El síndrome del shock tóxico es una enfermedad multisistémica aguda causada por la exotoxina (TSST-1) de la bacteria Staphylococcus aureus o Streptococcus pyogenes, en la mayoría de los casos. Se manifiesta con fiebre, hipotensión, eritema generalizado de piel y mucosas, fracaso multiorgánico, así como descamación en su fase inicial de convalecencia.
El síndrome de shock tóxico se ha asociado principalmente al uso de tampones superabsorbentes en mujeres que están menstruando, con predilección en adolescentes y mujeres jóvenes, pero que puede afectar a cualquier persona, incluso hombres y niños, puede ocurrir a cualquier edad, sin embargo, la mayoría de los casos ocurren en personas de 15-50 años. Es una enfermedad poco común que puede ser grave y puede llegar a causar la muerte, por eso es importante de realizar una rápida intervención para diagnosticarla y tratarla a tiempo.
Entre los principales tipos de shock se encuentran:
Con mayor frecuencia, el síndrome de shock tóxico es causado por las toxinas que producen las cepas de las bacterias Staphylococcus aureus (estafilococos) y por las bacterias Estreptococos pyogenes (estreptococos del grupo A). Estas bacterias son microorganismos que, como muchas otras de su tipo, se encuentran en el cuerpo de las personas sanas de forma natural, habitualmente en piel, nariz, axilas, inglés y vagina. El síndrome del shock tóxico también puede ocurrir con infecciones cutáneas, quemaduras, o después de una cirugía.
Estas bacterias se multiplican en un cuerpo extraño, en una infección de herida menor, o en una superficie mucosa, elaborando la toxina Estafilococos aureus (TSST-1) y la enterotoxina B Estafilocócica. Estas toxinas son absorbidas y actúan como superantígenos sobre las células T, lo que provoca la secreción de cantidades masivas de citocinas o citoquinas (proteínas que regulan la función de las células que la producen y que tienen un efecto en el sistema inmunitario).
Los síntomas pueden incluir:
El tratamiento para el síndrome de shock tóxico consiste en: administración de antibióticos para tratar la infección. Se administrarán medicamentos para estabilizar la presión arterial si es baja (hipotensión), y líquidos para tratar la deshidratación y hay que proceder a la extracción de cualquier material extraño, como tampones, esponjas vaginales o tapones nasales. Las toxinas producidas por estafilococos o estreptococos y la hipotensión que las acompañan pueden provocar insuficiencia renal. Si los riñones fallan, posiblemente se necesite diálisis. Puede ser necesario practicar una cirugía para extirpar el tejido muerto (desbridamiento) del lugar de la infección o para drenar esta.
No hay pruebas para detectar el síndrome de choque tóxico. Es posible que se tomen muestras de sangre y orina para evaluar la presencia de estafilococos o estreptococos. Debido a que el síndrome de choque tóxico puede afectar a varios órganos, el médico puede pedir otras pruebas, como una tomografía computarizada, una punción espinal o una radiografía de tórax, para evaluar el alcance de la enfermedad.
El factor desencadenante principal es el contacto o la producción de las bacterias causantes de esta enfermedad.
Los factores que aumentan el riesgo de tener este síndrome son: tener cortes o quemaduras en la piel, haber dado a luz recientemente, haber tenido una cirugía reciente, el uso de esponjas anticonceptivas y/o tampones superabsorbentes, el periodo menstrual, o tener una infección viral como influenza o varicela, entre otros factores.
Las complicaciones incluyen:
Para prevenir este trastorno es necesario:
El síndrome del shock tóxico pertenece a la especialidad de infectología. La infectología es una especialidad médica que se encarga del estudio, la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades producidas por agentes infecciosos (bacterias, virus, hongos y parásitos).
Si el síndrome no se trata correctamente o a tiempo, puede tener consecuencias como: insuficiencia renal, insuficiencia miocárdica, daño a órganos internos, e incluso la muerte.
El uso de compresas no suele causar este síndrome, de hecho, se recomienda el uso de las mismas mejor que los tampones para prevenir esta enfermedad.
Para saber si se tiene un shock tóxico se deberá estar pendiente a los síntomas, las causas y los factores de riesgo que predisponen la enfermedad. Si el paciente tiene fiebre alta repentina, confusión, presión arterial baja, vómitos o diarrea, erupción cutánea similar a las quemaduras de sol, en especial en las palmas de las manos y las plantas de los pies, dolores musculares, insuficiencia en órganos (generalmente los riñones y el hígado), enrojecimiento de ojos, boca y garganta, convulsiones y/o dolores de cabeza, es necesario que acuda al médico para una valoración inmediata.
Cualquier producto que se inserte en la vagina, como las copas menstruales, los tampones, los diafragmas anticonceptivos, las esponjas anticonceptivas y las copas cervicales, puede causar este síndrome.