La hidrocelectomía es una intervención quirúrgica en la que se elimina la acumulación de un líquido almacenado alrededor del testículo produciendo en un hidrocele, mediante una incisión en el escroto (bolsa que recubre y protege los testículos).
Se trata de una intervención que habitualmente se lleva a cabo con la administración de anestesia local o regional (generalmente raquídea o peridural), por parte del anestesista.
Tras la anestesia se inicia la cirugía realizando una incisión transversal a nivel del escroto o por encima del pliegue de la ingle, hasta llegar a la túnica donde se acumula el líquido. Entonces se realiza su apertura y drenaje del líquido. Luego esa membrana se reseca y se cierra en forma invertida para que desaparezca el espacio donde se acumulaba el líquido. Además, se inspeccionan
el testículo y el epidídimo en busca de masas u otras posibles alteraciones, y si todo está bien, se realiza la sutura y el cierre de la herida. A veces puede ser necesaria la colocación de un drenaje, que se mantendrá durante 24-48 horas.
En ocasiones, durante la cirugía el urólogo debe realizar modificaciones del procedimiento habitual por los hallazgos intraoperatorios encontrados o no esperados, para proporcionar un tratamiento más adecuado.
Esta intervención está indicada en aquellos pacientes que presentan un hidrocele con un importante acúmulo de líquido que pueda derivar en aparición de complicaciones testiculares.
La hidrocelectomía tiene como objetivo lograr la desaparición del líquido acumulado en el escroto y devolver a este su volumen normal, haciendo desaparecer los síntomas que ocasiona, además de corregir el defecto estético derivado de esta afección.
Antes de la cirugía, el paciente debe ser evaluado por el médico anestesista, quien, según las características del paciente, indicará el uso durante la cirugía de anestesia general o local-regional. Es posible además que deba realizarse antes una analítica de sangre con coagulación para que el anestesista pueda evaluar todos los riesgos de la anestesia.
El paciente debe informar antes de la intervención tanto al urólogo como al anestesista, de las posibles alergias medicamentosas, alteraciones de la coagulación, marcapasos, enfermedades cardiopulmonares, existencia de prótesis, medicaciones actuales o cualquier otra circunstancia que pudiera afectar al procedimiento.
La zona anatómica próxima al testículo se afeita y desinfecta antes de iniciar la intervención.
El postoperatorio suele ser corto. Habitualmente el paciente será dado de alta el mismo día de la intervención, aunque en ocasiones se precisan algunos días más de hospitalización. Puede ser necesario que el paciente lleve un drenaje escrotal durante las 24-48 horas siguientes a la intervención.
Después de la cirugía, la bolsa o escroto permanece inflamada durante un tiempo variable, apareciendo hematomas y edemas en el escroto y el área genital, que pueden ocasionar molestias al paciente, por lo que podrá necesitar tomar fármacos analgésicos y antiinflamatorios para control de esas molestias. Tras el alta, pasados unas semanas, se realiza una revisión en régimen ambulatorio en las consultas de urología.
El profesional de enfermería de atención primaria podrá realizar los cuidados de curas locales que se precisen.
Tras la intervención se produce la desaparición del líquido acumulado en el escroto, transcurrido un tiempo, el testículo recobra su tamaño normal. Con todo ello, se consigue la desaparición de las molestias que el hidrocele ocasiona antes de la cirugía y, además, se consigue una mejora estética de la anatomía del testículo.
El hidrocele es una acumulación de líquido que crea una cavidad en el escroto que rodea al testículo que, en la inmensa mayoría de los casos, se produce por causas desconocidas.
Es la aparición de un acúmulo líquido en el escroto del recién nacido que aparece de forma congénita en la mayoría de los casos por alteraciones que se producen en su formación durante el embarazo.
El hidrocele comunicante es aquel que se produce porque existe un camino directo de comunicación entre el abdomen y el escroto, por el que pasa el líquido que produce el hidrocele.
De forma general un varicocele es un tumor formado por una vena.
El varicocele testicular es una dilatación varicosa de las venas del cordón espermático en el testículo de un varón, que produce una tumoración y agrandamiento del testículo.