La escabiosis o sarna es una enfermedad cutánea de fácil propagación producida por un ácaro muy pequeño llamado sarcoptes scabiei de la variedad hominis, que infecta la piel y produce una erupción cutánea intensamente pruriginosa (picazón), con un patrón de distribución característico; se transmite por contacto directo o fomites (especialmente ropa, donde el parásito permanece viable 2-5 días).
Es una dermatosis parasitaria muy contagiosa y que se transmite fácilmente de una persona a otra por contacto físico, también puede ocurrir a través de animales u objetos. Su distribución es mundial, afecta a todas las edades y a ambos sexos.
Es un problema frecuente de salud relacionado con problemas sociales como la pobreza, hacinamiento, la desnutrición etc. Son más comunes en residencias de ancianos, residencias universitarias, guarderías y la prisión. La escabiosis debe tratarse rápidamente, de lo contrario puede ser muy peligrosa.
Cuando se habla de la clasificación o los tipos de escabiosis, a lo que suelen referirse es a las diferentes maneras en las que la erupción puede aparecer. Estas pueden ser:
La escabiosis es causada por el ácaro Sarcoptes Scabiei de la variedad hominis. El ácaro de ocho patas que causa la sarna en humanos es microscópico. El ácaro hembra excava justo debajo de la piel y produce un conducto en el que deposita huevos. Los huevos se abren, y la larva del ácaro llega hasta la capa externa de la piel donde madura y se puede propagar a otras zonas de la piel o de la piel de otras personas. La picazón de la sarna o escabiosis proviene de la reacción alérgica del organismo a los ácaros, sus huevos y sus excrementos.
Los síntomas de la escabiosis son:
El tratamiento primario para la escabiosis es con antiparasitarios (escabicidas) tópicos u orales como son:
El tratamiento va dirigido a pacientes, a sus contactos cercanos en forma simultánea, y a los objetos personales (vestimenta, toallas, ropa de camas) que deben lavarse con agua caliente y secarse con calor, además de aislarse por lo menos de 3 a 7 días, (en una bolsa de plástico cerrada), para evitar la infestación con ácaros que se desarrollan a partir de los huevos.
Para el diagnóstico y tratamiento, el médico debe realizar un examen físico completo donde va observar las características de la lesión en los surcos al examinar la piel en busca de signos de ácaros. Cuando localiza una madriguera de ácaros, puede hacer un raspado en esa zona para examinar la muestra bajo el microscopio. El examen puede determinar la presencia de ácaros o de sus huevos.
El factor desencadenante es el contacto directo con el ácaro Sarcoptes Scabiei.
Entre los factores que aumentan el riesgo de contraer el ácaro Sarcoptes Scabiei incluyen: situaciones de hacinamiento como las guarderías, colegios, residencias, academias militares, campamentos, centros penitenciarios…
Convivir con una persona que padezca escabiosis o sarna. Entrar en contacto íntimo con alguien que padezca escabiosis o compartir sábanas o ropa, aunque es bastante raro el contagio.
Para prevenir la escabiosis es necesario:
La escabiosis pertenece a la especialidad de dermatología, que se ocupa de tratar y diagnosticar las enfermedades de la piel.
La escabiosis es contagiosa y el contagio se produce rápidamente por el contacto físico cercano, es decir, de persona a persona.
La picadura de los ácaros causa una erupción vesículo-papulo-eczematosa en forma lineal, con prurito (picazón) y enrojecimiento en los pliegues de la piel entre los dedos, alrededor de los genitales, en los lados de los pies y en las áreas del interior de los codos y las rodillas.
La sarna o escabiosis es una dermatosis parasitaria que provoca picazón intensa y es causada por pequeños ácaros o aradores de la sarna llamados Sarcoptes scabiei.
Si se tiene un correcto tratamiento, los ácaros podrían dejar de ser contagiosos en 24 horas.
La sarna puede tardar en curarse hasta 3 semanas después de iniciarse el tratamiento.