Una quemadura es una lesión en la piel debido al contacto o exposición de un agente peligroso, como puede ser el calor, el frío, la electricidad, las radiaciones del sol o ciertos productos químicos. Las quemaduras pueden ser un problema médico menor o constituir emergencias con riesgo vital. Toda quemadura puede generar problemas y riesgos importantes para la salud, pero mucho depende del total de la superficie corporal quemada y su extensión.
Las quemaduras pueden clasificarse según el grado de gravedad y la penetración sobre la piel, estas pueden ser:
Las causas de las quemaduras incluyen:
Los síntomas de las quemaduras pueden incluir: hinchazón de la piel, prurito (picazón), sequedad, enrojecimiento, dolor, sensibilidad al aire, ampollas, pérdida de piel, edema, grasa expuesta y piel seca que adquiere un color café, blanco o negro. Entre otros síntomas.
El tratamiento de las quemaduras depende del tipo y de la extensión de dichas lesiones. La mayoría de las quemaduras menores se pueden tratar en el hogar con productos que se venden sin receta o con aloe vera, y en ocasiones no es necesario aplicar nada, pueden curar por sí solas. Por lo general, se curan en el transcurso de unas pocas semanas.
En el caso de las quemaduras graves, después de la administración de los primeros auxilios correspondientes, que consisten en aplicar abundante agua fría en la herida y, si es posible, tapar con gasas o paños limpios e hidratar a la persona afectada. Se deberá iniciar la evaluación de la lesión, y el tratamiento puede consistir en medicamentos, vendaje, terapia y cirugía. Los objetivos del tratamiento son controlar el dolor, extraer el tejido muerto, impedir la infección, reducir la formación de cicatrices, recuperar la función y abordar las necesidades emocionales.
Para el diagnóstico y tratamiento de las quemaduras se realiza una exploración física donde el médico examinará la piel quemada y determinará qué porcentaje del área de la superficie corporal total está afectado. Quizás se necesiten análisis de laboratorio, radiografías u otros procedimientos de diagnóstico.
El factor desencadenante principal es tener contacto con algún agente peligroso, como son el calor, el frío, la electricidad, las radiaciones del sol o ciertos productos químicos.
Cualquier persona de cualquier edad o sexo puede sufrir una quemadura. Aunque son más graves en niños y ancianos. Personas que trabajan con electricidad, en restaurantes y cocina que están expuestas al fuego y las que tienen un contacto muy cercano con agentes químicos.
Las complicaciones de una quemadura incluyen:
Para prevenir las quemaduras es necesario:
Las quemaduras pertenecen a la especialidad de dermatología y a la cirugía plástica. La dermatología es la parte de la medicina que se ocupa de las enfermedades de la piel. La cirugía plástica se ocupa de las intervenciones quirúrgicas para reparar o reconstruir aquellas partes del cuerpo afectadas por diferentes causas.
En caso de tener una quemadura lo primero es identificar el grado de la misma, aplicar agua en la zona afectada, hidratar al paciente por la pérdida de líquidos que se pierde, y si es necesario, aplicar crema con antibióticos y gasas estériles. También si la quemadura es leve o de primer grado no se aplica nada, solo alguna crema hidratante y especialmente el aloe vera, resultan muy beneficiosas y cuidar que no se infecten.
Entre los remedios caseros para las quemaduras están: aplicar miel, bolsitas de té, aceite de lavanda, sábila o aloe vera y agua fría.
El primer paso es interrumpir el contacto entre la fuente de calor y el cuerpo. Luego se debe enfriar la zona de la quemadura sumergiéndose durante más de 5 minutos en agua fría. Después se debe secar la quemadura con gasas estériles y cubrirla con un apósito que mantenga unas condiciones óptimas de humedad. Por último, no se debe retirar el apósito de la quemadura hasta que se caiga por sí solo. Normalmente, una quemadura de primer o segundo grado tarda en cicatrizar de 3 a 7 días y, generalmente, no dejará marcas. También se puede aplicar alguna crema antibiótica para evitar la infección y ayudar a la cicatrización.
Para las quemaduras solares es necesario: tomar un baño o una ducha fría o colocar paños frescos y húmedos sobre la quemadura. No utilizar productos que contengan benzocaína o lidocaína. Si se presentan ampollas, los vendajes secos pueden ayudar a prevenir la infección. Si la piel no presenta ampollas, se puede aplicar una crema humectante para aliviar la molestia. Las cremas con vitamina C y E pueden ayudar a reducir el daño a las células de la piel. Las cremas de cortisona pueden ayudar a reducir la inflamación, También las cremas hidratantes para evitar la resequedad de la piel. Se debe usar ropa holgada y de algodón. Beber mucha agua.