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Taquicardia

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¿Qué es la taquicardia?

La taquicardia consiste en un aumento anormal de la frecuencia cardíaca en reposo. Cuando el corazón late más rápido de lo normal, no es capaz de bombear la sangre ni transportar oxígeno a todo el cuerpo de forma eficiente. Es una afección común, pero leve si se sigue tratamiento. La taquicardia supraventricular es más frecuente en mujeres jóvenes y de edad media, niños y bebés y, dentro de estas, la taquicardia auricular es más común en personas que padecen alguna enfermedad cardíaca.
Los tratamientos de la taquicardia pretenden disminuir la frecuencia cardíaca y prevenir posibles complicaciones.

Tipos de taquicardia

Los tipos de taquicardias más frecuentes son:

  • Taquicardia sinusal: la frecuencia del corazón es más rápida de lo normal pero el corazón funciona con normalidad. El ritmo cardíaco se origina en el nodo sinusal y se propaga después a las aurículas y ventrículos. En pocas ocasiones se requiere tratamiento y suele ser ocasionada por crisis de ansiedad, tras la práctica de actividades físicas intensas, por el consumo elevado de alcohol o en personas con insuficiencia cardíaca.
  • Taquicardia ventricular: el problema se origina en los ventrículos y es muy peligroso. Dentro de este tipo encontramos distintos subgrupos:
    • Taquicardia ventricular sostenida: la frecuencia del corazón aumenta de forma continuada, puede indicar la presencia de una cardiopatía y provocar la muerte.
    • Taquicardia ventricular no sostenida: son episodios cortos y finalizan solos.
    • Fibrilación ventricular: el corazón late de forma desorganizada y se puede perder la conciencia o provocar la muerte.
    • Extrasístoles ventriculares: son alteraciones en zonas concretas del ventrículo que provoca que el latido se adelante más de lo habitual.
  • Taquicardia supraventricular: la alteración se produce en el funcionamiento de las aurículas o cámaras superiores del corazón o en el nodo auriculoventricular. La taquicardia supraventricular tiene subtipos:
    • Taquicardia auricular: producida en una zona concreta de las aurículas, son prolongadas y complicadas de eliminar y suelen derivar en bronquitis crónica.
    • Flutter auricular: causada durante el proceso de reentrada auricular.
    • Fibrilación auricular: es el tipo de arritmia más frecuente, presenta ritmos cardíacos irregulares y generalmente se trata con medicamentos. Sobre todo suele presentarse en ancianos y está vinculada a la aparición de trombos.
    • Taquicardias paroxísticas supraventriculares: la aceleración de la frecuencia del corazón empieza y acaba bruscamente.

Causas de una taquicardia

Existen diferentes causas que pueden provocar una taquicardia:

  • Hipertensión arterial.
  • Enfermedades cardíacas.
  • Infecciones.
  • Enfermedades pulmonares.
  • Insuficiencia renal.
  • Estrés o ansiedad emocional.
  • Abuso de alcohol, drogas o cafeína.
  • Tabaquismo.
  • Esfuerzo físico intenso.
  • Enfermedad tiroidea.
  • Tumores.

Síntomas de una taquicardia

Los síntomas más usuales provocados por una taquicardia suelen ser:

  • Mareos y sensación de vértigo.
  • Dificultad para respirar.
  • Pulso rápido y palpitaciones.
  • Dolor en el pecho.
  • Fatiga y cansancio.
  • Síncope o desmayo.

Tratamiento para la taquicardia

Los tratamientos de la taquicardia pretenden disminuir la frecuencia cardíaca y prevenir posibles complicaciones, esto puede llevarse a cabo mediante medicamentos u otras técnicas recomendadas, según la gravedad o la causa que la origine.

Si la taquicardia se acompaña de síntomas como dolor pectoral o dificultad respiratoria, se administra suero por vía venosa, oxígeno por vía nasal, y se registra el ritmo cardíaco y la tensión mediante monitores específicos.

Si la causa que la originó es un ataque de ansiedad, se prescribirán medicamentos ansiolíticos y se recomendará hacer reposo. Se administrarán antibióticos en caso de presentar una infección.

Para disminuir la velocidad de los latidos del corazón existen diversos métodos: pedir al paciente la ejecución de maniobras vagales (consistentes en toser o agacharse para intentar regular los latidos), realizar un  masaje carotídeo (presionando sobre la arteria carótida para frenar la aceleración) y en los casos más graves y urgentes, se usa el procedimiento de cardioversión (aplicación de choques eléctricos directos al corazón) mediante un desfibrilador o también se puede inyectar un medicamento antiarrítmico para restablecer el ritmo cardíaco normal.

Si hay cardiopatías, como un infarto o angina, enfermedades valvulares o el resto de tratamientos no funcionan, puede ser necesario realizar alguna técnica quirúrgica para destruir la vía eléctrica que provoca taquicardia (se denomina ablación), provocar incisiones en el tejido cardíaco creando un patrón, o implantar un marcapasos o desfibrilador cardioversor en el pecho que calibre el ritmo cardíaco si se detectan aumentos de la frecuencia cardíaca.

Pruebas complementarias del tratamiento de taquicardia

Para realizar un correcto diagnóstico de la taquicardia y proceder al tratamiento adecuado, se puede necesitar realizar una serie de pruebas básicas como un electrocardiograma para estudiar el ritmo cardíaco y detectar el tipo de arritmia, una auscultación cardiorrespiratoria, medición de la frecuencia, ritmo cardíaco y tensión arterial, y pruebas complementarias como un ecocardiograma u otras pruebas de diagnóstico de imágenes cardíacas como una resonancia magnética, angiografía, radiografía de tórax, etc, en caso de sospechar una anomalía cardíaca. También el médico puede solicitar al enfermo que lleve un dispositivo portátil llamado monitor Holter, para registrar el electrocardiograma durante 24 horas continuas, ya que a veces aparecen y desaparecen rápido las taquicardias y no las detecta el primer electrocardiograma.

También pueden ayudar a determinar el tratamiento realizar una analítica de sangre, una prueba de esfuerzo para ver cómo funciona el corazón ante empeños físicos, o una prueba electrofisiológica, insertando un catéter en el corazón para recoger información eléctrica coronaria.

Factores desencadenantes de una taquicardia

Los factores desencadenantes de una taquicardia habitualmente están relacionados con estrés psicológico o emocional, falta de sueño, actividad física intensa, tabaquismo, consumo excesivo de estimulantes o drogas, y también puede originarse por cualquier enfermedad que provoque tensiones en el corazón.

Factores de riesgo de la taquicardia

Las enfermedades coronarias y las siguientes patologías aumentan el riesgo de padecer taquicardia:

  • Arterioesclerosis.
  • Insuficiencia cardíaca.
  • Defectos cardíacos congénitos.
  • Cardiopatías degenerativas o inflamatorias.
  • Enfermedad pulmonar crónica.
  • Ansiedad.
  • Diabetes.
  • Apnea del sueño.
  • Consumo de drogas y tabaquismo.
  • Tiroides.
  • Anemia.

Además, a mayor edad de la persona y si se tienen antecedentes familiares, se es más propenso a sufrir taquicardias.

Complicaciones de una taquicardia

Hay algunas complicaciones graves que se pueden derivar de una taquicardia:

  • Insuficiencia cardíaca.
  • Desvanecimiento.
  • Paro cardíaco.
  • Accidente cerebrovascular.
  • Fallecimiento.

Prevención de una taquicardia

Existen algunas recomendaciones útiles para tener un corazón sano y prevenir una taquicardia:

  • Evitar el estrés.
  • Hacer técnicas de relajación o practicar yoga.
  • Dormir del lado izquierdo.
  • No fumar.
  • Limitar el consumo de alcohol y estimulantes como la cafeína.
  • No automedicarse.
  • Hacer revisiones médicas regulares, sobre todo si se ha sufrido previamente una taquicardia.
  • Mantener un peso saludable.
  • Descansar adecuadamente.
  • Controlar la presión arterial.
  • Practicar ejercicio moderado de forma habitual.

Especialidades a las que pertenece la taquicardia

La taquicardia pertenece a la especialidad de la cardiología, si bien en fases iniciales puede ser tratada por los especialistas en medicina de familia y medicina interna.

Preguntas frecuentes:

¿Si tengo taquicardia, cuándo debo ir al médico?

Se debe acudir al médico cuando, conociendo la causa que la ha provocado, la taquicardia persiste, aunque se haya tranquilizado la persona. Sobre todo, es preciso asistir a urgencias si se desconoce la causa que lo ha originado o si la taquicardia va acompañada de mareos, desmayos, falta de aire o dolor en el pecho.

¿Es lo mismo arritmia y taquicardia?

A veces se confunden ambos términos, pero son diferentes. Una taquicardia es un tipo de arritmia, un trastorno del ritmo cardíaco caracterizado por latidos altos o frecuencia alta, mientras que también existen arritmias en las que el ritmo cardíaco es bajo, denominadas bradicardias, o arritmias con un ritmo irregular.

¿Cómo se puede reconocer una taquicardia?

Se puede reconocer una taquicardia si se siente una frecuencia alta de los latidos del corazón.  Los latidos se pueden medir mediante la arteria carótida, situada a la altura de la nuez o en la muñeca. Para medirlos correctamente, es conveniente hacerlo durante al menos 15 segundos y multiplicar los latidos por 4. Si se alcanzan más de 120 latidos por minuto estando en reposo, se considera anormal y se debe acudir al médico de urgencia (si resultan inferiores a 45 latidos, también). Asimismo, se pueden reconocer porque suelen ir acompañadas de una sensación de mareo, dolor en el pecho, falta de aire, palpitaciones o incluso desmayos.

¿Qué hacer para quitar una taquicardia?

Para quitar una taquicardia lo primero que debe hacerse es tranquilizarse. Si la causa es conocida y provocada por estrés o ejercicio físico, se pueden seguir varias técnicas: ingerir una infusión de valeriana, melisa o tila para relajarse, verter agua muy fría o con hielo en un recipiente y sumergir la cara durante unos segundos guardando la respiración, o realizar la técnica de maniobra de Valsalva, para estimular el nervio vago que controla la frecuencia cardíaca. Este procedimiento consiste en respirar profundamente tensando los músculos del abdomen, apretar la nariz con los dedos mientras se mantienen cerrados los ojos y la boca, e intentar exhalar (con la nariz y la boca tapados y sin dejar de tensar el abdomen). No obstante, estas técnicas no se recomiendan si la taquicardia va acompañada de otros malestares como dolores o falta de respiración, en cuyos casos hay que acudir de manera urgente a un hospital.

¿Cuáles son los síntomas de la ansiedad?

Los síntomas de la ansiedad pueden variar según la persona, los más habituales suelen ser taquicardia o palpitaciones, opresión en el pecho, sensación de falta de aire, temblores, mareos, náuseas, escalofríos, malestar abdominal, entumecimiento, agobio, incertidumbre, fobias o temor a perder el control, dificultad para actuar y tomar decisiones, ensimismamiento e irritabilidad.