Se define la coledocolitiasis como la presencia de cálculos (piedras) en los conductos biliares, lo que en ocasiones provoca una obstrucción transitoria del flujo biliar (desde la vesícula biliar al intestino).
La prevalencia de esta alteración se eleva con la edad, siendo más frecuente en mujeres. Un 10-15% de los pacientes que tienen litiasis (piedras) en la vesícula biliar, también lo tienen en el colédoco (vía principal de los conductos biliares).
La gravedad del proceso depende de la obstrucción que se produzca por los cálculos en los conductos biliares, lo que hace que pueda presentarse de forma asintomática o con complicaciones más graves como la pancreatitis.
Las coledocolitiasis se pueden dividir dependiendo de su origen en:
También pueden diferenciarse según la composición de los cálculos, pudiendo ser de colesterol, de bilirrubinato cálcico (pigmento negro), mixtos (formados por los dos anteriormente mencionados), o producidos por infecciones bacterianas o por obstrucción por quistes en el colédoco (pigmento marrón, más excepcionales).
Los cálculos biliares se producen por una alteración en la producción del colesterol biliar, originándose una sobreproducción de este colesterol que precipita, favoreciendo la producción del cálculo la alteración en la síntesis de la bilirrubina o las sales biliares que se unen al colesterol. A todo ello puede contribuir el inadecuado vaciamiento de la vesícula biliar.
Los cálculos en el colédoco pueden cursar asintomáticos o producir un cólico biliar con dolor abdominal intenso e intermitente, que se inicia de forma más leve y durante unos minutos, va ascendiendo de intensidad, manteniéndose durante unas horas, localizado en la zona central y superior del abdomen (epigastrio) o en la zona superior derecha (hipocondrio derecho). En ocasiones se irradia a la región interescapular o al hombro derecho, acompañado de náuseas, vómitos y sudoración intensa. También puede aparecer ictericia (coloración amarillenta de la piel y conjuntivas), coluria (coloración oscura de la orina), acolia (heces de color blanco) y picor. Puede presentarse además como una pancreatitis (inflamación del páncreas) o colangitis (inflamación de la vía biliar por acúmulo de bilis y sobreinfección bacteriana).
El manejo de esta enfermedad depende hoy día de la experiencia y las posibilidades de disponibilidad tecnológica de cada centro sanitario y del equipo médico, pudiendo ser diferente, más o menos invasivo, según la circunstancia del diagnóstico y situación clínica del paciente.
La CPRE (colangiopancreatografía retrógrada endoscópica, técnica endoscópica combinada con radiología), es la técnica de elección para la extracción de las piedras del conducto biliar principal, el colédoco, con la realización de una esfinterotomía (sección del esfínter de Oddi, “puerta” que separa ese conducto del duodeno). Otro de los posibles tratamientos, es la cirugía para la extracción de los cálculos de la vía biliar principal (coledocolitotomia), a la que se asocia una colecistectomía (extracción de la vesícula biliar) para tratar también los cálculos en la vesícula. Esta cirugía puede ser convencional abierta o mediante laparoscopia.
Para el estudio de los pacientes que presentan síntomas una de las primeras alteraciones es la realización de un análisis de sangre donde se valora la función del hígado ya que puede estar alterada (elevación de las enzimas hepáticas y en menor medida, de la bilirrubina), como en cualquier causa de obstrucción que produzca obstrucción biliar, o afectación del páncreas (elevación de la amilasa y lipasa en caso de pancreatitis).
Además, pueden realizarse pruebas de imagen, siendo la primera la ecografía abdominal para valorar la existencia de obstrucción y/o dilatación de las vías biliares, ya que es una prueba inocua para el paciente. Otras de las pruebas de imagen más específicas que se pueden realizar son el TAC, la colangioresonancia o una ecoendoscopia. La técnica de referencia para confirmar el diagnóstico es la colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE) que, además, permite a la vez poder hacer el tratamiento con extracción de los cálculos en la mayoría de las ocasiones.
Dentro de los factores de riesgo para padecer coledocolitiasis se han descrito el ser del sexo femenino, tener obesidad, una alimentación que favorezca la producción de cálculos biliares rica en grasas y colesterol, el consumo de progesterona, la influencia genética, o padecer enfermedades como diabetes mellitus, hipercolesterolemia, talasemia (un tipo de anemia).
La coledocolitiasis puede ser diagnosticada y tratada por el médico gastroenterólogo y el cirujano general.
El colédoco es el conducto biliar principal formado por la unión del conducto hepático (que parte del hígado) con el cístico (conducto que parte de la vesícula). Desemboca en la segunda porción del duodeno junto con el conducto pancreático a través de la llamada ampolla de Vater.
La colecistitis es un proceso inflamatorio agudo de la vesícula biliar producido en un 90% de los casos por la presencia de cálculos o barro biliar y con menor frecuencia en ausencia de litiasis. La colelitiasis o litiasis biliar es la presencia de cálculos en la vesícula. (Una es la definición de que se tiene “piedras” en la vesícula y la otra, la definición de lo que puede pasar si se tienen esas “piedras”, que se inflama la vesícula)
Se aconseja llevar una dieta baja en grasas en todas sus formas, repartiendo la comida a lo largo del día en distintas tomas en pequeñas cantidades. Se debe comer lentamente y masticando adecuadamente. También se debe eliminar de la dieta los alimentos que producen gases y evitar el estreñimiento.
Los alimentos ricos en grasas como el chocolate, carnes grasas, pescado azul (porque es más graso), yema de huevo, frutos secos, leche entera, queso, margarinas vegetales o mantequillas, aceite en frituras, etc.
Si se obstruye el colédoco, no se pueden drenar correctamente los líquidos biliares hacia el duodeno lo que provoca su acúmulo y el posible desarrollo de una inflamación y a veces sobreinfección en la vesícula (colecistitis) y de las vías biliares (colangitis). Además, puede verse alterado también el drenaje de las sustancias del páncreas, lo que puede derivar en una pancreatitis.