El espolón calcáneo es una prominencia ósea o exostosis que puede aparecer en la parte anterior del talón (calcáneo) como consecuencia de estiramientos excesivos y continuados de la fascia plantar (banda de tejido conjuntivo que recubre los músculos de la zona). Esto puede derivar en una inflamación del tejido circundante que provoca dolor y que puede provocar la aparición del espolón calcáneo. Es más frecuente en personas de edad media entre 35-60 años. Las mujeres tienen mayor predisposición que en los hombres a padecerlo. Es una lesión muy común, de carácter leve y que tiene un alto porcentaje de recuperación.
Los tipos de espolón calcáneo son:
Las causas del espolón calcáneo son diversas:
En los casos que el espolón calcáneo presente algún síntoma se manifiesta con dolor punzante (como pisar un clavo), en las zonas donde se insertan los tendones en el talón. El dolor se localiza en el área de carga de peso del talón, y es más severo durante los primeros pasos al levantarse de la cama, disminuyendo parcialmente con la actividad y reapareciendo de nuevo tras un periodo de descanso.
Esta lesión suele mejorar con la reducción de sobrecarga mediante el uso de plantillas ortopédicas que alivian la tensión sobre la zona, haciendo que los movimientos sean menos dolorosos. Las férulas nocturnas y los ejercicios de estiramiento, así como los masajes también son efectivos para disminuir o eliminar el dolor.
La terapia física incluye la aplicación de calor o de frío, así como un tratamiento local con ultrasonidos.
En cuanto al tratamiento farmacológico a seguir, son muy efectivas las pomadas compuestas por cortisona y analgésicos, así como los anestésicos locales y antiinflamatorios, que se aplican en la zona afectada de la inserción muscular.
También se pueden realizar infiltraciones, inyectando en dicha zona una mezcla de corticoides y anestésicos locales.
Los tratamientos con ondas de choque (ondas de ultrasonidos de alta energía) estimulan el crecimiento de los vasos sanguíneos, disminuyen la inflamación y disuelven las calcificaciones, aliviando los síntomas.
Si estos tratamientos no son efectivos se deberá recurrir a la cirugía, aunque no es muy común. Para corregir el espolón calcáneo se hace una intervención quirúrgica donde se hace una resección o eliminación del espolón con una mínima incisión de dos a tres milímetros en la piel hasta llegar a la prominencia ósea.
El diagnóstico para el tratamiento del espolón calcáneo debe empezar con un examen físico para detectar signos y síntomas, que suele efectuarse en base a las molestias que indican la presencia de inflamación de la aponeurosis de la planta del pie.
Entre las pruebas complementarias para detectar el crecimiento del hueso está la radiografía. Otras pruebas pueden ser la ecografía o resonancia magnética, que suponen estudios más profundos, debido a que muestran los edemas, la inflamación y el engrosamiento de la zona.
No existen factores desencadenantes para el espolón calcáneo.
Los factores de riesgo del espolón calcáneo son:
Las complicaciones del espolón calcáneo son:
La aparición de un espolón calcáneo se puede prevenir de la siguiente manera:
La especialidades a las que pertenece el espolón calcáneo son la traumatología y la ortopedia, que se dedican al estudio del aparato locomotor.
El hueso calcáneo, también llamado hueso del talón, es un hueso grande que forma el cimiento para la parte trasera del pie, de aspecto esponjoso y muy vascularizado. El calcáneo se conecta con los huesos astrágalo y cuboide. Estos forman una articulación muy importante para el funcionamiento del pie.
La bursitis en el talón también conocida con el nombre de bursitis retrocalcánea, es una inflamación del saco lleno de líquido (bursa) en la parte posterior del talón (calcáneo).
La fascitis plantar es una inflamación de la aponeurosis (fascia plantar) que recubre la musculatura de la planta del pie y de su zona de inserción en el talón.
Sí, se puede hacer deporte con un espolón calcáneo, pero se deben evitar los deportes de alto impacto.
La lesión de un espolón calcáneo es una lesión crónica, ya que hay una calcificación de la fascia plantar y de los tendones de los músculos plantares que se insertan en el calcáneo. Esto ocurre a consecuencia de una lesión crónica de los tejidos.