La hiponatremia es la disminución de la concentración de sodio en la sangre por debajo de 135 mEq/L. Suele ser diagnosticada de forma casual por una analítica rutinaria, o en casos de disminución del nivel de conciencia. Es la alteración hidroelectrolítica más frecuente en pacientes hospitalizados, y está estrechamente relacionada con alteraciones del metabolismo del agua. Según el grado de disminución de la concentración de sodio en la sangre y su rapidez de instauración, así será la gravedad que determine la afectación del paciente.
Según el tiempo de evolución:
Según la concentración de sodio en sangre:
Según la causa y estado fisiológico de la concentración de sustancias y agua en el organismo:
La denominada pseudohiponatremia está determinada por la presencia de triglicéridos o proteínas fuera de las células, lo que produce una salida del agua de las células al exterior (espacio extracelular).
Otra causa de hiponatremia es la pérdida de sodio del organismo, que puede ser originada por toma de fármacos diuréticos, eliminación de azúcar por la orina que arrastra al sodio en pacientes diabéticos (glucosuria), patologías como el hipoaldosteronismo (con déficit de cortisol), diarrea, vómitos, quemaduras, sudoración excesiva, etc.
Otras hiponatremias se producen por el aumento de agua en el organismo, provocado por ejemplo por una polidipsia primaria, enfermedad con alteración psiquiátrica que lleva al paciente a beber agua de forma incontrolada, por la potomanía de cerveza en personas grandes bebedoras de cerveza, padecimiento del síndrome de secreción inadecuada de ADH (SIADH) en la que se produce una aumento de producción de la hormona antidiurética que provoca una retención de líquidos en el organismo, o el padecimiento de hipotiroidismo.
En otras ocasiones la causa es el aumento conjunto en el organismo de agua y sodio, lo que puede producirse en patologías como insuficiencia cardíaca, cirrosis, o en el síndrome nefrótico.
Otras causas menos frecuentes son la toma de fármacos como antiepilépticos, Fluoxetina, Paroxetina, Sertralina, Citalopram, Teofilina, Risperidona, Heparina, quimioterápicos, metanfetaminas y antiinflamatorios no esteroideos. Realización de ejercicio físico intenso, o alteraciones neurológicas como hemorragia subaracnoidea, astrocitoma, hipopituitarismo…etc.
En general, cuando la hiponatremia es leve y producida de forma progresiva y según los parámetros descritos, puede ser preciso la restricción de agua y sal en la dieta. Si esto no es suficiente, o en caso de hiponatremias agudas y sintomáticas, será preciso la administración de suero salino, en concentraciones y tiempo de administración determinados por cálculos médicos según el origen y tipo de hiponatremia.
Otras veces se añaden tratamientos farmacológicos como diuréticos (Furosemida), vaptanes (antagonistas no peptídicos del receptor de vasopresina como Tolvaptán, fármacos de administración hospitalaria que eliminan el agua libre sin afectar a la excreción de sodio y potasio).
Los factores desencadenantes más frecuentes son: un aumento de agua importante del organismo, bien por aumento de su aporte o por disminución en su eliminación, y por otra parte, un aumento de la eliminación de sodio del organismo.
La hiponatremia leve puede ser tratada por el médico de atención primaria. En casos graves y agudos el paciente inicialmente es tratado en los servicios de urgencias, o en los servicios médicos donde el paciente esté ingresado según la patología que padezca, pudiendo ser tratado por nefrólogos, internistas, etc.
El sodio bajo en sangre de forma grave desencadena como síntomas y alteraciones fundamentales, alteraciones neurológicas por aparición de un edema cerebral.
Se considera hipernatremia cuando la concentración de sodio (sal) en sangre supera el valor de 145 mEq/l (miliEquivalentes por litro)
El potasio bajo en sangre o hipopotasemia puede producir cansancio, debilidad o parálisis muscular, estreñimiento, íleo paralítico (alteración del movimiento intestinal), arritmias cardíacas (alteraciones del ritmo del corazón), irritabilidad, síntomas psicóticos, enlentecimiento del pensamiento, alteraciones en la función del riñón, etc.
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