Una conmoción cerebral es una alteración del funcionamiento del cerebro, como consecuencia de una lesión traumática en la cabeza o cuando ésta se agita violentamente. Por lo general, los efectos son temporales y consisten en dolores de cabeza y problemas de concentración, memoria, equilibrio y coordinación. El hecho de que sea uno de los accidentes cerebrales más comunes, es por la facilidad con la que puede ocurrir, puesto que cualquier caída, accidente de coche, o cualquier deporte o actividad diaria que impliquen mucho movimiento, convierte a la persona en susceptible de sufrirlo. Es más frecuente en hombres que en mujeres, en adultos jóvenes, niños de menos de 5 años y en personas mayores. Aunque es la forma más leve de los traumatismos craneoencefálicos, si no se trata a tiempo, puede ser grave.
Las conmociones cerebrales se clasifican como leve (grado 1), moderada (grado 2) o grave (grado 3).
El cerebro está compuesto de tejido blando rodeado de líquido cefalorraquídeo, que actúa a modo de amortiguación, y está localizado dentro del cráneo que es duro y lo protege, pero cuando se sufre un traumatismo craneoencefálico, el cerebro puede moverse dentro del cráneo, lo que puede provocar hematomas, rotura de vasos sanguíneos y lesiones neuronales, produciendo una conmoción cerebral.
Un golpe violento en la cabeza, el cuello o la parte superior del cuerpo puede hacer que el cerebro se mueva abruptamente hacia adelante o hacia atrás contra las paredes internas del cráneo. La aceleración o desaceleración repentina de la cabeza, ocasionada por sucesos como traumatismos, un accidente automovilístico o sacudidas violentas, también puede causar lesiones cerebrales.
Estas lesiones afectan la función cerebral, normalmente por un período breve, y ocasionan signos y síntomas de conmoción cerebral. Este tipo de lesión cerebral puede causar sangrado dentro o alrededor del cerebro, lo que provoca síntomas como somnolencia prolongada y confusión.
Los síntomas de la conmoción cerebral pueden incluir:
El descanso es el tratamiento más adecuado para que el cerebro se recupere de una conmoción. El médico recomendará descanso físico y mental para una correcta recuperación de la misma. Esto significa evitar actividades que incrementen cualquiera de los síntomas, como esfuerzos físicos en general, deportes o movimientos vigorosos, hasta que estas actividades ya no provoquen síntomas. También implica limitar actividades que requieran pensar y concentrarse, como jugar a los videojuegos, mirar televisión, hacer tareas escolares, leer o usar el ordenador. El médico puede recomendar acortar la jornada escolar o laboral, que se tomen descansos durante el día o que se reduzcan la carga de tareas escolares o laborales mientras se recupera de la conmoción. A medida que los síntomas mejoran, se pueden ir incorporando gradualmente las actividades. El especialista dirá cuándo es seguro retomar el nivel de vida normal.
Para el diagnóstico y tratamiento se llevará a cabo un examen físico y neurológico del paciente. Otras pruebas complementarias que se pueden realizar son: Tomografía computarizada de la cabeza, Resonancia Magnética de la cabeza y Electroencefalograma (EEG, examen de las ondas cerebrales), que puede ser necesario si aparecen crisis epilépticas.
Una conmoción cerebral puede desencadenarse de un traumatismo, una caída, actividades deportivas o accidentes automovilísticos.
Las actividades y los factores que pueden aumentar el riesgo de tener una conmoción cerebral comprenden:
Las complicaciones de una conmoción cerebral pueden ser:
Para prevenir este trastorno es necesario:
La conmoción cerebral pertenece a la especialidad de neurología, que es la especialidad médica que se encarga de la anatomía, la fisiología y las enfermedades del sistema nervioso.
Aunque la contusión y conmoción cerebral se producen por golpes en la cabeza y los síntomas son parecidos, hay un par de aspectos que diferencian una de la otra: las contusiones cerebrales son macroscópicas, mientras que las conmociones son microscópicas. Las contusiones cerebrales son más graves, porque tienen desgarros y lesión cerebral estructural.
Un golpe en la cabeza podría generar una contusión o una conmoción cerebral, que podrían ser relativamente graves en función de la intensidad y de las lesiones que produzca tanto internas como externas.
Un traumatismo de cráneo o traumatismo craneoencefálico es cualquier alteración física o funcional producida por una fuerza traumática externa que ocasione un daño físico sobre el cerebro o alguna de sus cubiertas.
El traumatismo torácico es todo aquel golpe fuerte que se produce sobre la caja torácica, pulmones, corazón, grandes vasos intratorácicos y resto de estructuras mediastínicas. Las causas más frecuentes son los accidentes de tráfico y en segundo lugar las caídas.
Existen muchos tipos de traumatismos siendo los más comunes: