El exantema súbito, también conocido como roséola, la sexta enfermedad, fiebre de los tres días o exantema del tercer día, es una enfermedad humana común considerada leve. Es causada por el virus herpes humano tipo 6 y en ocasiones por el 7, y afecta generalmente a niños y bebés de entre 4 meses y 2 años, provocando fiebre elevada y, posteriormente, una erupción puntiforme en la piel de color rosado muy característica.
Existen diferentes tipos de exantemas o erupciones cutáneas. La mayoría se producen durante la infancia y la clasificación más frecuente se realiza en función de la causa o de la forma que adquieren.
Exantemas según la causa que lo originó:
Exantemas según su morfología:
El exantema súbito es causado por el herpesvirus humano tipo 6 (HVH-6), y en menores ocasiones, por el tipo 7.
Es una enfermedad contagiosa que se transmite por contacto directo, con secreciones respiratorias, saliva o por la sangre.
Los primeros síntomas de un exantema súbito son la aparición repentina de fiebre alta (incluso superior a los 39º), que suele durar 3 días, y que ocasionalmente puede prolongarse a una semana y, junto a ella, pueden aparecer otros síntomas similares a los de un resfriado, como ojos enrojecidos, irritabilidad, lesiones en las mucosas, congestión nasal y dolor de garganta.
Posteriormente, cuando la fiebre va desapareciendo, se produce el característico exantema o erupción en la piel de color rosado, en el tronco, (espalda y en menor medida en cuello, cara y extremidades). Es un sarpullido de granitos pequeños que no suelen picar y que al presionar se aclaran y desaparecen en aproximadamente 3 días.
En la segunda fase de la enfermedad, y a diferencia de otras enfermedades infecciosas, cuando la fiebre ha desaparecido, el niño se suele encontrar bien, activo, contento y con apetito.
Al ser una enfermedad vírica, solo se tratan los síntomas del exantema súbito mediante antitérmicos para bajar la fiebre, mediante baños de agua tibia o aplicación de compresas en la frente, suministro de medicamentos como Ibuprofeno o Paracetamol, y se debe beber abundante líquido.
Si aparecen convulsiones se puede ofrecer un tratamiento anticonvulsivante específico, como el Diazepam rectal.
Conviene diferenciar bien los síntomas para no confundirla con otras infecciones y evitar suministrar antibióticos de forma incorrecta.
El médico realiza una exploración física al niño para realizar el diagnóstico de la roséola, descartando síntomas de otras enfermedades que pueden causar fiebre alta, y sin necesitar pruebas complementarias, salvo que el enfermo tenga afectado el sistema inmunológico, en cuyo caso, puede necesitar confirmarlo mediante un análisis de sangre.
El factor desencadenante de un exantema súbito consiste en mantener contacto con otro niño infectado por el virus.
Los bebés de entre 6 y 15 meses tienen más riesgo de contraer roséola debido a que aún no han tenido tiempo a desarrollar sus propios anticuerpos para combatir muchos virus. Los lactantes menores de 6 meses son menos propensos, ya que han recibido los anticuerpos durante la gestación o los siguen recibiendo de la leche que le proporciona la madre.
El exantema súbito es una enfermedad benigna que apenas suele tener complicaciones, pero en algunas ocasiones pueden aparecer:
No hay vacuna para evitar la roséola, por lo que las medidas habituales de prevención tienen el objetivo de evitar el contagio:
Un exantema súbito pertenece a la especialidad de pediatría, ya que es una infección que suele ocurrir en niños y que desaparece por sí sola.
Un exantema viral en niños es una infección ocasionada por un virus que provoca erupción cutánea y suele ir precedida de fiebre. Los exantemas virales más frecuentes son el sarampión, la varicela, la rubéola, la enfermedad boca-mano-pie, el exantema súbito, la mononucleosis infecciosa, el exantema de Boston y el eritema infeccioso.
Los síntomas de la roséola son la aparición de forma brusca de fiebre alta que suele durar unos tres días y, tras su desaparición, una erupción en la piel, en la zona del tronco, con manchas de color rosáceo que no pican y que, de forma ocasional, se extiende a las extremidades, cuello y cara.
La roséola en bebés es una infección viral provocada por dos cepas del virus herpes, que origina una erupción cutánea de color rosáceo o rojo y fiebre alta.
La sexta enfermedad en los bebés es una infección viral producida por dos virus de la familia herpes, caracterizada por un sarpullido con manchas rosadas que aparece por el tronco y las extremidades del menor y fiebre elevada.