El sarcoma de Ewing es un tipo de tumor óseo maligno que crece en los huesos y los tejidos blandos. Están formados por células pequeñas y redondas no diferenciadas, y se pueden desarrollar en cualquier parte del cuerpo, pero afectan principalmente a brazos, piernas, costillas, columna vertebral y pelvis. Es el segundo cáncer de huesos más común en la infancia y se presenta en niños, adolescentes y adultos jóvenes de entre 10-20 años de edad. Es más frecuente en el sexo masculino que en el femenino. Es una enfermedad poco común o rara, y es considerada de tipo grave, pero si se trata a tiempo puede tener un buen pronóstico.
Existen más de 50 tipos de sarcoma, los más frecuentes son:
Las causas por las cuales se genera el sarcoma de Ewing se desconocen. Los estudios indican que tanto el sarcoma de Ewing como los tumores neuro ectodérmicos primitivos provienen de la misma célula madre derivada de la médula ósea. El intercambio genético entre cromosomas puede causar que las células se tornen cancerosas, como las células metastásicas del sarcoma de Ewing, que es el resultado de la translocación (desplazamiento) entre los cromosomas 11 y 22, los cuales se fusionan.
El sarcoma de Ewing suele presentar pocos síntomas, el más común es el dolor en el lugar del tumor, hinchazón, sensación de calor, fractura en el hueso donde está el tumor después de una lesión menor, y en ocasiones puede aparecer fiebre.
El tratamiento del sarcoma de Ewing depende de muchos factores, como el tamaño y la ubicación del tumor y si la enfermedad se ha extendido mediante metástasis.
El tratamiento comienza, sistemáticamente con quimioterapia para matar las células cancerosas y reducir el tamaño del tumor primario, antes de quitarlo con una intervención quirúrgica o con radioterapia. También para erradicar o impedir la propagación de las células cancerosas a otras partes del cuerpo (metástasis) y como prevención después de quitar el tumor para que las células cancerosas no aparezcan. La quimioterapia suele durar entre 6 meses y un año, y requiere ingreso hospitalario en el momento de la sesión del tratamiento por las complicaciones y los efectos secundarios causados por la medicación, la cual se administra vía endovenosa.
Si el paciente necesita una operación, se puede administrar radioterapia para reducir el tumor antes de la extirpación. La radioterapia también puede ser recomendable en lugar de la operación cuando esta es muy peligrosa o la ubicación del tumor es muy difícil. Durante este tratamiento, se dirigen rayos X de alta energía hacia el lugar donde se encuentra el tumor para destruir las células cancerosas y evitar que este siga creciendo y expandiéndose.
La extirpación quirúrgica: La mayoría de los tumores se extirpan quirúrgicamente después de un tratamiento de quimioterapia o radioterapia. Es posible que el tejido extirpado deba reemplazarse por un injerto de tejido vivo, que se adquiere del cuerpo del mismo paciente o de un donante, o también por un injerto artificial. Si el tumor ha afectado los nervios y vasos sanguíneos alrededor del tumor, la amputación de la extremidad es la única opción.
Para el diagnóstico y tratamiento del sarcoma de Ewing es necesario realizar un buen examen físico y realizar una historia clínica completa. Las pruebas complementarias que se deben realizar son una radiografía tanto del tumor y de tórax, resonancia magnética y/o una gammagrafía ósea, así como una tomografía computarizada de tórax. También se debe realizar una biopsia para extraer una muestra del tumor realizándose diferentes exámenes en este tipo de tejido para ayudar a determinar qué tan agresivo es el cáncer y cuál será el mejor tratamiento.
No existen factores desencadenantes del sarcoma de Ewing.
No se conocen factores de riesgo evidentes para el sarcoma de Ewing
Las complicaciones del sarcoma de Ewing son:
No existen medidas de prevención para el sarcoma de Ewing.
Las especialidades a la que pertenece el sarcoma de Ewing suele ser una intervención multidisciplinar de varias áreas con oncología, que es la rama de la medicina que estudia y trata las neoplasias (tumores benignos y malignos) para su diagnóstico y tratamiento, y las áreas de ortopedia y traumatología y pediatría.
Un sarcoma de partes blandas es un tumor maligno que se origina en el tejido conectivo o de soporte del organismo y se localiza en las partes blandas (es decir, excluyendo hueso y cartílago), pero que incluye el tejido graso y el muscular, los tendones, los vasos sanguíneos, los nervios y los tejidos.
La esperanza de vida de una persona con sarcoma de Ewing depende de la fase en la que se encuentre la enfermedad. Si la enfermedad es diagnosticada a tiempo y se utiliza el tratamiento adecuado, el pronóstico es bueno, curando la enfermedad en más de un 70% de los casos. Es importante mantener revisiones médicas por si aparece alguna recaída poder actuar a tiempo.
El sarcoma sinovial es un tipo de sarcoma de tejido blando, que habitualmente se forma en el tejido que rodea las articulaciones de los brazos y las piernas. También se puede formar en el tronco (pecho y abdomen), o en la zona de cabeza y cuello. Se puede diseminar a los pulmones, los huesos y los ganglios linfáticos, y se suele presentar en niños y adultos jóvenes.