La psicología infantil es una rama de la medicina englobada en la psicología que se encarga del estudio de los pacientes de edades comprendidas desde los 0 años hasta la adolescencia. Este tipo de psicología se centra en el estudio del comportamiento del niño, de forma que trata el desarrollo físico, cognitivo, motor, perceptivo, social y afectivo, acompañándolo en su crecimiento.
La psicología infantil se encarga del análisis del paciente en sus fases del desarrollo permitiendo conocer cómo va avanzando el niño en dos formas:
De esta forma, analizando ambos aspectos del niño se puede llegar a entender sus comportamientos y tratar aquellos problemas que presente, tanto en ámbitos sociales, y emocionales como en los de aprendizaje y/o afectivos, ayudando al pequeño a que tenga un crecimiento normal mediante el empleo de terapias, generalmente a base de juegos, siendo necesaria también la implicación familiar.
Esta rama de la psicología, la psicología infantil, como su nombre indica, está orientada a niños desde su nacimiento hasta la adolescencia o edad adulta.
Se recomienda en niños que tengan dificultades tanto en su desarrollo biológico como ambiental, al no encajar en su entorno o sufrir problemas que puedan ocasionar daños como el acoso escolar o la separación de sus padres.
El principal motivo por el que se realizan terapias de psicología infantil a los niños es para que su calidad de vida mejore, de forma que ante una adversidad el niño pueda superarla y seguir con un desarrollo y crecimiento normal.
Las terapias psicológicas en niños ayudan a
mejorar su desarrollo y a conocer cómo es el niño y qué piensa durante su crecimiento.
Por tanto, el riesgo de la terapia es nulo en cuanto a daños al paciente. Sin embargo, si el niño rechaza colaborar en el desarrollo de las terapias o se cierra en sí mismo es muy difícil que el psicólogo consiga conectar con él, sobre todo en las edades próximas a la adolescencia y si este sufre un problema social o ambiental.
De manera que el único riesgo presente es que el paciente rechace la terapia y se cierre aún más en sí mismo.
Para evitar riesgos en el paciente, es importante que los padres o adultos a cargo del niño acudan previamente a una cita con el psicólogo infantil sin él.
De esta forma el psicólogo les indicará qué deben hacer y cómo comunicarle que va a acudir a una terapia para evaluarle y ayudarle, de manera que evitemos que la rechace o se cierre en sí mismo.
No obstante, las terapias infantiles suelen durar unos meses hasta que se nota una mejoría en el niño, y posteriormente se realizarán citas concretas para revisar que la evolución del niño es correcta.
Si la terapia infantil se realiza con éxito, el niño tendrá una mejoría en su calidad de vida, superando las adversidades que se le habían presentado y teniendo un desarrollo normal en su día a día.
Ambas ramas tratan adversidades que presenta el paciente en la vida para ayudarle a superarlas, sin embargo, la psicología infantil se centra en el desarrollo ambiental y biológico de los niños para ver cómo afecta a su crecimiento.
Los psicólogos para niños son médicos de la psicología que están especializados en la rama médica de la psicología infantil, por tanto, conocen el desarrollo de los niños y cómo abordar las anomalías.
La psicología infantil desarrolla terapias mediante juegos o de manera colectiva con la participación de los padres o familiares de manera que el niño se sienta a gusto durante el desarrollo de las mismas evitando que las rechace.
No existe una edad mínima recomendada para acudir al psicólogo, sino que ante anomalías en el desarrollo de los pequeños es recomendable consultar con profesionales.