La isquemia es la falta de aporte sanguíneo arterial a una zona del cuerpo, ya sea por estenosis de una arteria o por trombosis de la misma. Se puede producir en 35 de cada 100.000 habitantes, puede haber hasta un 5% de mortalidad y puede tener hasta un 10% de amputaciones, es una enfermedad grave que puede tener como complicaciones cirugías para amputación de miembros o de zonas intestinales.
Los tipos de isquemia pueden ser: aguda si el aporte de sangre se interrumpe de forma brusca, y que es la típica de las trombos, y crónica si el aporte de sangre se va interrumpiendo poco a poco. Esta es la típica de las placas de ateroma en las arterias.
La causa principal de la isquemia es la interrupción del flujo sanguíneo arterial a una parte del cuerpo, esto se puede producir por alteración en la arteria o por un trombo que obstruye el paso de sangre.
La isquemia puede afectar a cualquier órgano, los más frecuentes en verse afectados son el intestino, el corazón, las extremidades, el cerebro y el riñón. En todas ellas el síntoma principal es el dolor que se produce por la falta de riego sanguíneo y luego otros síntomas que son dependientes de la zona afectada.
El tratamiento de la isquemia llevará a retirar, si es posible, el trombo que obstruye la arteria mediante una fibrinolisis que consiste en inyectar anticoagulantes intravenosos en la zona del coágulo. El tratamiento quirúrgico es la embolectomía, tratando de extraer el coágulo de sangre o dilatar la arteria por medio de una sonda, colocando un stent si fuera preciso y, por último, la revascularización quirúrgica por bypass arterial. En caso que esta no sea posible, en extremidades puede llegarse a la amputación, así como a exéresis (extirpación) del intestino o un riñón.
Las pruebas complementarias serán las encaminadas a reconocer la obstrucción arterial o el trombo:
El factor desencadenante de la isquemia puede ser un trombo que se localiza en una arteria, o la obstrucción por una placa de ateroma en la misma.
Son factores de riesgo para un isquemia la hipercolesterolemia o hipertrigliceridemia, diabetes mellitus en cualquiera de sus tipos, hipertensión arterial mal controlada, consumo de tabaco, obesidad, sedentarismo, fibrilación auricular y la edad avanzada.
La isquemia pertenece a los especialistas de cirugía vascular, aunque puede ser necesario el control por otras unidades dependiendo del órgano afectado y de los factores de riesgo que sean necesario controlar.
La isquemia intestinal es el proceso que se produce cuando se obstruye una rama de la arteria que se encarga del aporte sanguíneo al intestino, pudiendo afectar al intestino grueso o al intestino delgado.
La colitis isquémica es el proceso que se produce por una trombosis en la arteria que alimenta el colon. Puede ser necesario hacer una colostomía (derivación del colon a la pared abdominal) por esta causa. Es una situación de gravedad para el paciente.
La colitis infecciosa es la inflamación del colon, que se produce por la acción de una bacteria o de un virus, que puede dar lugar a un proceso de diarrea y, salvo casos excepcionales, es una enfermedad leve, que solo requiere tratamiento sintomático.
Una trombosis del intestino es el cierre de una arteria intestinal, ya sea en el intestino grueso o en el intestino delgado, que precisa de atención urgente, ya que en muchos casos será necesario extirpar la parte del intestino que haya sufrido esta trombosis, cuando se produce una trombosis el resultado es una isquemia del intestino.