Artículo especializado
Efectos de la Serotonina en la Salud
La serotonina es un neurotransmisor que se produce por la transformación del triptófano (un aminoácido esencial proveniente exclusivamente de la dieta). Los alimentos que contienen triptófano serían, pues, precursores de la serotonina , por ejemplo: avena, trigo, almendras, huevos y pescado azul.
Qué pasa si sus niveles fluctúan
Las fluctuaciones en los niveles de serotonina se asocian a muchos trastornos psiquiátricos . Así, niveles bajos están relacionados con ansiedad, estrés, depresión, fobia y trastorno obsesivo compulsivo. Sin embargo, como veremos más adelante, una concentración excesivamente elevada de serotonina también puede provocar efectos indeseables.
¿Sabías que, fisiológicamente, los niveles de serotonina son fluctuantes a lo largo de día? Su nivel más elevado coincide con los momentos más soleados del día, mientras que durante el sueño profundo baja al mínimo.
¿Se pueden medir sus niveles?
La serotonina se produce en el cerebro , en el árbol bronquial respiratorio y en los intestinos, fundamentalmente. Se metaboliza en el hígado y se excreta por los riñones en forma de metabolitos. Por tanto, puede encontrarse en diferentes órganos como cerebro, intestino y sangre (concretamente en las plaquetas).
La concentración de serotonina cerebral no puede estimarse, pero podemos medir los niveles del ácido 5-hidroxiindolacético (principal metabolito de la serotonina) que se excreta en pequeñas cantidades a través de la orina. Como curiosidad te diré que algunos tumores carcinoides pueden sintetizar serotonina. Así, en caso de concentraciones muy elevadas de ácido 5-hidroxiindolacético en orina debemos descartar la presencia de un tumor carcinoide (normalmente localizados a nivel del tracto gastrointestinal y en los pulmones, aunque se pueden afectar otros órganos). Para medir los niveles de ácido 5-hidroxiindolacético en orina debe recogerse la muestra durante un período completo de 24 horas. Asimismo, existen ciertos alimentos que pueden modificar los niveles de este metabolito por lo que debemos tener la precaución de no tomarlos durante los tres días previos a la recogida de orina y durante las 24 horas de la recogida. ¿Cuáles son estos alimentos? Aguacate, plátano, piña, ciruelas, nueces, tomate, kiwi y berenjena, fundamentalmente. Algunos fármacos también pueden modificar los niveles, pero no deben ser suspendidos sin supervisión médica. ¿Por qué crees que la orina debe recogerse durante 24 horas para medir el metabolito de la serotonina? Tiene su lógica: dado que los niveles de serotonina cambian durante todo el día, también varían los niveles de su metabolito, por ello se recoge una muestra de todo el día y se calcula su promedio.
¿Qué es un neurotransmisor?
En una molécula encargada de transmitir información desde una neurona hacia otra neurona mediante la sinapsis o zona de transmisión entre neuronas.
Aunque la serotonina está catalogada como un neurotransmisor del sistema nervioso central , a nivel orgánico se comporta como una hormona. La mayor concentración de serotonina se encuentra en el tracto gastrointestinal (no en el cerebro), donde regula el movimiento del intestino, así como el apetito. Altas concentraciones de serotonina se asocian a deposiciones líquidas y a reducción del apetito.
¿A qué otras funciones se asocia?
Se relaciona con el metabolismo del hueso, la producción de leche materna, la regulación térmica, la modificación del estado de ánimo y las emociones (bienestar, optimismo, buen humor y sociabilidad), la estimulación del centro de vómito, la coagulación (la serotonina es liberada por las plaquetas y participa en el proceso de formación de un coágulo ante un sangrado activo), la regulación del dolor, la excitación sexual…
¿Por qué se asocia la serotonina con la sexualidad?
En este caso muy altos niveles de serotonina se relacionan con una reducción del deseo sexual y tiene una explicación…. La sensación de placer sexual y relajación obtenida tras el orgasmo se asocia a una liberación de serotonina a nivel cerebral que coincide con el periodo refractario posterior al orgasmo en la que el deseo sexual baja en picado. Por tanto, con el orgasmo sube el nivel de serotonina y disminuye el deseo sexual. De hecho, se aboga por la asociación entre la intensidad del orgasmo y la liberación de serotonina, siendo directamente proporcionales.
Por otro lado, la serotonina se asocia a la química del amor y el enamoramiento (por ello también es llamada el neurotransmisor de la felicidad).
Sintetizando, diríamos que altos niveles de serotonina se asocian a deposiciones líquidas, reducción del apetito, euforia, náuseas, osteoporosis, disminución de la líbido, etc. Sin embargo, unos niveles bajos de serotonina en el cuerpo, se asocian a depresión, fatiga, actitud negativa, irritabilidad, cambios de humor, difícil control de la ira , insomnio, dificultad en la concentración, ansiedad , labilidad emocional, distimia , necesidad de sentir satisfacción (es decir, deseo sexual) etc. Ello explica el efecto de un tipo de antidepresivos llamado “inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina”, cuyo mecanismo de acción es, precisamente, elevar los niveles de serotonina en caso de depresión (asociada a bajos niveles de serotonina).
El síndrome serotoninérgico
No quería finalizar este contenido sin mencionarte el llamado síndrome serotoninérgico. Se trata de un cortejo de síntomas provocado por un exceso de serotonina, ya sea por sobredosis o por interacción medicamentosa . En este punto debo decirte que también puede aparecer en personas que toman un aporte externo de triptófano dado que es el precursor de la serotonina. Este cuadro suele manifestarse de forma aguda y puede cursar con síntomas muy diversos como pueden ser: nerviosismo, alucinaciones, agitación, confusión, desorientación, ansiedad, fiebre, taquicardia, diarrea, vómitos, sudoración, temblores, movimientos involuntarios o descargas musculares, etc. Como habrás supuesto, el tratamiento en todos los casos es la suspensión inmediata del aporte externo y el tratamiento sintomático del cuadro (normalmente se emplean relajantes musculares).
Se confirma, pues, la frase que se repite con asiduidad y que tanto sentido común tiene: “todos los extremos son malos”. Si lo extrapolamos a nuestro tema p odríamos concluir que no necesitamos un aporte externo si los niveles están dentro del rango de normalidad.