La cistitis es la inflamación de la vejiga urinaria, que en la mayoría de los casos se produce por infecciones bacterianas, pero también se puede producir por tratamientos como la radioterapia o el uso de sondas urinarias mantenidas. Es una enfermedad muy frecuente, en especial en mujeres, en quién se calcula que al menos el 50% de ellas tendrán un episodio de cistitis a lo largo de su vida. La complicación más frecuente es la invasión de las bacterias al riñón produciendo una pielonefritis. Es una enfermedad leve.
Las cistitis pueden ser:
Aunque esta es la principal clasificación pueden ser también clasificadas función de su frecuencia en simples o complicadas, recidivantes o esporádicas,
La mayoría de los casos de cistitis bacterianas son la infección por escherichia coli, estas producen hasta el 80% de las infecciones.
Las causas de las bacterianas pueden ser quimioterapia, radioterapia, uso de sustancias espermicidas, geles íntimos, etc.
Los síntomas de la cistitis son la disuria (sensación de ardor al orinar), polaquiuria, que es la emisión de orina de forma continuada, pero en poca cantidad, sensación de tenesmo (el paciente acaba de orinar pero sigue teniendo sensacion tener que volver a hacerlo), y, además, que la orina tiene un aspecto turbio y puede acompañarse de mal olor y hematuria (sangre en la orina).
El tratamiento para la cistitis de origen bacteriano será mediante antibióticos, en diferentes regímenes. Se pueden dar en dosis única o bien en dosis a lo largo de una semana, en los casos más complicados se dará un total de quince días.
En las cistitis bacterianas se tratan de controlar síntomas como el dolor con fármacos analgésicos o antinflamatorios, la urgencia miccional se tratará con fármacos que actúan a este nivel, llamados anticolinérgicos, y en algunos casos fármacos como la Tamsulosina, que también se usa en el adenoma de próstata y puede contribuir a disminuir la urgencia miccional.
Las pruebas para el tratamiento de las cistitis bacterianas serán pruebas de laboratorio como el cultivo de orina y el antibiograma, que nos permitirán conocer cuál es el tratamiento más adecuado.
En las cistitis de repetición, puede ser necesarias pruebas de imagen como la ecografía, que permite descartar procesos en la vejiga, y en otras ocasiones, será necesaria una cistoscopia para descartar patología a este nivel.
Los factores desencadenantes son diferentes en personas jóvenes que en ancianos. Las mujeres jóvenes tienen como causa desencadenante las relaciones sexuales, y en ancianos tiene relación en las mujeres con procesos de cistoceles (alteración en la posición de la vejiga), mientras que en los varones está en relación con el adenoma de próstata.
Son factores de riesgo para la cistitis: no orinar antes y después de las relaciones sexuales, los cistoceles y rectoceles en mujeres mayores, y los adenomas de próstata en los varones.
Las cistitis son tratadas, cuando es un episodio esporádico, por el médico de familia, y en los casos que se producen de forma repetida, el paciente será tratado por el urólogo.
Los antibióticos que se usan en la infección de orina dependen del resultado del antibiograma, pero en general se usa la Fosfomicina, la Amoxicilina con clavulánico y el Cotrimoxazol. También se pueden usar cefalosporinas.
Las cistitis son enfermedades leves salvo que se compliquen al dirigirse hacia los riñones. Son enfermedades que responden normalmente de modo adecuado a los tratamientos antibióticos.
La cistitis es una enfermedad que no es contagiosa. Si el paciente tiene cistitis no la contagiará a su pareja sexual.
Es verdad que la cistitis es mucho más frecuente en mujeres que en hombres, esto se debe a que la uretra, (que es el conducto que desde la vejiga lleva la orina al exterior), es mucho más corta en las mujeres que en los hombres, esto hace que gérmenes que se encuentran en la piel o en el ano puedan colonizar fácilmente la vejiga.
El tratamiento de la cistitis dependerá de si esta es un episodio esporádico o repetitivo. En los episodios esporádicos se puede dar tratamiento de dosis única de antibiótico con buenos resultados. En las cistitis repetidas será necesario extender el tratamiento hasta una semana, y en las cistitis recurrentes puede ser necesario una dosis de antibiótico diaria durante seis meses para evitar las recaídas.