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Infección Nosocomial

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¿Qué es una infección nosocomial?

La infección nosocomial se define como cualquier infección adquirida durante el tiempo en el que el individuo está hospitalizado, pudiendo manifestarse mientras está internado o después de haber sido dado de alta.  Es una afección muy común y puede ser grave si no se trata a tiempo y correctamente. 

Estas infecciones están relacionadas con la hospitalización o los procedimientos realizados en el hospital. Son aquellas que se presentan transcurridas las primeras 72 horas después del ingreso en el hospital o antes de los 15 días del alta hospitalaria. Las infecciones nosocomiales son más frecuentes en personas mayores y en niños.
Los síntomas de una infección nosocomial son los propios del agente infeccioso que la provoca y del órgano o sistema que sufre la infección.

Tipos de infecciones

Dependiendo del tipo de organismo causante de la enfermedad, las infecciones pueden clasificarse en:

  • Infecciones bacterianas: causadas por bacterias (organismos microscópicos formados por una sola célula que carecen de núcleo). Aunque son muchas las especies que pueden provocar enfermedad en el ser humano, lo hacen menos del 1% de las bacterias existentes. Muchas de las bacterias patógenas liberan toxinas que pueden dañar los tejidos y causar enfermedades. Entre los ejemplos de bacterias que causan infecciones se incluyen los estreptococos, los estafilococos o Escherichia coli, entre muchas otras.
  • Infecciones por hongos: causadas por hongos se conocen como fúngicas o micóticas. Los hongos son organismos con al menos un núcleo. Los hongos están por todas partes, viven en el aire, el suelo, las plantas y el agua, e incluso algunos lo hacen dentro del cuerpo humano. Sólo aproximadamente la mitad de todos los tipos de hongos son dañinos. Algunos se reproducen mediante pequeñas esporas en el aire, que pueden inhalarse o pueden caer sobre las personas. Como consecuencia, las infecciones fúngicas suelen comenzar en los pulmones o en la piel. Ejemplos de enfermedades provocadas por estos organismos son el pie de atleta, causado por el parásito Tinea pedis, o la candidiasis vaginal, causada por levadura Candida albicans y otras especies.
  • Infecciones virales:  causadas por virus que son microorganismos infecciosos más pequeños que las bacterias y los hongos. No pueden reproducirse por sí mismos, por lo que necesitan invadir una célula viva que le proporcionará la energía y la maquinaria necesaria para multiplicarse. Ejemplos de enfermedades virales son la varicela, causada por el virus varicela zóster; el resfriado común, causado por rinovirus; las hepatitis virales como la hepatitis C o el sida, causado por el virus de la inmunodeficiencia humana.
  • Infecciones asociadas a la asistencia sanitaria: las infecciones asociadas a la asistencia sanitaria son aquellas que tienen relación con prácticas asistenciales en pacientes que están hospitalizados o atendidos de forma ambulatoria, pero en contacto con el sistema sanitario. Se estima que afectan a alrededor del 5% de los pacientes y comportan una elevada morbimortalidad y un gran coste económico. Los principales tipos de infección asociados a la asistencia sanitaria están relacionados con procedimientos invasivos. Los más frecuentes son la infección respiratoria, la quirúrgica, la urinaria y la bacteriemia de catéter vascular.

Causas de la infección nosocomial

Las causas de una infección nosocomial suelen ser microorganismos (bacterias, virus, hongos o parásitos) de diferentes tipos, fácilmente contagiosos y en ocasiones con resistencia a los antibióticos habituales.

Algunas de las bacterias con cepas resistentes que están implicadas en infecciones nosocomiales son: neumococos, enterococos, estafilococos, por ejemplo, estafilococo aureus meticilina resistente, escherichia coli, tuberculosis, klebsiella pneumoniae, pseudomonas aeruginosa, clostridium,legionella, etc.

Generalmente, los microorganismos que causan la infección hospitalaria no causan infecciones en otras situaciones, ya que aprovechan el ambiente con pocas bacterias inofensivas y el debilitamiento del sistema inmune del paciente para instalarse. A pesar de esto, las bacterias hospitalarias suelen desarrollar infecciones graves y de difícil tratamiento, ya que son más resistentes a los antibióticos, por esto, generalmente es necesario utilizar fármacos más potentes para curar este tipo de infección.

Cualquier procedimiento de diagnóstico o de tratamiento que implique una invasión del interior del organismo puede tener un riesgo de contaminación, por ejemplo, biopsias, endoscopias, catéteres, intubación y operación quirúrgica.

Síntomas de la infección nosocomial

Los síntomas de una infección nosocomial son los propios del agente infeccioso que la provoca y del órgano o sistema que sufre la infección. Los síntomas pueden incluir dolor de garganta, fiebre,  inflamación de los nódulos linfáticos en el cuello, dolor pélvico, necesidad urgente de orinar, dolor al orinar,  sangre en la orina, la piel afectada tiene una apariencia hinchada y rojiza, y puede estar caliente y sensible, diarrea, calambres, náuseas, vómitos, febrícula, tos con flema o pus, fiebre, escalofríos o dificultad para respirar.

Tratamiento de la infección nosocomial

El tratamiento de una infección nosocomial debe hacerse con el agente antimicrobiano (antibiótico, antivírico, antifúngico o antiparasitario) que sea más eficaz en cada caso. Según el tipo de infección a veces hay que hacer tratamiento preventivo a los posibles contactos. Además de tratar la causa, se aplicará el tratamiento de soporte más conveniente para mantener el buen funcionamiento del órgano o sistema afectado.

Pruebas complementarias de la infección nosocomial

El diagnóstico de una infección nosocomial no siempre es sencillo. Se basa en la demostración del agente infeccioso mediante cultivo de muestras de sangre, secreciones o tejidos, mediante análisis serológico (búsqueda de anticuerpos) o técnicas de laboratorio como reacción en cadena de la polimerasa y otras. Si se trata de una bacteria, en las pruebas complementarias se realiza un antibiograma, que permite saber a qué antibióticos tiene resistencia y a cuál es sensible.

Factores de riesgo de la infección nosocomial

Cualquier persona puede desarrollar una infección nosocomial, sin embargo, tienen mayor riesgo aquellas que tienen el sistema inmunitario más débil como:

  • Ancianos.
  • Recién nacidos.
  • Personas con la inmunidad comprometida, por enfermedades como HIV/SIDA.
  • Post-trasplantados o que usen medicamentos inmunosupresores.
  • Diabetes Mellitus mal controlada.
  • Personas encamadas o con alteración de la conciencia, ya que presentan mayor riesgo de broncoaspiración.
  • Enfermedades vasculares con el compromiso de la circulación, ya que dificulta la oxigenación y cicatrización de los tejidos.
  • Realización de cirugías.
  • Asimismo, mientras más sea el tiempo de hospitalización mayor es el riesgo de adquirir una infección nosocomial, ya que hay mayor exposición a los microorganismos responsables.

Complicaciones de la infección nosocomial

Las complicaciones de la infección nosocomial pueden incluir:

  • Convulsiones.
  • Pérdida de conocimiento.
  • Inflamación de las extremidades.
  • Dificultad para respirar.
  • Fiebre o temperatura corporal baja con escalofríos y temblores violentos.
  • Latido cardíaco acelerado o irregular.
  • Orinar poco o nada en lo absoluto.

Prevención de la infección nosocomial

La prevención de una infección nosocomial precisa de varias medidas:

  • Descontaminar las manos, con productos adecuados como jabones o soluciones antisépticas, agua corriente en un lavabo que tenga dispositivos antisalpicaduras y con toallas desechables.
  • Realizar las técnicas sanitarias con procedimiento estéril o aséptico y un tiempo de lavado adecuado.
  • Usar guantes de látex o cloruro de vinilo.
  • Evitar inyecciones o procedimientos médicos que no sean necesarios.
  • Limpieza escrupulosa del centro hospitalario.
  • Desinfección y esterilización de los materiales sanitarios que sean reutilizables.

Especialidades a las que pertenece

La infección nosocomial pertenece a la especialidad de infectología, rama de la medicina interna que se encarga del estudio, la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades producidas por agentes infecciosos (bacterias, virus, hongos y parásitos)

Preguntas frecuentes

¿Qué es una bacteria nosocomial?

Las bacterias nosocomiales o grampositivas como el Staphylococcus Aureus, son saprofitos cutáneos que colonizan la piel y la nariz del personal de los hospitales y de los pacientes y pueden causar una gran variedad de infecciones pulmonares, óseas, cardiacas y sanguíneas.

¿Cuáles son las infecciones nosocomiales más frecuentes?

Las infecciones nosocomiales pueden ser adquiridas en diversas regiones del cuerpo.  Los tipos más frecuentes son:

  • Infección urinaria: ocurre por el uso de una sonda urinaria durante el período de hospitalización. Algunas de las bacterias que intervienen en esta situación son: Escherichia coli, Proteus sp, Pseudomonas aeruginosa, Klebsiella sp., Enterobacter. Enterococcus faecalis y hongos como la Candida. Sus principales síntomas son dolor o ardor al orinar, dolor abdominal, sangrado por la orina y fiebre.
  • Infección de la piel: son muy comunes debido a la aplicación de inyecciones a través de las venas para medicamentos o recolección de exámenes, cicatriz de una cirugía, biopsia o la formación de escaras de decúbito. Algunos de los microorganismos que causan ese tipo de infección son: Staphylococcus aureus, Klebsiella sp, Proteus sp, Enterobacter sp, Serratia sp, Streptococcus sp, Enterococcus y Staphylococcus Epidermidis. Sus principales síntomas son enrojecimiento e hinchazón  de una área de la piel, con o sin la presencia de ampollas. Generalmente, la región se encuentra dolorida y caliente, y puede haber producción de secreción purulenta y mal olorosa.
  • Infección de la sangre: la infección en la circulación sanguínea llamada septicemia, surge generalmente, después de la infección de alguna región del cuerpo que termina diseminándose por el torrente sanguíneo. Este tipo de infección es muy grave, y si no es debidamente tratada puede causar un fallo multiorgánico y riesgo de muerte. Sus principales síntomas son fiebre, escalofríos, caída de la presión, latidos del corazón débil y somnolencia.

¿Qué es una neumonía nosocomial?

La neumonía nosocomial es la adquirida en el hospital y suele ser grave. Es más común en las personas que están hospitalizadas o que tienen dificultades para deglutir, por el riesgo de aspiración de alimentos o de la saliva. Las bacterias más comunes en este tipo de neumonía son: Klebsiella, Enterobacter, Pseudomonas, Acinetobacter, Staphylococcus aureus, Legionella, Mycoplasma, además de algunos tipos de virus.  Sus principales síntomas son dolor en el tórax, tos con secreción amarillenta o sanguinolenta, fiebre, cansancio, falta de apetito y falta de aire.

¿Qué es una infección hospitalaria?

La infección hospitalaria se define como cualquier infección adquirida durante el tiempo en que el individuo está hospitalizado, pudiendo manifestarse mientras está internado o después de haber sido dado de alta.

¿Cuál es la bacteria más peligrosa para el ser humano?

Las bacterias más peligrosas para el ser humano son: Salmonella, Helicobacter pylori y Streptococcus pneumoniae, entre otras. Tienen prioridad crítica las que resisten un tipo de antibiótico de amplio espectro usado en hospitales por vía intravenosa para atajar infecciones graves. Y entre las de prioridad alta se encuentran bacterias cada vez más resistentes y responsables de enfermedades muy conocidas como la gonorrea, la úlcera estomacal y algunos tipos de neumonía.


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