También conocida como zoonosis, es una infección bacteriana que se transmite de los animales a las personas, mientras los animales no padecen la enfermedad. En nuestro medio, la fiebre Q en el ser humano puede presentarse en forma de casos esporádicos o brotes epidémicos, pudiendo pasar desapercibida o confundirse con una gripe ligera o pudiendo evolucionar hacia cuadros más complicados. La notificación de nuevos casos está aumentando gracias a diagnósticos más certeros proporcionados mediante pruebas de laboratorio.
Los 4 tipos de fiebre derivadas de la transmisión de animales, más comunes son:
La fiebre Q es causada por la bacteria Coxiella Burnetti, un tipo de bacteria que se encuentra en el organismo de algunos animales de campo como las ovejas o las cabras. No obstante también pueden estar contagiados animales domésticos tales como los perros o los gatos.
Esta bacteria se transmite de animales a personas mediante sus heces, la orina, la leche y por elementos como la placenta o el líquido amniótico. Aunque generalmente la forma más común es mediante las partículas de polvo que remueve el aire de las zonas donde están estos elementos depositados.
Los síntomas que presenta esta enfermedad bacteriana son:
El tratamiento contra la fiebre Q se basa en la toma de antibióticos durante tres semanas en casos leves y durante 18 meses en casos crónicos.
En algunas ocasiones también es necesaria la cirugía si el paciente desarrolla una endocarditis.
Para diagnosticar la fiebre Q el médico solicitará una analítica de sangre, de manera que evaluará tanto la existencia de la bacteria que la ocasiona (Coxiella Burnetti) como la presencia de anticuerpos contra ella.
Mediante el análisis de sangre también se observará la existencia de daño hepático.
Otras pruebas que se realizan para el diagnóstico suelen ser una radiografía del pecho, para ver si existe neumonía, y un ecocardiograma, por si hay daño en el corazón.
El principal factor desencadenante de la fiebre Q es inhalar las partículas de la bacteria Coxiella Burnetii, que es la que provoca dicha enfermedad.
Esto se produce cuando se entra en contacto con los animales contagiados o si se convive en sus cercanías.
Existen diferentes factores que pueden incrementar el riesgo de padecer la fiebre Q:
La fiebre Q es tratada por especialistas en enfermedades infecciosas.
Enfermedad de origen bacteriano, provocada por la bacteria Borrelia.
Es una enfermedad mediante la cual el paciente sufre reiterados episodios febriles, pudiendo pasar entre ellos hasta 3 días. Estos episodios de fiebre van acompañados de escalofríos y una bajada de la presión arterial.
La fiebre de las trincheras recibe este nombre porque se originó durante la Primera Guerra Mundial debido al contagio por los piojos humanos.
Sus síntomas más destacados son: fiebre alta, cefaleas, dolor de ojos, dolor de piernas y espalda.
La brucelosis es una enfermedad causada por las bacterias del género Brucella.
De animales contagiados a personas, mediante el contacto con heces, orina, leche o la placenta. Dichas defecaciones o elementos del parto, contienen la bacteria que la ocasiona y mediante, el aire por ejemplo, llega a las personas y se contagian.
Es una enfermedad zoonótica transmitida por la picadura de una garrapata marrón al humano. Genera fiebre muy alta, dolor muscular, escalofríos y dolores de cabeza. También aparecen anomalías cutáneas.Es conocida como tifus de la garrapata.