La parálisis cerebral es un trastorno motor, es decir, afecta al movimiento y la postura, que es persistente, secundario a una lesión no progresiva en un cerebro inmaduro, es decir, en desarrollo. Se trata de un grupo heterogéneo de patologías con causas diversas y síntomas y pronóstico variables. Se estima que afecta a 2-3 de cada 1.000 niños nacidos vivos. Es una patología grave con una afectación variable que conlleva una alteración en el desarrollo del niño.
Según el momento y la causa que la produce puede clasificarse en:
Según los síntomas que más prevalecen en el paciente, se clasifican en:
Según la gravedad de los síntomas, se ha desarrollado la clasificación GMFCS (Gross Motor Functional Classification System), en la que el nivel I es una mínima alteración del movimiento que permite al paciente tener autonomía para andar y correr, aumentando progresivamente la clasificación según la afectación del paciente, hasta un máximo nivel V, que corresponde a la tetraplejia espástica, en la que el paciente tiene una dependencia total de otra persona.
Además de todas estas alteraciones, los pacientes suelen sufrir importantes problemas de salud, algunos de ellos derivados de la misma lesión cerebral que ocasionó la afectación del movimiento y otros derivados de la situación física, psicológica y/o social que padecen. Pueden presentar retraso mental, aunque esta asociación no es tal necesariamente. Así mismo aparecen alteraciones visuales o auditivas, problemas del lenguaje, déficit de atención, trastornos de la conducta, epilepsia, problemas de alimentación, trastornos respiratorios crónicos, dentales o digestivos.
El principal tratamiento se basa en la atención a las alteraciones motoras que presenta el paciente con fármacos que disminuyan la espasticidad (Benzodiacepinas, Piracetam, Dantroleno, Tizainidina y Baclofeno). La rehabilitación y la fisioterapia son un tratamiento básico a lo largo de la vida del paciente y cuando es necesario se utilizan ortesis (dispositivos externos que ayudan al movimiento).
La toxina botulínica se utiliza con inyecciones en los músculos afectados periódicamente (cada 6 meses) para reducir el tono muscular y evitar posturas anómalas, pudiendo así favorecer mejoras en los movimientos y el crecimiento del músculo.
La sospecha diagnóstica se realiza por los datos clínicos y exploración física. En caso de dudas diagnósticas se puede realizar una enorme lista de pruebas: análisis de sangre con determinaciones distintas (cobre o ceruloplasmina, enzimas lisosomales, ácido úrico, lactato y piruvato, anticuerpos frente a agentes causantes de infecciones, aminoácidos o ácidos grasos…etc), o determinaciones en orina (cetoácidos, ácido vanilmandélico…etc).
Otras pruebas que se pueden realizar son electrocardiograma, ecografía cerebral, TAC, resonancia magnética, electromiograma y electroencefalograma, entre otras.
El factor desencadenante de la aparición de una parálisis cerebral es una lesión cerebral no progresiva en el transcurso del proceso madurativo de este.
Algunos de los factores de riesgo de parálisis cerebral son:
El tratamiento requiere un enfoque multidisciplinario por parte de pediatras, médicos rehabilitadores, fisioterapeutas, traumatólogos, logopedas, psicólogos, neurólogos, otorrinolaringólogos y oftalmólogos.
Trastorno que afecta al movimiento y la postura en los que se produce un aumento del tono muscular con escasez de movimientos espontáneos.
La parálisis cerebral de carácter leve es aquella presentación de la parálisis cerebral que se manifiesta con mínimas alteraciones en el organismo que afecten al movimiento, así como escasas complicaciones que afecten al desarrollo cognitivo, los sentidos o el lenguaje.
La atetosis es un trastorno caracterizado por movimientos continuos involuntarios lentos y extravagantes de dedos y manos debido frecuentemente a una lesión en una parte del cerebro llamada núcleo estriado.
La parálisis flácida es una afectación del músculo que produce una disminución de su tono con disminución y pérdida de la fuerza muscular.
La hipertonía muscular es un aumento del tono de la musculatura que se produce por una alteración en la regulación de la contracción-relajación del músculo, estando estos en estado de contracción y rigidez mantenida.