El linfoma es una tumoración maligna que parte de los linfocitos T o B. El linfoma no Hodgkin se da en 12,3 varones cada 100.000 y en 10,8 cada 100.000 mujeres. En cuanto al linfoma de Hodgkin, este se da en 2.5 varones de cada 100.000 y en 2,1 mujeres de cada 100.000. El aumento de los ganglios linfáticos puede dar lugar a la compresión de estructuras produciendo tos o dolor. Es una enfermedad grave.
Los síntomas suelen ser pocos, hay aumento de uno o varios ganglios linfáticos, fiebre, pérdida de peso y sudoración profusa. Estos síntomas pueden aparecer hasta en la mitad de los pacientes, y hasta un 10% de ellos puede sentir malestar general y picor.
Los tratamientos para los linfomas serán diferentes según el tipo de linfoma y el estadio en que este se encuentre, pero serán necesarias quimioterapia y radioterapia, y, en muchos casos, también un transplante de médula posterior.
La radioterapia de campo afectado en la que se irradia la zona ganglionar afectada, con los nuevos sistemas de radiación se puede dar sobre la zona afectada con poca repercusión en las células sanas de alrededor.
la quimioterapia utiliza los fármacos Adriamicina, Bleomicina, Vinblastina, Dacarbazina (ABVD): es el tratamiento estándar en casi todos los estadios.
En los linfomas progresivos o recurrentes se va a realizar un trasplante de células madres con células autólogas, esto es, del mismo individuo, se adquieren desde su médula ósea, tras tratamiento con altas dosis de quimioterapia y radioterapia.
Las pruebas complementarias de linfoma serán la biopsia ganglionar con aguja fina o aguja gruesa, para poder observar las células en el laboratorio, analítica de sangre completa y biopsia de médula ósea. Pruebas de imagen como radiología de tórax, escáner toraco-abdominal y pélvico, y un estudio del sistema nervioso central con escaner y con estudio del líquido cefalorraquídeo puede ser necesario para ver la extensión de la enfermedad.
Los factores de riesgo son: tratamientos con radioterapia, quimioterapia, pacientes trasplantados, infecciones por virus de Epstein Barr, hepatitis C, enfermedades del tejido conectivo como lupus, o enfermedad mixta del tejido conectivo.
Ya que no hay causas ni factores claros de riesgo, podemos decir que no se puede prevenir.
El linfoma estará en control tanto bajo del hematólogo como del oncólogo
Un linfoma en el cuello es el linfoma que afecta los ganglios linfáticos del cuello. Esto produce como sintomatología que el paciente presenta áreas del mismo claramente inflamadas e induradas a la palpación.
El cáncer linfático es el que afecta a los órganos linfáticos, son los linfomas, y se llaman así porque pueden afectar a los ganglios, pero también a otras zonas del sistema linfático como son amígdalas, bazo o timo, e incluso zonas como estómago, intestino, donde también se hallan células de defensa del organismo.
El linfoma no Hodgkin es un linfoma que afecta preferentemente a adultos, y que es el más frecuente de todos. Ocupa el séptimo lugar en incidencia de cáncer en población total y es la novena causa de muerte por cáncer
El linfoma más frecuente es el linfoma no hodgkin, que se relaciona con la edad siendo más frecuente a partir de los 50 años.
El linfoma MALT es el linfoma de tejido linfoide asociado a mucosas. Es un linfoma no hodgkin raro que se desarrolla en la mucosa de ciertos órganos como puede ser el sistema intestinal, siendo el más común el linfoma de estómago, también se puede producir en mucosas del pulmón y de glándulas lagrimales y mamarias.