Es una enfermedad infecciosa del aparato respiratorio causada por un virus afectando a la garganta nariz y bronquios. Es similar al resfriado. Se contagia entre las personas a través de la vía respiratoria. Tarde unos días en resolverse de manera espontánea, por lo que es una enfermedad leve.
Existen tres tipos diferentes de gripe estacional, estas se diferencian por el tipo de virus que la provoca y los síntomas suelen ser iguales, ya que todos afectan a las vías respiratorias.
Los tres tipos de gripe son:
La gripe es causada por un virus, generalmente por el de influenza, el cual puede entrar en el cuerpo por la nariz, boca u ojos.
Estos virus se contagian por el aire, por el contacto con una persona resfriada o por compartir el uso de los mismos objetos.
Si tras la exposición al virus de la gripe el paciente se toca la nariz, boca u ojos el riesgo de contagio es muy elevado.
Una vez que el paciente se ha contagiado de la gripe pueden pasar un par de días hasta que manifieste los primeros síntomas. Los síntomas más frecuentes son:
El tratamiento principal para combatir la gripe será solo sintomático, es decir, analgésicos para minimizar la fiebre, los dolores de garganta, cabeza, descongestionar la nariz y jarabes para la tos y para deshacer la flemas.
Al ser un producida por un virus no está aconsejado la toma de antibióticos salvo en casos de infección bacteriana asociada.
Es importante que durante el periodo de recuperación el paciente tome muchos líquidos y evite los cambios bruscos de temperatura.
La gripe suele ser diagnosticada mediante una exploración física en la cual se evalúan los oídos, garganta, fiebre, pupilas y caja torácica, y con una entrevista médica en la que el paciente le cuenta los signos y síntomas que padece al médico.
Los síntomas que presenta el paciente suelen ser bastante claros para determinar una gripe. No obstante, si el médico lo considera necesario podrá solicitar otras pruebas como una analítica o una radiografía para cerciorarse de que no se trate de otra enfermedad.
La gripe es una infección vírica de las vías respiratorias superiores, es decir, de la nariz y la garganta. Por lo que el principal factor que desencadena la gripe es la infección por virus en estas partes del organismo.
Los factores de riesgo que pueden suponer una mayor probabilidad de que una persona se contagia son:
La gripe suele ser tratada por el médico de familia o medicina general y casos específicos el especialista en otorrinolaringología.
La gripe en los pacientes suele durar entre 7 y 10 días.
El periodo de incubación de la gripe en un paciente es de 18 a 36 horas, durante el cual el paciente presentará fiebre, dolores de cabeza y dolores musculares.
La principal diferencia es que el catarro es provocado por el rinovirus mientras la gripe es originada por el virus influenza. Además, la diferencia reside en los síntomas, mientras que en un catarro todo está más englobado a tos, mocos y dolor de garganta, en la gripe los síntomas afectan a todo el cuerpo con intensos dolores musculares y fiebre, aparte de la tos, congestión nasal e irritación de garganta.
La persona que padece gripe puede contagiar hasta 7 días después de haber sido infectado por el virus de la gripe.
La temperatura a partir de la cual se considera que una persona padece fiebre son los 37,5ºC en la zona de la axila.