La hiperhidrosis es un trastorno en el que existe una producción excesiva de sudor, más que lo que fisiológicamente precisa el organismo. Es una alteración que afecta casi al 3% de la población. No es una alteración grave, pero supone una alteración en la calidad de vida del paciente.
Según la extensión de la sudoración excesiva, se clasifica en localizada, cuando afecta a un área concreta del cuerpo, por ejemplo en la palma de las manos o en axilas, o generalizada, cuando se produce la sudoración aumentada en toda la piel, generalmente de forma secundaria a otra enfermedad:
Además, según su intensidad, se puede clasificar en leve, moderada o grave.
La causa es una sobreestimulación del sistema nervioso simpático. El por qué se produce esta estimulación en la hiperhidrosis primaria se desconoce. En la hiperhidrosis secundaria es consecuencia de la acción de una enfermedad de principal que actúa como factor de riesgo para desencadenar esta alteración.
La hiperhidrosis primaria se caracteriza por presentar un aumento de la sudoración de forma bilateral en ambos lados del cuerpo, localizada en una región corporal concreta, con una duración mayor a 6 meses, apareciendo de forma intermitente, más de una vez a la semana. Esta sudoración interfiere de forma frecuente en las actividades de la vida diaria del paciente.
La hiperhidrosis generalizada o secundaria se manifiesta como un síntoma añadido al resto de signos y síntomas que se presentan en la patología concreta que lo desencadena.
El tratamiento de la hiperhidrosis secundaria o generalizada debe basarse de forma básica, en el tratamiento específico de la patología que lo desencadena.
Se pueden utilizar fármacos de aplicación tópica, como Formaldehído al 1% en la hiperhidrosis palmar, Glutaraldehido al 10% en la afectación plantar y al 3% en la palmar. También el Hexahidrato de cloruro de aluminio al 20-25%.
Hay terapias farmacológicas sistémicas con fármacos anticolinérgicos o agonistas alfa adrenérgicos centrales.
Una terapia que puede utilizarse en la afectación palmoplantar es la iontoforesis (introducción de una sustancia ionizada a través de una corriente sobre la piel). También existen técnicas de inyección de la toxina botulínica a nivel palmar que pueden utilizarse. En otras ocasiones se utiliza una terapia con láser, con aplicación de aplica una luz sobre el tejido graso que sufre un daño térmico (similar a la lipólisis asistida por láser).
En casos más resistentes, se aplican tratamientos quirúrgicos como la resección quirúrgica de la zona afectada o la intervención directa sobre el sistema nervioso (simpatectomía).
La exploración física y el interrogatorio clínico son suficientes para realizar el diagnóstico de la hiperhidrosis.
Este trastorno es evaluado y tratado por el médico de atención primaria y el médico especialista en dermatología.
Aquella sudoración excesiva a afecta a toda la piel del cuerpo.
La Bromhidrosis al desprendimiento de un mal olor corporal, desagradable y penetrante, localizado sobre todo en las axilas, pies y región genital. Se debe a la descomposición bacteriana del sudor con producción de ácidos grasos de olor peculiarmente desagradable.
El tratamiento con toxina botulínica o bótox, es una de las terapias utilizada para el tratamiento mediante su inyección local en la sudoración excesiva de las palmas de las manos.
El término osmidrosis es un sinónimo de bromhidrosis o mal olor corporal.
La trimetilaminuria o síndrome del olor a pescado es una enfermedad metabólica rara en la que se produce un déficit de una enzima (Favinmonooxigenasa 3), que produce que la trimetilamina –un compuesto con un olor muy fuerte y desagradable– no se destruya en el hígado, sino que pase a la sangre, el sudor, la orina o el aliento.