La enfermedad de Graves-Basedow, es una enfermedad autoinmune que afecta la glándula tiroides. La tiroides es una pequeña glándula ubicada en la base del cuello, la cual secreta las hormonas tiroxina (T4) y triyodotironina (T3), que son las que controlan el metabolismo del cuerpo. Son importantes para regular el estado de ánimo, el peso y los niveles de energía tanto físicos como mentales. El sistema inmunitario crea anticuerpos que hacen que la tiroides desarrolle más hormona tiroidea de la que el cuerpo necesita, esta afección se conoce como hipertiroidismo. La enfermedad de Graves es más frecuente en mujeres que en hombres. Las mujeres suelen verse más afectadas entre los 20 y 60 años. Es una enfermedad muy común, que si no se trata a tiempo y adecuadamente puede ser grave.
No existen tipo de enfermedades de Graves ya que la misma es un tipo de hipertiroidismo.
La enfermedad de Graves es provocada por un mal funcionamiento del sistema inmunitario del cuerpo que combate las enfermedades, aunque no se conoce con exactitud por qué motivo sucede. La causa se relaciona con la presencia de anticuerpos estimuladores del tiroides que hacen que este produzca grandes cantidades de hormonas tiroideas. Una respuesta normal del sistema inmunitario es producir anticuerpos diseñados para atacar un virus específico, una bacteria o una sustancia extraña. En la enfermedad de Graves, por motivos que no se conocen bien, el organismo produce un anticuerpo contra una parte de las células de la glándula tiroides, una glándula que produce hormonas ubicada en el cuello.
Los síntomas de la enfermedad de grave incluyen: angustia e irritabilidad, temblor leve de las manos o los dedos, oftalmopatía, ojos abultados o saltones (exoftalmos), engrosamiento y enrojecimiento de la piel especialmente en las piernas y en los empeines, adelgazamiento a pesar de hábitos alimentarios normales, cambios en los ciclos menstruales, sudoración, disfunción eréctil o disminución de la libido, fatiga, latidos del corazón irregulares o acelerados, dificultad para conciliar el sueño, bocio, que es una tiroides agrandada que puede hacer que el cuello parezca inflamado y sensibilidad al calor.
El tratamiento de la enfermedad de graves tiene como objetivo controlar la glándula tiroides hiperactiva. Se debe instaurar tratamiento con antitiroideos por vial oral (carbimazol, metimazol, propiltiouracilo), que inhiben la formación de hormonas tiroideas y conseguirán mejorar los síntomas en un plazo de 7-15 días. También se usan los medicamentos llamados betabloqueadores que se usan a menudo para manejar síntomas de frecuencia cardíaca rápida, sudoración y ansiedad hasta que el hipertiroidismo está controlado.
Otra terapia consiste en tomar yodo radioactivo por vía oral. Como la tiroides necesita yodo para producir hormonas, el yodo radioactivo se dirige a las células tiroideas y, con el tiempo, la radiactividad destruye las células tiroideas hiperactivas. Esto hace que la glándula tiroides reduzca su tamaño y que los síntomas disminuyan de forma gradual; en general, después de varias semanas o varios meses.
Otros casos precisan de cirugía para extraer toda la tiroides, o parte de ella, llamada tiroidectomía, también es una opción para el tratamiento de la enfermedad de Graves.
El tratamiento para la oftalmopatía de graves, si los síntomas son leves se puede controlar con lágrimas artificiales durante el día y geles lubricantes durante la noche. Si los síntomas son graves, el médico puede recomendar el uso de corticoides como la prednisona para disminuir la hinchazón del globo ocular, cirugía de descompresión orbitaria, radioterapia orbitaria.
Para diagnóstico y tratamiento de la enfermedad de graves se realizan pruebas como: pruebas de funcionamiento de la tiroides, estas pruebas analizan los niveles de la hormona tiroidea principal (T4) y la hormona estimulante de la tiroides en la sangre. Un nivel alto de T4 más un nivel bajo de TSH es un signo de una glándula tiroides hiperactiva. A veces, los exámenes de rutina de la función tiroidea muestran una hiperactividad leve de la tiroides en una persona que no tiene síntomas.
La gammagrafía y la Prueba de captación de yodo radiactivo, esta prueba indica cuánto yodo utiliza la glándula tiroides. La glándula tiroides usa yodo para producir la hormona tiroidea. Los mayores niveles de yodo sugieren que se trata de la enfermedad de Graves. Pruebas de anticuerpos, estos análisis de sangre buscan anticuerpos que sugieran la presencia de la enfermedad de Graves. En ocasiones es necesario realizar una ecografía de tiroides para valorar posibles nódulos.
No se conoce un factor en específico que pueda desencadenar la enfermedad de Graves.
Entre los factores que aumentan el riesgo de padecer la enfermedad de graves están:
Las complicaciones de la enfermedad de Graves pueden ser:
No se conocen formas de prevenir este trastorno.
La enfermedad de Graves pertenece a la especialidad de otorrinolaringología, es la especialidad médica que se encarga de la prevención, diagnóstico y tratamiento, tanto médico como quirúrgico, de las enfermedades del oído, las vías aéreo-digestivas superiores: boca, nariz y senos paranasales, faringe y laringe, y las estructuras de cabeza y cuello. A veces precisa la aportación de la endocrinología para el control hormonal o los cirujanos para el tratamiento quirúrgico.
Es una afección en la cual la glándula tiroides no produce suficiente hormona tiroidea.
El hipertiroidismo (tiroides hiperactiva) es una enfermedad en la cual la glándula tiroides produce demasiada cantidad de hormona tiroxina. Puede ser grave si no se trata correctamente.
Es una afección en la que el sistema inmunitario ataca a la tiroides, una pequeña glándula ubicada en la base del cuello debajo de la nuez de Adán. La glándula tiroides forma parte del sistema endocrino, que produce hormonas que coordinan muchas de las funciones del cuerpo.
La principal diferencia entre el hipotiroidismo y el hipertiroidismo es que en el primer caso la glándula tiroides no produce la cantidad necesaria para el organismo de hormonas tiroideas y en el otro éstas se producen en exceso de hormonas tiroideas.
El tipo de tiroides que engorda es el hipotiroidismo, el aumento de peso es uno de los síntomas más evidentes en este tipo.