El síndrome de Addison, enfermedad de Addison o insuficiencia suprarrenal es una alteración endocrina que se produce cuando el organismo no produce suficiente cantidad de hormonas suprarrenales. La incidencia de la enfermedad de Addison es de 4 a 4,6 por millón de habitantes y por año, siendo más frecuente en mujeres. Aunque se presenta a cualquier edad lo más común es entre los 30 y 50 años que puede poner en peligro la vida del paciente, por tanto, es una enfermedad grave.
Los tipos de síndrome de Addison se pueden clasificar según su origen en:
Las causas de síndrome de Addison serán:
Los síntomas frecuentes en la enfermedad de Addison son la hiperpigmentación de la piel que se vuelve oscura, fatiga severa, pérdida de peso importante, problemas gastrointestinales como dolor abdominal náuseas y vómitos asociados, mareos, necesidad de aumentar la ingesta de sal, se puede producir una hipotensión grave e incluso un shock hipovolémico.
El tratamiento del síndrome de Addison se realiza con glucocorticoides a dosis de 20 a 25 mg/24 horas, se debe de dividir en tres dosis, la primera de ellas por la mañana con dos tercios de la dosis total a dar. Es importante que los pacientes se les indique cómo suplementar las dosis en casos de enfermedad o estrés.
Puede ser necesario suministrar también mineralocorticoides si la cortisona está en niveles inferiores a 50 mg /dia.
Los andrógenos se darán solo en caso que se observe alteración del estado de ánimo, a pesar del tratamiento con glucocorticoides y mineralocortodiocides en dosis adecuadas.
Las pruebas complementarias serán:
Son factores desencadenantes de la enfermedad de Addison, las hemorragias en las glándulas suprarrenales, las enfermedades autoinmunes y las alteraciones en la hipófisis.
El factor de riesgo principal para el síndrome de Addison es la yatrogenia en pacientes que de forma mantenida, por diferentes causas, reciben fármacos glucocorticoides como la dexametasona y que al suspenderlos bruscamente después de haber tomado mucho tiempo. Lo que ocurre es que el organismo no es capaz de comenzar a producir cortisol dando lugar a una crisis de Addison.
Las complicaciones son:
Se puede prevenir el síndrome de Addison mediante un control minucioso de toma de corticoides por los pacientes y el descenso paulatino de su consumo.
El síndrome de Addison pertenece a la especialidad de endocrinología, que será quien haga el diagnóstico y tratamiento adecuado para el proceso.
La alteración hormonal producida por la enfermedad de Addison actúa alterando la regulación de la glucosa en sangre, se produce también un descenso de la inmunidad y una peor tolerancia al estrés, principalmente. También actúa en la regulación renal del sodio y el potasio dando lugar a un descenso del nivel de sodio que provoca hipovolemia y descenso de la tensión arterial, altera los niveles de andrógenos y estrógenos actuando a nivel del deseo sexual, el cual queda disminuido y produce también alteración del estado de ánimo.
Podemos decir que la alteración las glándulas suprarrenales interfieren en el control general del organismo, produciendo síntomas diversos y alteraciones.
El síndrome de Waterhouse-Friderichsen es la crisis aguda de Addison que se produce de forma secundaria a la hemorragia masiva en las glándulas suprarrenales secundaria a una infección por el meningococo. El síndrome se asocia no solo a daño suprarrenal, si no a coagulación intravascular diseminada, hipotensión, shock séptico y púrpuras cutáneas.
Un shock fulminante es la situación médica que pone en peligro la vida del paciente, ante el fracaso de los órganos de forma masiva y que suele evolucionar a la muerte del enfermo, al no poder revertir el proceso de daño orgánico. Suele ser secundario a procesos infecciosos.
Las glándulas suprarrenales son las glándulas que se sitúan encima de los riñones, su principal función es el control de sustancias como la glucosa, el sodio y el potasio en la sangre, actuando a nivel del hígado y los riñones; también están involucradas en el sistema inmune del individuo y, actúan a nivel del estrés del individuo secretando la adrenalina que ayuda en situaciones a responder de manera adecuada.
La meningitis es la inflamación de las meninges que son el recubrimiento del sistema nervioso central, tanto a nivel del encéfalo como de la médula espinal,
La inflamación de las meninges puede ser secundaria a una infección viral, bacteriana o por hongos; las meningitis por virus suelen mejorar sin tratamientos en una o do semanas, las causas bacterianas y micóticas van a necesitar un correcto tratamiento antibiótico o antifúngico para mejorar.