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Halitosis

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¿Qué es la halitosis?

La halitosis o mal aliento es la presencia de un olor desagradable que se desprende por la boca en la expiración proveniente de la propia cavidad bucal, la faringe, la nariz o los senos paranasales (cavidades que existen alrededor de la nariz en el macizo óseo de la cabeza). Es un consulta frecuente en odontología, aunque su prevalencia exacta se desconoce, ya que en ocasiones depende de apreciaciones subjetivas de los pacientes, se estima que puede afectar a una cantidad entre un 20-50% de la población, tanto en hombres como en mujeres. No es una alteración grave, aunque puede ser un síntoma que sirva para detectar alteraciones más importantes.
Algunos motivos de halitosis aparecen de forma transitoria y autolimitada, asociados a circunstancias puntuales como la menstruación o el descanso nocturno.

Tipos de halitosis

Se puede realizar una división entre:

  • Halitosis verdadera: a su vez se describen:
    • Fisiológica: es autolimitada  y responde bien al tratamiento.
    • Patológica: asociada habitualmente a alteraciones en la cavidad bucal y más excepcionalmente con enfermedades sistémicas.
    • Pseudohalitosis: percepción por el paciente de mal olor bucal que no se puede demostrar ni por pruebas diagnósticas ni por la exploración física.
  • Halitosis imaginaria:
    • Halitofobia: percepción persistente y subjetiva de mal aliento que una persona presenta después de haber sido tratada o de presentar pseudohalitosis.
    • Síndrome de referencia olfativa: enfermedad psiquiátrica en la que el paciente tiene una percepción anómala preconcebida de que desprende un mal olor corporal y bucal.

Causas de la halitosis

Algunos motivos de halitosis aparecen de forma transitoria y autolimitada, asociados a circunstancias puntuales como la menstruación o el descanso nocturno con disminución de la producción de saliva, con lo que por la mañana se puede presentar un aliento más desagradable. El consumo de tabaco o alcohol también pueden producir su aparición, así como la ingesta de comidas que contengan ajo, cebolla, pimentón…etc.

Otro de los motivos de producción de la halitosis es la presencia de enfermedades u otras alteraciones bucales, como la mala higiene, la presencia de caries o piezas dentales deterioradas, prótesis en mal estado, infecciones gingivales o dentales, presencia de úlceras o aftas bucales, infecciones faríngeas por virus o bacterias, infección en la amígdalas, afecciones de la lengua como glositis, o alteraciones de las glándulas salivares.

Existen otras patologías otorrinolaringológicas como sinusitis, epiglotitis, poliposis nasal, presencia de cuerpos extraños en la faringe o en las cavidades nasales, rinitis, o aparición de tumores u otras enfermedades respiratorias como la presencia de bronquiectasias, que pueden producir halitosis.

Es frecuente también que alteraciones del aparato digestivo puedan dar como síntoma la halitosis, como con el reflujo gastroesofágico, la presencia de un divertículo de Zenker (una pequeña formación en la parte inferior de la faringe que puede ir acumulando saliva y comida y que al descomponerse puede producir halitosis), infección por Helicobacter pylori, …etc.

Existen, además, enfermedades de afectación sistémica que pueden producir esta alteración, así, por ejemplo, se describen casos en pacientes con diabetes mellitus, insuficiencia renal o hepática, enfermedades autoinmunes, déficit de vitaminas, intoxicaciones por sustancias como plomo, mercurio, arsénico, etc., fiebre, deshidratación, la trimetilaminuria (enfermedad metabólica), etc.

Síntomas de la halitosis

El síntoma principal es la presencia de mal olor en el aliento, aliento fétido que se aprecia en las proximidades de la persona que lo padece sobre todo cuando habla, come o respira por la boca. Para los pacientes conocedores de su problema, puede causarles en ocasiones nerviosismo, falta de autoestima, dificultad en las relaciones personales, etc.

Tratamiento para la halitosis

  • Realizar una adecuada higiene dental diaria con cepillado de dientes y pasta fluorada después de cada comida, y uso de hilo dental.
  • Realizar una buena higiene de la lengua no solo con el cepillo de dientes, también se pueden utilizar raspadores linguales.
  • Realizar revisiones periódicas con el odontólogo.
  • Retirar de la dieta los alimentos que favorecen el mal aliento como ajos, cebolla, productos picantes, etc.
  • Evitar el consumo de tabaco y alcohol.
  • Utilizar reductores químicos de los microorganismos bucales y compuestos volátiles: uso de colutorios con clorhexidina, cloruro de cetilpiridinio, dióxido de cloro y zinc. Se puede utilizar también el Triclosán, un agente antimicrobiano de amplio espectro que reduce la placa dental y la gingivitis y mejora la halitosis. Se recomienda su uso sobre todo por la noche, manteniéndolos en la boca durante 30 segundos.
  • Se están llevando a cabo estudios con pastillas que contienen probióticos (Lactobacillus salivarius) y terapia fotodinámica, cuyos resultados parecen alentadores.
  • En el mercado además existen otro tipo de productos que enmascaran la halitosis como sprays, pastas dentales y chicles con productos similares a los colutorios y aceite mentolado, que tienen un efecto a corto plazo.
  • Además de todas estas medidas, cuando se detecte una patología de la que puede derivar la halitosis, debe tratarse específicamente para controlar este síntoma.
  • En el caso de pacientes que presentan pseudohalitosis se procede a explicar al paciente su diagnóstico y recomendar las medidas generales de prevención para la población general.
  • La halitofobia requiere un abordaje psiquiátrico específico.

Pruebas complementarias del tratamiento de la halitosis

Lo que primero se suele hacer es interrogar a alguna persona próxima al paciente (familiar o amigo) que confirme la percepción que tiene el paciente de su mal aliento.

Una de las pruebas más usadas para el diagnóstico es la objetivación por parte de un examinador, el médico, de la presencia de ese mal aliento. Para ello el paciente debe no haber tomado en los 21 días previos ningún tipo de antibiótico, además de no haber comido, bebido o mascado chicle desde dos horas antes de la prueba. No puede ingerir ajo, cebolla o comidas picantes durante las 24 horas anteriores a la prueba. El paciente exhala su aliento, que es percibido y olido por el examinador en varios días distintos y a veces siendo contrastado para mayor seguridad con otro examinador. Los resultados se transcriben a una escala que puntúa del 0 al 5 según la intensidad percibida del olor.

Se pueden utilizar también otras pruebas diagnósticas algo más precisas como:

  • Cromatografía gaseosa: detecta los compuestos volátiles aún a bajas concentraciones. Esta técnica habitualmente se usa poco porque precisa de un examinador muy experimentado y un amplio espacio para el uso del instrumental que es de gran envergadura.
  • Monitor portátil de sulfuro: analiza el contenido total de sulfuro en aire expirado, uno de los compuesto de origen oral que pueden producir halitosis.

Existen otros tipos de test que pueden utilizarse para detectar el posible orígen de la halitosis como: la identificación de bacterias proteolíticas responsables de la halitosis (BANA test), cuantificación de la actividad de la beta-galactosidasa, prueba de incubación salivar, monitorización del amonio, método de la ninhidrina…etc.

Factores desencadenantes de la halitosis

Es frecuente que la aparición del mal aliento se asocie con la presencia en la cavidad bucal de compuestos volátiles de sulfuro, cadaverina, putrescina y escatoles derivados de enfermedades o mala higiene.

Factores de riesgo de la halitosis

  • La presencia de gérmenes en la cavidad oral como bacterias (Porphyromona Gingivalis, Eubacterium, bacterias de la familia Enterobacteriaceae…etc). Capaces de producir gases volátiles que dan mal olor.
  • Dificultad de secreción salival, estancamiento de la saliva.
  • Presencia de enfermedades periodontales.
  • Lengua sucia o lengua saburral.
  • Consumir sustancias como el tabaco o el alcohol.
  • Hacer ayuno o dietas hipocalóricas.

Complicaciones de la halitosis

  • Las complicaciones fundamentales de la halitosis son la incomodidad que produce al paciente y su alteración en cuanto a las relaciones personales y sociales que pueda tener.
  • El resto de complicaciones que puedan aparecer van asociadas al origen del síntoma del mal aliento y variarán según sea su naturaleza.

Prevención de la halitosis

  • Adecuada higiene bucal.
  • Revisiones periódicas con el odontólogo.
  • Adecuada hidratación para favorecer una producción suficiente de saliva.
  • Evitar el consumo de alcohol y otros tóxicos.
  • Evitar el contagio de enfermedades infecciosas de vías respiratorias altas y bajas con uso de pañuelos de papel y lavado muy frecuente de las manos.
  • Control adecuado con tratamiento, dieta y ejercicio de las enfermedades crónicas como la diabetes mellitus y la insuficiencia renal, entre otras.

Especialidades a las que pertenece la halitosis

Por el gran porcentaje de causas orales relacionadas con la dentadura, es habitual que los problemas que causan halitosis sean tratados por el odontólogo. Otros de los especialistas que pueden intervenir en el diagnóstico y tratamiento de la halitosis son el médico de familia, el médico gastroenterólogo, el médico especialista en medicina interna, o el otorrinolaringólogo.

Preguntas frecuentes:

  • ¿Cómo eliminar el mal aliento?

Para eliminar el mal aliento es fundamental mantener una buena higiene diaria dental y lingual, con cepillado de dientes como mínimo dos veces al día y uso de hilo dental. Se aconseja utilizar colutorios tipo Listerine® después del cepillado. Es importante evitar los alimentos que producen mal aliento como el ajo o la cebolla, acudir periódicamente al dentista y realizar una adecuada higiene de las prótesis dentales y ortodoncias. Si persiste la halitosis es recomendable consultar con el médico de familia o el odontólogo.

  • ¿Cómo puedo saber si tengo mal aliento?

Una de las alternativas iniciales más frecuentes es pedir a un observador externo, por ejemplo un familiar, que huela el aliento expirado por la boca y el aire que sale por la nariz para detectar el mal olor y hacerlo en varios días diferentes. Si se detecta, se puede confirmar con test diagnósticos específicos realizados por especialistas.

  • ¿Qué bacteria causa el mal aliento?

Existen tres patógenos periodontales, Treponema denticola, Porphyromonas gingivalis y Bacteroides forsyth, asociados con el nivel de halitosis de la boca. Además, se puede detectar en la lengua la presencia de una mayor número de bacterias como Bacteroides melaninogenicus, la Fusobacterium nucleatum y la Klebsiella pneumoniae.

  • ¿Qué alimentos favorecen al buen aliento?

El agua, la manzana, los yogures, la naranjas, las infusiones de té, los champiñones, las bebidas con menta o hierbabuena y usar otras hierbas como perejil para las comidas.

  • ¿Qué es la halitosis crónica?

La halitosis crónica es la presencia de mal aliento de forma continuada por una mala higiene bucal o por persistencia de otras enfermedades que la pueden producir.