras producidas por heridas de plantas.    ¿Qué son las cataratas? Las cataratas son la opacificación de la lente intraocular conocida como cristalino. Al pacificarse el cristalino se produce pérdida de visión, y cuando esto ocurre, se va a retirar esta lente natural y se va a situar en su lugar una lente artificial. Es la operación conocida como faquectomía. ¿Qué es la fotofobia? La fotofobia es un síntoma de diferentes enfermedades oculares, en el cual el paciente siente dolor ocular cuando hay una luz intensa . Esto hace que el paciente se cubra los ojos de la luz intensa. También puede darse fotofobia en las cefaleas oftálmicas, en las cuales el paciente precisa sentirse a oscuras ya que la luz aumenta el dolor de cabeza. ¿Por qué se puede producir una inflamación ocular? La inflamación ocular, que es el enrojecimiento y edema del ojo y sus anejos, se puede sufrir por diferentes infecciones . Así, por ejemplo, se puede producir la celulitis ocular. En este caso se inflaman los párpados y el tejido que rodea los ojos, y suele darse secundaria a una sinusitis. Se puede producir también la blefaritis, que es la inflamación solo de los párpados, que suele ser secundaria a infecciones en la zonas glandulares de las pestañas. La conjuntivitis es la inflamación de la conjuntiva, que puede darse por infecciones bacterianas o víricas. De entre estas, las más peligrosas son las infecciones por el virus herpes, ya que estas pueden dar lugar a úlceras corneales peligrosas. Por último, tenemos las endoftalmitis, en estos casos se inflama e infecta la parte interior del ojo y suele ser por una infección vírica, bacteriana, o por hongos, en la cual un germen externo se introduce en el interior del ojo, ya sea por una cirugía por un trauma. ¿Qué es la profilaxis antibiótica? La profilaxis antibiótica es el antibiótico que se da previamente a una intervención , para evitar las posibles infecciones que se pueden diseminar durante la cirugía. Así, en los casos de intervenciones en los ojos, es posible que el oftalmólogo le indique ponerse unas gotas de antibiótico previamente, que eviten la diseminación de una infección si estuviera presente, también es normal tomar profilaxis antibiótica en las intervenciones v bucales de los pacientes con problemas cardíacos.