El herpes es una infección producida por un virus, una vez que se ha tenido una infección, el virus estará dentro del organismo para siempre. El virus del herpes labial o VHS 1 se encuentra en el 67% de la población, el VHS 2 o herpes genital se encuentra en 11% de la población, el virus del herpes zóster se da en 4,6 de cada 1.000 habitantes, siendo más frecuente en mujeres y mayores de 70 años. La complicación más frecuente es la neuropatía postherpética, es una enfermedad leve salvo en inmunodeprimidos.
Los herpes simples se producen por contagio de los virus VHS 1 Y 2, el herpes zóster por el virus de varicela, que se queda latente en el organismo tras una varicela.
Los síntomas del herpes son dolor, escozor, picor y presencia de vesículas que posteriormente se volverán lesiones costrosas. Suele haber una adenopatía inflamada y dolorosa (ganglio).
El tratamiento para el herpes se realiza con Aciclovir y Famciclovir, el primero de ellos por vía oral o en forma de pomada, el segundo solo por vía oral. En el herpes zóster se usa también el sulfato de cobre en fomentos, esto evita la sobreinfección de las lesiones y ayuda a calmar el picor.
El diagnóstico del herpes suele ser un diagnóstico clínico, pero en casos de infecciones en el sistema nervioso central puede ser necesaria la búsqueda del virus en el líquido cefalorraquídeo.
El factor desencadenante del herpes es la inmunodepresión, también el estrés y la exposición solar.
En los herpes, las lesiones son las que contienen el virus y esto hace que, al besarse, compartir cubiertos, vasos o mantener relaciones sexuales con alguien con lesiones herpéticas, esta persona pueda transmitirnos el virus. El tocarse un enfermo las lesiones y luego tocarse en otra zona puede dar lugar a que se diseminen por dichas partes del cuerpo.
Los especialista implicados en tratamiento de herpes serán los médicos de familia, los especialistas en enfermedades infecciosas, los ginecólogos y los dermatólogos
Los herpes son contagiosos durante la enfermedad en las lesiones vesiculosas. Existe el virus que se puede trasladar a otra persona, las personas con herpes zóster transmiten el virus, que no dará lugar a un herpes zóster, sino a varicela en pacientes que no la hayan pasado previamente.
La culebrilla es el nombre vulgar de la infección por herpes zóster que afecta a la zona costal.
El herpes zóster es el que se produce por el virus de la varicela, de ahí su nombre de virus varicela-zóster, cuando se tiene una varicela y el virus no abandona el organismo. En momentos de inmunodepresión dará lugar al herpes zóster que son lesiones vesiculosas que siguen una raíz nerviosa, estas lesiones pueden diseminarse a otras zonas cuando el paciente se las toca y transmite el virus a zonas no infectadas.
El virus de la varicela zóster no se elimina del organismo tras una varicela, ante estados de inmunosupresión o estrés, este virus empieza a replicarse y se disemina a través de un nervio, dando lugar a las lesiones ampollosas en la piel. Por tanto si alguien, no ha pasado una varicela no tendrá una herpes zóster.
La neuropatía postherpética es el daño y por tanto el dolor neurológico residual que queda tras un herpes zóster. El herpes zóster es una infección que se transmite a través de un nervio, por ello una vez que desaparecen las lesiones en la piel el nervio puede quedar afectado por la infección sufrida y mantener el dolor.